
El presidente de la Pontificia Academia Mariana Internacional (PAMI), Stefano Cecchin, OFM, acaba de señalar que hay «ciertos grupos», incluso dentro de la Iglesia, en el ámbito teológico y bíblico, que niegan el dogma de la virginidad de María.
«Hay teólogos y biblistas que están diciendo que la virginidad de María es un mito, y esto es muy peligroso porque los padres judeocristianos, los padres de la Iglesia, e incluso el mismo Corán defienden la virginidad de María», aseguró el religioso en ACI Prensa.
«El primer ataque contra Cristo fue un ataque contra la virginidad de María, que se había acostado con un soldado romano, por lo que Jesús no era verdadero hijo de Dios. Si ponemos en duda la virginidad de María, ponemos en duda todo el cristianismo«, agregó.
La PAMI, que depende directamente de la Curia romana, tiene el encargo de coordinar a todos los estudiosos y sociedades mariológicas de todo el mundo, tanto científicos como devocionales.
En su día a día encuentran «dificultades», sobre todo con «las sectas protestantes», pero también «con ciertos grupos incluso dentro de la propia Iglesia, tanto los abiertos como los cerrados, los que ven a María como algo opcional, cuando en realidad María forma parte de la dogmática».
El franciscano, experto en mariología y en la historia del dogma de la Inmaculada Concepción, explicó que la figura de María ha sido siempre objeto de los ataques del maligno, especialmente por su papel en la economía de la salvación.
“El diablo trabaja mucho, lo he visto muchísimo, sobre todo contra la Inmaculada Concepción. Soy un experto en la historia de la Inmaculada Concepción y veo cómo sigue atacando a la figura de María y en este momento la está atacando dentro de la Iglesia con aquellos que, por ejemplo, dicen que María no es virgen”, aseguró.
Cecchin recordó que, desde una perspectiva bíblica y teológica, María ocupa un lugar único en la historia de la salvación, como Madre de Dios y figura de la Iglesia. Según explicó, su papel no se limita al pasado de la Encarnación, sino que continúa siendo activo en la vida espiritual de los creyentes.
“La cuestión es que no somos nosotros los que buscamos a Dios, sino Él quien nos busca a nosotros. Y por eso, después de que Jesús subiera al cielo, los ángeles dijeron que no lo volverían a ver hasta que regresara en el día glorioso. Pero Jesús confía la Iglesia a María: ‘He aquí tu madre’. Por eso María sigue ocupándose de nosotros y tratando de llevarnos de vuelta a Él”, sostuvo.
El director de la PAMI destacó que las apariciones marianas y las llamadas a la conversión deben entenderse en esta clave pastoral y teológica, no como manifestaciones de miedo o castigo, sino como expresiones de la misericordia divina.
“Todas las apariciones, las llamadas que hace sobre el infierno, no son para asustarnos, sino para que nos convirtamos, porque Dios no quiere castigarnos; quiere convertirnos. Este es un punto fundamental que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica. Dios no quiere que nadie vaya al infierno, pero si no te comportas bien, irás al infierno, porque el infierno existe y no está vacío”, explicó.
Cecchin subrayó además que la defensa de los dogmas marianos no es una cuestión secundaria o devocional, sino un pilar del mensaje cristiano. Recordó que, según san Ignacio de Antioquía, discípulo de san Pedro y uno de los padres más antiguos de la Iglesia, negar la virginidad de María significa poner en riesgo la verdad sobre la encarnación del Hijo de Dios.
“San Ignacio de Antioquía habla de María y de la virginidad de María. Por eso es importante formarse —dijo Cecchin— y ver que nuestra visión franciscana, según la cual Dios quiere la salvación de todos, nos obliga a evangelizar. La evangelización que proponemos hoy es una evangelización mariana”.
En todo caso, el fraile recordó que en la historia de la Iglesia las controversias y herejías han sido también oportunidades para profundizar en la verdad:
“En la lucha por la Inmaculada, por ejemplo, hubo quienes pensaban una cosa y quienes pensaban otra. La Iglesia siempre está viva, y normalmente vemos que, en la historia, los herejes nos ayudan a profundizar más en la verdad. Son un estímulo para profundizar más, pero debemos defender la verdad”, sostuvo.
En 2023, el Vaticano constituyó, dentro de la PAMI, el Observatorio Internacional sobre las Apariciones y Fenómenos Místicos, cuya misión es ofrecer rigor y discernimiento sin emitir juicios.
“Su única tarea es estudiar, no dar opiniones”, subrayó el franciscano italiano, que constata que las apariciones siempre han existido a lo largo de la historia. “Todos los santuarios tienen detrás una historia, una experiencia de encuentro con lo divino”, explicó.
Actualmente, los santuarios son lugares atravesados por el sufrimiento y el dolor de quienes quieren ponerse a corazón abierto en manos de María. Por eso, para el experto, además de ser puntos neurálgicos de espiritualidad, deberían estar también acondicionados para sanar.
“Queremos que los santuarios no sean solo un lugar de oración, sino también de sanación”, aseguró el director de la Pontificia Academia Mariana Internacional (PAMI).
En estos momentos, el Observatorio Internacional sobre las Apariciones y Fenómenos Místicos realiza un análisis histórico y teológico de los santuarios marianos.
“Estamos haciendo un estudio sobre los santuarios desde Nazaret, que es el santuario que conservaba las reliquias de la Virgen, que luego fueron llevadas a Constantinopla, a Blacherne (…) Hemos visto que en la Edad Media siempre hay pequeñas apariciones que están en el origen de los santuarios que tenemos en todo el mundo”, detalló.
Con el paso del tiempo, estas manifestaciones de la fe fueron adquiriendo una dimensión universal. La gran aparición de la Virgen al indio san Juan Diego en 1531 inicia un gran camino de grandes apariciones, según Cecchin.
“Las primeras eran un poco más locales, pero con Guadalupe comienzan las apariciones que interesan a naciones, que interesan a continentes. Luego vienen Lourdes, Fátima, Medjugorje, Kibeho… todas estas grandes apariciones que atraen a la gente porque el santuario es siempre un lugar especial donde la Madre pide ver, como en todas las apariciones, la construcción de un santuario”, detalla.
El director de la PAMI aseguró que los santuarios, desde una perspectiva bíblica, son siempre un espacio de encuentro.
“En el Antiguo Testamento, en las apariciones de Dios, siempre había un lugar, un santuario. Por lo tanto, el santuario se convierte en un momento de encuentro con Dios a través de María, lo que Pablo VI llamaba las clínicas del espíritu. Por eso queremos realmente que los santuarios no sean solo un lugar de oración, sino también de curación, de bienestar, porque Jesús nos dijo: ‘Predicad y sanad”, insistió.
La PAMI, además de su labor teológica, busca que la devoción mariana sea también una fuente de compromiso social y humano.
“Es tarea de la Iglesia no solo hablar, charlar, dar bonitos sermones, sino también estar atenta al bien social. Este es el compromiso que tiene nuestra Academia”, afirmó Cecchin.
La labor de la Academia se extiende a la creación de centros de estudio y al fomento del diálogo interreligioso y ecuménico.
“Nuestra tarea es crear centros y sociedades para estudiar la figura de María en las diversas culturas y también en el diálogo con otras Iglesias cristianas y otras religiones, porque María tiene este papel fundamental en la historia de la Iglesia”, concluyó.