La Virgen anuncia a Mirjana en Medjugorje que no volverá a aparecérsele el día 2 de cada mes

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Un momento de la aparición del 2 de marzo. Mirjana no sabía entonces que sería la última.

Desde 1983, Mirjana Dragicevic-Soldo, una de los seis videntes de Medjugorje, ha estado recibiendo una aparición anual de la Virgen cada 18 de marzo, además de las apariciones mensuales de todos los días 2, que congregan en torno a ella a cientos de personas.

Sin embargo, estas últimas no volverán a tener lugar. Mirjana dio a conocer el anuncio de la Virgen de que no volverá a visitarla mensualmente, manteniéndose sin embargo la aparición anual del 18 de marzo.

“¡Queridos hijos! Mi Hijo, en cuanto Dios, siempre ha mirado más allá del tiempo. Yo, como Vuestra Madre, a través de Él veo en el tiempo. Veo cosas hermosas y cosas tristes. Pero veo que aun hay amor y que hay que hacer que éste se conozca», dijo la Gospa en el mensaje recibido por Mirjana este miércoles: «Hijos míos, no podéis ser felices si no os amáis unos a otros, si no tenéis amor en cada situación y en cada momento de vuestra vida. Yo, como Madre, vengo a vosotros por medio del amor para ayudaros a conocer el verdadero amor y a conocer a mi Hijo. Por eso os llamo a que, de nuevo, tengáis cada vez más sed de amor, fe y esperanza. La única fuente de la que podéis beber es la confianza en Dios, mi Hijo».

Finalmente, en unas palabras que pueden interpretarse tanto en el contexto del tiempo cuaresmal como ante la pandemia munidal de coronavirus, la Virgen dijo a Mirjana: «Hijos míos, en tiempos de inquietud y de renuncia, sólo buscad el rostro de mi Hijo. Solo vivid sus palabras y no temáis. Orad y amad con sentimientos sinceros, con buenas obras, y ayudad a que el mundo cambie y mi Corazón triunfe. Como mi Hijo, yo os digo que os améis unos a otros, porque sin amor no hay salvación. ¡Os doy las gracias, hijos míos!”.

«Durante el resto de mi vida»

La promesa de una aparición anual el 18 de marzo, fecha en la que Mirjana nació en 1965, la recibió de la Virgen momentos antes de entregarle un pergamino que contiene los diez secretos que deberán ser revelados llegado el momento. «Nuestra Señora me dio también un regalo precioso. Me dijo que se me aparecería una vez al año, el 18 de marzo, durante el resto de mi vida«, explica la misma Mirjana en su libro Mi Corazón triunfará: «El 18 de marzo es mi cumpleaños, pero Nuestra Señora no eligió ese día por esta razón. Para ella mi cumpleaños no es diferente al de cualquier otra persona. Sólo cuando las cosas contenidas en los secretos empiecen a suceder el mundo entenderá por qué eligió el 18 de marzo. El sentido de la fecha será claro. También me dijo que tendría algunas apariciones adicionales. Entonces sacó algo parecido a un pergamino enrollado y me explicó que los diez secretos estaban escritos en él y que debería mostrárselo al sacerdote que eligiera cuando llegara el momento de revelarlos».

Así tuvo lugar la última aparición que habrá en Medjugorje a Mirjana un segundo día de mes.

La primera vez que tuvo lugar esa aparición fue en 1983, meses después de que cesaran las apariciones diarias que Mirjana tuvo entre el 24 de junio de 1981 y la Navidad de 1982. Le costó mucho esa espera, pero llegó el día señalado: «En las noches anteriores a mi decimoctavo cumpleaños apenas podía conciliar el sueño. El día de mi cumpleaños me desperté pronto y me preparé para ese día con la ayuda de la oración. Mi familia se unió a mi en el rezo del rosario. Mi expectación era mayor que nunca y cuando esos sentimientos familiares comenzaron a crecer dentro de mí —quitándome el aliento a medida que se intensificaban— estaba casi sorprendida. De repente, sentí como si mi corazón fuera a quemarse dentro de mi pecho y vi a Nuestra Señora ante mí. Era como nacer de nuevo«.

Mirjana siempre ha sido consciente de que las apariciones de los días 2 no estaban garantizadas para siempre: «Al revés de lo que ocurre con mis apariciones anuales, que durarán mientras yo viva», explica en Mi Corazón triunfará, «no sé cuánto tiempo durarán las apariciones del día 2 de cada mes. No obstante, después de casi treinta años, sigue viniendo. Durante las apariciones del día 2 a veces veo lágrimas en el rostro de la Virgen. Ella ama a sus hijos más de lo que podemos imaginarnos y llora por todos los que se pierden. Si vierais sus lágrimas sólo una vez, estoy segura de que dedicaríais vuestra vida a rezar por sus intenciones«.

 

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