“¡Hemos contratado arquitectos, estamos construyendo un Medjugorje nuevo!”, proclama con entusiasmo el arzobispo polaco Henryk Hoser, designado en mayo pasado por Francisco visitador apostólico ad nutum (esto es, hasta que la Santa Sede disponga otra cosa) de la parroquia de Medjugorje.
Así lo afirma en una entrevista concedida el 5 de enero a Darko Pavičić para el diario bosnio Večernji, que reproduce en español el Centro Medjugorje.
Crece el número de peregrinos de todo el mundo
Señaló, una vez más, que su presencia en Medjugorje obedece a una decisión del Santo Padre, quien lo “envió como visitador apostólico con un papel específico para la parroquia de Medjugorje, enfatizando de este modo la importancia de Medjugorje y su significado”. En otro momento de la entrevista añadió que “la atención del Santo Padre por el desarrollo pastoral que tiene lugar en Medjugorje es muy importante”. Las estadísticas demuestran que aumenta el número de peregrinos que vienen de todo el mundo y que después de su regreso a casa hacen todo lo posible para seguir viviendo en el espíritu y la devoción que encontraron en Medjugorje.
Monseñor Hoser sigue familiarizándose con la realidad compleja y rica que existe allí, destacando dos aspectos de su misión, el espiritual y el material. Respecto a este último, señaló que «la infraestructura actualmente disponible es muy sencilla en comparación con la cantidad de peregrinos”.
Plena autoridad, complementaria del obispo local
Ante la pregunta sobre si tiene autoridad de gestión, el prelado respondió de forma clara que sí tiene “autoridad para actuar aquí, por ejemplo, en relación con las nuevas comunidades en Medjugorje cuya posición aún no se ha institucionalizado y cuya situación no está formalizada. La Santa Sede me ha dado plena autoridad no solo para conocer su situación, sino para actuar o posiblemente aprobar su presencia, siempre que estén en consonancia con las normas de la ley eclesiástica”. Además, señaló la importancia y competencia para fomentar un número suficiente de confesores, establecer un número mínimo de confesores fijos y, por otra, proponer unas bases para los sacerdotes que acompañan a los peregrinos durante la peregrinación.
En cuanto a su relación con el obispo local, Ratko Peric, quien como es sabido está contra el fenómeno de Medjugorje, se supo que antes de Navidad le había visitado en Medjugorje. Monseñor Hoser señaló que su misión “es complementaria…, hay áreas reservadas para el obispo local y otras que competen a mi autoridad y que debo llevar a cabo de acuerdo con el mandato que recibí”.
Por otra parte, señaló la «cooperación sincera y fructífera» con los hermanos franciscanos que sirven a la parroquia de Medjugorje, valorando su gran experiencia en la guía de santuarios.
Incrementar la catequesis
Ensalzó el desarrollo de la liturgia y de otras formas de devoción llevada a cabo por los franciscanos que son todas ellas “correctas desde el punto de vista de las enseñanzas de la Iglesia y de los reglamentos litúrgicos”. Como mejoras a nivel espiritual señaló seguir trabajando en la formación de las catequesis a los peregrinos, congresos, seminarios, retiros, renovaciones espirituales para los sacerdotes, frailes, etc. Y en cuanto a mejoras estructurales dijo que “ya hay un grupo de arquitectos preparando proyectos para cubrir el altar exterior y la construcción de la capilla de Adoración Perpetua”. Se trata de desarrollar un espacio para las celebraciones litúrgicas que se cubrirá para preservar a los peregrinos de las condiciones climáticas, el calor en verano y el frío en invierno.
En cuanto a los videntes, afirmó no haberse encontrado con ellos desde la primera de las visitas a Medjugorje, el próximo “encuentro será en un futuro. Hablé con algunos videntes durante la primera visita. Mi función especial no es investigar las apariciones ni el aspecto dogmático de estas apariciones sino solo la atención pastoral”.
El informe pastoral, positivo
Preguntado por el informe del cardenal Camillo Ruini sobre Medjugorje dijo que no está publicado oficialmente: «Así que no puedo comentar el informe». En cuanto a su propio informe, enviado el año pasado, «fue positivo»: «Y ahora estoy en condiciones de confirmar el informe del año pasado y ampliarlo con los cambios que he encontrado, los nuevos elementos que he visto y que no había comentado en el último informe”.
Sobre la fe del pueblo croata, el arzobispo polaco destacó que, «para los croatas, la fe católica es un aspecto muy poderoso que ha salvado la existencia de su sociedad durante los últimos siglos que fueron muy difíciles, por ejemplo durante la ocupación turca. Creo que el número de croatas que vienen aquí confirma su apego a la fe católica, tienen una fe profunda y llena de entusiasmo. Esta es la identidad de los croatas, y no solo de Bosnia y Herzegovina, sino también de la República de Croacia y de otros países vecinos, porque los idiomas son similares en Serbia, Eslovenia, etc.”
«Mientras nosotros vivamos»
Sobre las similitudes de las apariciones de Medjugorje con las de Ruanda, donde estuvo destinado durante años, afirmó que, “según los videntes en ambos sitios las apariciones comenzaron en 1981; en Medjugorje en junio y en Ruanda en noviembre de ese mismo año. En ambos sitios faltaba la paz. La guerra en los Balcanes fue dura y difícil, y en Ruanda fue una guerra civil, un genocidio, que duró cuatro años y que también tuvo sus trágicas consecuencias”.
“Oremos juntos por la decisión final sobre estos acontecimientos y para que se tome una decisión definitiva mientras nosotros vivamos”, fue el deseo final de monseñor Hoser.