Montevideo prohíbe alzar una estatua de la Virgen pero «los hombres pasan y la Virgen seguirá»

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Así fue la votación en Montevideo que denegó la imagen de la Virgen

La Junta Departamental de Montevideo, la capital de Uruguay, el país más laicista y descristianizado de Sudamérica, votó el pasado 11 de mayo en contra de que se alce una estatua de la Virgen en la playa, junto a la Rambla de los Buceadores. El debate duró tres horas, y fueron 17 votos contra 14 los que prohibieron la imagen de la Virgen.

El proyecto de la estatua nació de grupos católicos que se han acostumbrado a rezar en público en esa zona, con procesiones en la playa, y la diócesis, con el cardenal Sturla a la cabeza, lo apoyaron. Pero aunque en varias formaciones políticas había libertad de voto, el gobernante Frente Amplio obligó a todos sus concejales a votar en contra y así se impidió el proyecto.

Imagen en Montevideo de la diosa del mar Yemanyá,
de los cultos umbanda y del vudú

La diosa Yemanyá, sí; la Virgen, no

En la ciudad hay una estatua muy visible a Yemanyá, la diosa africana umbanda del mar (que cuenta con devotos de los cultos umbandistas) y en otras ciudades hay incluso estatuas dedicadas a la masonería. También las hay dedicadas a vírgenes. Cada ciudad o departamento tiene libertad para decidir, y los argumentos acerca de que las administraciones deben ser laicas (es decir, laicistas) no parecían muy justificadas.

A la votación asistieron muchos ciudadanos. Algunos con folios con la palabra «NO». Otros con banderas que decían «Sí a María» y una docena llevaba rosarios en la mano y rezaba a ratos. Al saberse el resultado de la votación, los defensores del «no» proclamaron vivas a la «laicidad» y a la «república». Del lado católico, alguien dijo en voz alta: «Los hombres pasan y la Virgen seguirá».

Lo cierto es que, efectivamente, los gobiernos municipales van y vienen, pero mientras haya católicos la devoción a la Virgen seguirá ahí (o en cualquier otro sitio).

Llegarán otros gobernantes, y volverá la propuesta

El sacerdote Pablo Coimbra, ecónomo de la arquidiócesis y portavoz en este asunto, anunció que, simplemente, «en una próxima legislatura se puede volver a presentar el proyecto ante la Junta Departamental porque es el camino más natural», indicó al diario uruguayo El País. La Iglesia tiene dos mil años, y paciencia no le falta. Mientras tanto, la estatua de la Virgen no se irá de Montevideo, sino que la diócesis y los fieles le buscaran otra ubicación, por ahora.

Según el diario El Observador, esta es la imagen que los católicos pedían
instalar en la rambla junto al mar… esperarán a otro gobierno menos anticatólico

El sacerdote Pablo Coimbra cree que la votación (y la orden del Frente Amplio de votar en contra) «es claramente un signo de discriminación a la comunidad católica. Cada uno sabrá su fundamentación y la grey católica sabrá lo que hacer con su voto».

Votación pública: lo que dijo cada concejal

Algunos diputados votaron contra la imagen por obediencia a su partido y de mala gana, y así lo dijeron, como es el caso del edil Mariano Arana y de la legisladora Adriana Barros. Arana dijo que le hubiera gustado que se votase en un referéndum popular.

Otro edil, Walter de los Santos, electo por el Frente Amplio pero de actuación independiente en la Junta, votó a favor de la imagen y colocó en su banco una bandera de «Sí a María». Daniel Villamil, que se definió como «colorado, batllista y católico» votó a favor de la estatua. En cambio, Mariano Tucci (MPP), que dijo ser bautizado, catequista y casado por Iglesia, votó en contra. No es nada común que los concejales en Uruguay declaren su filiación en lo religioso y más de uno se sorprendía.

El edil nacionalista Javier Barrios Bove afirmó en el debate: «Oponerse a la instalación de la Virgen es un gesto de intolerancia. Esto es anticlericalismo. La mejor ciudad no es la que esconde ni prohíbe, sino la que reconoce las diferencias y convive con ellas», y denunció que se impidiese a muchos ediles votar con libertad.

Walter de los Santos exigió que la votación fuera nominal, pública, obligando a cada edil a expresar su opinión y justificar su voto. El concejal Marcos Laens (Partido de la Gente) se mostró partidario de plebiscitar el tema y preguntó: «¿Por qué se autorizó la imagen de Yemanyá, y otras, y no se acepta la de María?»

