Tiene 18 años, reza el Rosario y siempre lo lleva encima… Incluso lo regala a sus amigos de clase

0
22313

Teresa García Serrano tiene 18 años y reza el Rosario. Siempre lleva uno encima y da testimonio de su fe. En el coche, mientras va caminando… 

Evangeliza a sus compañeros de instituto. Cuando sus amigos le preguntan por qué lo lleva y por qué lo reza, ella les regala uno para que se inicien en la oración.

Con el Rosario a todas partes
Hay quien dice que los jóvenes ya no rezan el Rosario, que es una oración demasiado antigua y monótona para ellos. Otros afirman que el Rosario en familia solo sirve para que los niños aborrezcan el rezarlo.

Teresa García Serrano desmiente estas afirmaciones con la espontaneidad de sus dieciocho años recién cumplidos y a punto de comenzar sus estudios de Magisterio.

Teresa cuenta, entrevistada en el espacio de Orando con María de H.M Televisión, que aprendió a rezar el Rosario con su familia, de la mano de sus padres. Y no se ha avergonzado nunca de rezarlo, ni siquiera ante sus compañeros de clase en el instituto, ante los que ha dado testimonio muchas veces.

De hecho – cuenta ella – ha regalado varios Rosarios a compañeros suyos, con la esperanza de que un día también ellos le digan a nuestra Madre del Cielo, a través de esta oración, un “te quiero”.

Como ella hace cada día, porque “siempre hay tiempo para rezar el Rosario, siempre”, por la sencilla razón de que es una oración que “se puede rezar en cualquier lado, en cualquier momento del día”, “hay tantos y tantos momentos del día en los que puedes llevar tu Rosario en mano, o un denario, o con los diez dedos que nos ha dado Dios, y rezarlo cuando vas por la calle, cuando vas al colegio”. 

La entrevista en el espacio de Orando con María de H.M Televisión se visualiza y escucha en el siguiente vídeo.

Esta es la transcripción completa de la entrevista testimonial a Teresa García Serrano:

– ¿Quién es para ti la Virgen María?
– La Virgen para mí es una madre. Yo, siempre lo digo, tengo más confianza con la Virgen que con el Señor. Yo la cuento todo, y Ella siempre está ahí. Cuando éramos pequeños cantábamos una canción que dice que tenemos dos mamás, una en el Cielo y otra en la tierra. La Virgen María es mi madre, mi maestra, mi  modelo. Ella siempre está ahí para lo que la necesite. Tú te caes y Ella te levanta. Es una madre de verdad.

– ¿Cuándo comenzaste a rezar el Rosario?
– El Rosario siempre ha estado en mi vida porque en mi casa mis padres lo tenían como algo normal. Para nosotros no era nada raro ver un Rosario por casa, o reunirnos por la tarde para rezar el Rosario. A mí nunca me ha costado tener que rezar el Rosario. Recuerdo que mi madre me decía que al menos había que rezar un Misterio.

Cuando nació mi hermano, como somos muy cercanos en edad, nos sentaba a rezar con mi padre y con ella. Y yo lo recuerdo como una cosa normal. Para mí el Rosario siempre ha estado presente, pero he notado el cambio de que, a medida que he ido creciendo, lo he sentido más mío, ha pasado a ser una oración que rezo porque yo quiero. A parte de que, gracias a mis padres, yo lo he podido rezar y llevar día a día, pues yo veo que es una oración muy mía, porque siempre la he tenido conmigo. El Rosario es del día a día, siempre.

– ¿Cuáles son tus misterios preferidos?
– El Rosario lo identifico con los Misterios Gozosos, porque en los Misterios gozosos es donde más “participa” la Virgen, por decirlo así. Pero mi Misterio favorito es el quinto de los Gloriosos, que es la Coronación de María como Reina y Señora de todo lo Creado.

Cuando rezo los Gozosos, los rezo como con más ímpetu, pero ese Misterio Glorioso es como ver que, después del triunfo de la Resurrección, siempre está ahí nuestra Madre, como culmen de toda la historia de la Salvación, por eso es mi misterio favorito.

– ¿Pides algo cuando rezas el Rosario?
– Yo siempre he sabido que, antes de comenzar a rezar el Rosario, se pide por unas intenciones. Y yo lo que hacía era una lista, siempre tenía mi lista con las intenciones del Rosario. Y yo sé que gracias a rezar el Rosario, tanto mi familia como yo hemos alcanzado gracias muy grandes.

A lo mejor no lo ves, no lo palpas, pero tú sabes que es la Virgen la que está intercediendo gracias a que tú estás rezando ese Rosario con esa intención. Y siempre tenemos la costumbre, al empezar el Rosario, tener una serie de intenciones. Yo creo que sí, que siempre vas a recibir una gracia bien para ti, o para el que la pidas.

