Este año el mes de octubre es especial para los católicos. Además de ser un tiempo tradicionalmente dedicado al Rosario y los frutos de su rezo con fe se une este año la decisión del Papa de elegir octubre como el Mes Extraordinario Misionero.
El Rosario y la misión no son conceptos separados sino que van de la mano siendo no solo compatibles sino realmente complementarios. Sin la oración y sin la intercesión de la Virgen la tarea del misionero se complica sobremanera.
Radio María se une al Mes Extraordinario Misionero
Por ello, Radio María ha querido unirse de manera particular a este Mes Extraordinario Misionero que inauguró este martes el Papa con el rezo de vísperas. Con esta iniciativa, Francisco quiere alimentar en todos los cristianos el ardor misionero y recordar que deben vivir en estado permanente de misión, intensificando la oración y el apoyo a los misioneros.
De este modo, Radio María retransmitirá el rezo del Rosario el próximo lunes 7 de octubre a las 15.00, festividad de Nuestra Señora del Rosario, desde la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Este rezo del Rosario será presidido por el cardenal Fernando Filoni, prefecto para la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Este dicasterio ha pedido ayuda a Radio María para organizar y retransmitir este rosario a nivel mundial, por lo que se unirán en oración a la Virgen todas las emisoras de Radio María esparcidas en los cinco continentes.
«Una oración accesible a todos»
El Papa Francisco es un gran defensor del Rosario, del que dice es “una oración contemplativa simple, accesible a todos, grandes y pequeños”. Según explicaba el Santo Padre, “en la oración del Rosario nos dirigimos a la Virgen María para que nos lleve siempre más cerca de su Hijo Jesús, para conocerlo y amarlo cada vez más”.
“Mientras repetimos ‘Ave María’, meditamos los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de la vida de Cristo, pero también de nuestra vida, porque nosotros caminamos con el Señor”, enseñaba el Papa.
Por otro lado, indicaba que “esta sencilla oración, de hecho, nos ayuda a contemplar todo aquello que Dios, en su amor, ha hecho por nosotros y por nuestra salvación, y nos hace comprender que nuestra vida y unidad es la de Cristo”.
Rezando el Rosario, “le entregamos todo a Dios: nuestras fatigas, nuestros dolores, nuestros miedos, pero también nuestras alegrías, nuestros dones, nuestras personas queridas, todo a Dios. Rezando permitimos a Dios entrar en nuestro tiempo para que acoja y transfigure todo lo que vivimos”.
El bien del Rosario en la familia
Por su parte, durante una reciente peregrinación de familias a Pompeya, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, indicaba que «rezando el Rosario en su peregrinación, las familias recibirán los mismos beneficios, porque, como dice el Papa, la familia que reza unida permanece unida. El rezo del Santo Rosario Mariano es un poderoso instrumento para reforzar los lazos e inundar con beneficiosa armonía la relación entre marido y mujer, entre padres e hijos».
«En generaciones pasadas, las familias se reunían en torno al hogar por la tarde para rezar el Santo Rosario -recuerda el cardenal- y esa petición recitada juntos ensanchaba los corazones al perdón, sanando los conflictos que pudieran haber existido en ese día».
El Cardenal Parolin insistió en los frutos de la oración mariana: «Nuestra Señora del Rosario todavía desata los nudos que surgen en las relaciones conyugales y empuja hacia la reconciliación, incluso entre familia y familia [….]. La Madre de Jesús nos muestra el camino y, como en Caná de Galilea, suscita el milagro del vino nuevo para todas nuestras familias, abriendo caminos de solidaridad y de paz para todos los pueblos».