El cardenal Sturla se ha mostrado muy activo en la propuesta y lamenta la prohibición

El cardenal lamenta «el retroceso» y «la discriminación»

El cardenal Sturla, que ha pedido varias veces que el país supere el laicismo excluyente y practique más bien una laicdad sana, difundió un mensaje en vídeo y por escrito lamentando «profundamente» el resultado de la votación. La consideró «un claro acto de discriminación hacia la comunidad católica que nos retrotrae a más de un siglo de distancia, a tiempos de duros enfrentamientos que parecían ya superados».

«El hecho de esta votación significa un claro retroceso en la laicidad entendida como apertura, pluralidad, posibilidad de manifestar, también a través de un monumento, una de las expresiones religiosas más queridas para un importante núcleo de la ciudadanía», expresó en un comunicado.

«La petición de colocar una imagen de la Virgen María en la Rambla del Buceo, iniciativa de un grupo de ciudadanos católicos, avalada y presentada a las autoridades municipales por el Arzobispo de Montevideo, contó con la aprobación de la Intendenta Ana Olivera, del Intendente Daniel Martínez, de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación, del Municipio CH y de la Comisión de Nomenclatura de la Junta», recordó Sturla, quien reclamó «compartir la pluralidad de visiones en la vida democrática desde la identidad de cada uno».

Hay estatuas de la Virgen, de diosas, ¡de la masonería!

El diario El País de Uruguay publicó un repaso de la tradición de colocar imágenes en un país muy laicista, pero donde cada región y ciudad (hay 18 departamentos) tiene libertad para tomar decisiones.

En Cerro Largo hay una decena de imágenes de la Virgen en espacios públicos urbanos, todas autorizadas por el gobierno local. Una es llamada popularmente la «Virgen del Nano», porque fue erigida durante el gobierno departamental del líder nacionalista Saviniano «Nano» Pérez en la década de 1950.

En la entrada a la ciudad de Florida se encuentra una réplica de la Virgen de los Treinta y Tres Orientales, cuya imagen original está en la catedral local. Se colocó en ese sitio tras una colecta popular. En la playa El Emir de Punta del Este la figura de la Virgen de la Candelaria se ve entre las rocas. Su imagen es parte de la leyenda desde que Juan Díaz de Solís llegó a sus costas en el año 1516.

Durante el año 1977 fue instalada en el puerto de La Charqueada, el monumento a la Virgen de los Pescadores en un espacio público junto al río Cebollatí.

En Melo se puede ver la Virgen del Pilar, en la rambla Juana de Ibarbourou sobre el arroyo Conventos, la «Patrona de Melo». A pocos metros, por el mismo paseo, en el año 2001 las agrupaciones umbandistas levantaron un monumento a la diosa de las aguas, Yemamyá. Hay otra imagen de Yemanyá sobre un pedestal de 4 metros en el balneario Lago Merín desde 1997.

También en Melo hay una cruz de piedra ante el cementerio y en pocos meses comenzará la construcción de la plaza que se llamará Juan Pablo II colocándose un busto del santo pontífice.

En la ciudad de Salto en la década de 1980 se inauguró en la costanera sur, cercana al Club de Pesca, la imagen de la Inmaculada Concepción de María. Cada 8 de diciembre centenares de fieles peregrinan desde la catedral salteña para venerar a esa virgen. Pero en esta misma ciudad los umbandistas veneran una imagen de Yemanyá sobre la playa «Las Cavas«, con vista a la costa argentina.

Además, las organizaciones evangélicas salteñas construyeron en esta ciudad un pedestal con una estatua representando a la Biblia. Y no falta un monumento dedicado al Partido Comunista del Uruguay, desde 2012.

En el año 2006 en Rivera se aprobó la instalación de un monumento a la Masonería.

Encuentro de oración católica en la playa de Montevideo;
estos encuentros llevaron a la petición de la imagen

No hay Semana Santa, no hay Navidad, sólo un 45% de católicos…

Como recordó el cardenal Sturla en declaraciones a la agencia Aciprensa hace unos meses, en Uruguay, desde hace cien años, se practica un laicismo especialmente beligerante: Uruguay “no conoce oficialmente el día de Navidad, Semana Santa, Día de Reyes o Día de la Inmaculada, sino que la Semana Santa se llama ‘la semana del turismo’, la Navidad ‘día de la familia’, Inmaculada fue el ‘día de las playas’, ahora tampoco es feriado”.

En el país sudamericano, explicó el cardenal, poco más del 45% se considera católico, mientras que sobre el 13% son cristianos de diversas denominaciones. En Montevideo, que tiene 3 millones de habitantes, la diócesis está desarrollando muchas iniciativas de Nueva Evangelización, con encuentros de oración al aire libre, como el que originó esta propuesta.

 

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