Filipinas se suma a las otras naciones hispanas y se consagra al Inmaculado Corazón de María

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Coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de Fátima el pasado 13 de mayo, los obispos de Filipinas consagraron este país, casi el único de mayoría católica en Asia (el otro es la pequeña isla de Timor) a la Virgen María, más en concreto al Inmaculado Corazón de María, en el marco de la oración contra el coronavirus.

Filipinas tiene unos 106 millones de habitantes, de los que un 80% son católicos, herencia de más de 300 años de presencia española que unificó las islas. El coronavirus ha infectado a 12.700 personas y ha causado 830 muertes.

En este contexto, los obispos del país, como ya hicieron los de Estados Unidos, España, Portugal y otras naciones, encomendaron el futuro de la nación y del mundo entero en las manos de la Virgen.

«Sanaremos todos unidos, renovaremos el mundo»

El arzobispo Rómulo Valles, presidente de la Conferencia Episcopal, guió la ceremonia de consagración el 13 de mayo. Los prelados invocaron la intercesión de la Virgen María, para que pueda “curar” a los enfermos de Covid-19 y asegurar “fuerza y protección” para los que trabajan en primera línea para combatir la enfermedad.

“Rezamos todos unidos, como si fuéramos una sola persona”, subrayó Mons. Valles. “Sanaremos todos unidos – agregó -, renovaremos el mundo, siendo una sola cosa, a través de este acto de consagración”. Imploremos, concluyó el prelado, “la gracia y la misericordia del Señor, para que pueda poner fin a la pandemia de coronavirus”.

Los fieles siguieron la ceremonia por Internet y radio y otras plataformas, pero no acudieron a la ceremonia porque las normas de cuarentena mantienen suspendidas las celebraciones presenciales.

Consagraciones en tiempos anteriores

En el pasado, los obispos de las Filipinas ya habían decidido consagrar la nación al Inmaculado Corazón de María, como se hizo en 1985 para “sanar” el país y garantizar “verdadera libertad y paz” en los tiempo de Fernando Marcos. Tres años más tarde, la ceremonia devino la ocasión para “un feliz agradecimiento”, después de los difíciles años de la dictadura.

En estos “tiempos extraordinarios”, concluyó Mons. Valles, la invocación a la Madre de Jesús y la consagración adquieren “un sentido de urgencia” aún mayor. “Este es un tiempo oportuno para reflexionar sobre la situación actual que vive el mundo”, y hallar nuevos modelos de convivencia y desarrollo.

En este vídeo se puede la ver la ceremonia completa… y los escasos fieles asistentes con mascarilla para prevenir el coronavirus

Otros países que han realizado esta consagración especial a la Virgen ante la pandemia, como ha ido señalando CariFilii News:

– España y Portugal, consagración en Fátima

– México, consagración en Guadalupe

– Los obispos del CELAM (Latinoamérica y Caribe)

– Los obispos de Estados Unidos y Canadá, aquí

– Italia, desde el santuario de Caravaggio

– Inglaterra, en Walsingham, como «dote de María»

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