– ¿Qué dicen tus compañeros de clase sobre el hecho de que reces el Rosario?
– Yo, en cuanto a la gente de mi edad y el Rosario, tengo varias historias divertidas porque yo siempre llevo el Rosario encima. Yo voy al Instituto y llevo el Rosario en la mano. Voy andando por la calle y llevo el Rosario en la mano. De hecho, todos mis compañeros pueden dar fe de ello, porque siempre lo tengo encima de la mesa o en el bolsillo.

Muchas veces me preguntan: “Pero, ¿por qué llevas esto?”, o “¿Qué significa esto para ti?” “Eres una pesada. ¿Por qué siempre lo llevas encima?” Pero cuando ellos entran en razones y les explico, al final me dicen: “Pero qué gozada que tú puedas rezar esto, y te sientas identificada y lo hagas como un acto de amor”. Porque yo siempre explico lo mismo: es como si tú estuvieras todos los días diciendo a tu madre: “Te quiero, te quiero, te quiero”. Pues es lo mismo, en cada Ave María le dices te quiero a tu Madre del Cielo.

Me hace mucha gracia, porque a veces unos dicen “qué tontería”, pero a otros les hace pensar y  dicen: “pues verdaderamente, ¿por qué no probar?” Y, de hecho, tengo amigos a los que les he regalado Rosarios, y les explico para que por lo menos sepan lo que es, para qué sirve, o para que no lo traten como un simple objeto religioso, o como un collar. Es muy bonito ver como reflexionan al dar tú tu testimonio de lo que para ti es el Rosario y de cómo tú lo rezas con fervor, y le dices “te quiero” a tu Madre cada vez que rezas ese Ave María. Es bonito decir a los demás lo que tú experimentas.

– ¿Y qué dices a los que argumentan que no hay tiempo para rezar el Rosario?
Siempre hay tiempo para rezar el Rosario, siempre. No hay excusas porque se puede rezar en cualquier lado, en cualquier momento del día. Yo, al principio, me puse unos tiempos para rezar el Rosario, pero hay tantos y tantos momentos del día en que puedes llevar tu Rosario en la mano, o un denario, o con los diez dedos que nos ha dado Dios y rezarlo cuando vas por la calle, cuando vas al colegio. Yo, por ejemplo, lo rezo cuando voy al colegio, cuando vuelvo, si tengo alguna actividad extraescolar, en el coche…

Nosotros, en mi familia, lo rezamos juntos en el coche. Y luego, hay otra cosa, y es que tú cuando algo te gusta siempre sacas tiempo para hacerlo. Entonces, si a ti te gusta decir te quiero a tu Madre cómo no vas a sacar tiempo para decírselo. Siempre hay tiempo para decirle cosas bonitas a nuestra Madre del Cielo.

– ¿Qué crees que piensa la sociedad sobre el Rosario?
– Yo creo que la sociedad tiene un concepto equivocado de lo que puede ser la oración del Rosario, porque vemos algo aburrido, porque no llegamos a comprender el valor de esa oración. Yo pienso que lo que le hace falta a la sociedad, es ese dar el paso de saber qué es eso, y de que todo el mundo que sabemos lo que es, y que lo rezamos, tanto los jóvenes como los adultos, compartamos eso que nosotros vemos: que el Rosario es bueno, que es algo que aporta, que no es una oración más.

Hay oraciones y oraciones, pero luego está el Rosario, que es un compendio de todo, porque tiene todas las oraciones básicas, y además te diriges a nuestra Madre pero también te diriges al Señor, y todo lo que le hagas a nuestra Madre le agrada al Señor. Se tiene que dar a conocer, y dar a conocer las propiedades tan poderosas que tiene esta oración.

– ¿Cómo se conoce más a nuestra Madre?
Lo primero para conocer a nuestra Madre es querer conocerla. Yo creo que todo el mundo querría tener una madre como es la Virgen. Yo invito a todo el mundo, tanto jóvenes como adultos, a que la conozcan porque te cambia la vida. Yo tengo el privilegio y la suerte de haberla tenido cerca desde pequeña.

He vivido en un ambiente donde la Virgen era la Reina de la casa. Siempre la hemos tenido presente. En todas las habitaciones de la casa tenemos a la Virgen, y siempre es una referencia. Yo creo que es importante que la conozcamos, porque si no la conocemos pasa desapercibida, y no puede pasar desapercibida en nuestra vida la Virgen María. Yo os animo a conocerla porque es la mejor Madre de todas.
 

Quiero recibir Cari Filii News gratuitamente

Quiero suscribirme

Dejar comentario

Please enter your comment!
Please enter your name here