Jóvenes evangelizadores precedidos por la Virgen María. Este es el espíritu central de Misión País, un proyecto iniciado por un grupo de universitarios católicos que tiene como objetivo poner a la juventud al servicio de la Iglesia y de las personas más necesitadas a través del voluntariado y la oración.
Este apostolado de Misión País nació en Chile, donde cada año miles de universitarios católicos recorren el país evangelizando durante sus vacaciones. La Hermana Lucía, de la Hermanas de María de Schoenstatt lleva siete años en España y acompaña a los jóvenes en esta misión de llevar “el mensaje de Cristo” por pueblos y ciudades.
Esta religiosa afirma convencida que Misión País es “una onda expansiva que va ayudando a que España sea cada vez más una tierra mariana”. En estos momentos, Córdoba es uno de los lugares donde los jóvenes están desarrollando esta evangelización y así lo recoge el propio obispado cordobés.
La misión tiene una duración de tres años. Comienza con el acogimiento, posteriormente la transformación y en último lugar, el envío de misioneros y misionados. Así lo explica Antonio Beteré (21 años), encargado de Misión País en España y estudiante de Economía. Antonio pertenece a la juventud de Shoenstatt, que a su vez es el movimiento que se encarga de articular el proyecto.
Esta iniciativa chilena llegó a nuestro país en 2014 y en Villanueva del Duque tuvo su primer destino misionero. Desde aquel momento se ha seguido desarrollando la misión por otras provincias españolas, extendiéndose por nueve pueblos de Córdoba y Sevilla y en las comunidades asturiana y cántabra.
Todo es posible gracias a los trescientos misioneros que se ofrecen voluntariamente a dedicar parte de sus vacaciones a evangelizar a otros jóvenes que no conocen todavía a Jesucristo y a su madre, María.
Según Beteré este es uno de sus objetivos “convertir España en una tierra de María de la mano de los jóvenes”. De aquella juventud que recibió la misión en Villanueva hace seis años queda José Manuel Granados (25 años), responsable ahora de la misión en Aguilar de la Frontera.
Allí ha comenzado este año la misión, que continúa en la poblaciones de Añora, El Viso, Hinojosa del Duque, Fuente Palmera y Cabra.
Durante la semana que los jóvenes están en cada localidad se instalan en casas de vecinos que los acogen voluntariamente. Su jornada empieza cada mañana con una oración en común, posteriormente se separan por grupos para visitar colegios, institutos, residencias de ancianos y enfermos, dando testimonio y explicando la labor de Misión País.
Por las tardes, realizan el “puerta por puerta”, es decir, visitan casas espontáneamente, por parejas, para dar a conocer el proyecto y acompañar un rato a los vecinos que voluntariamente les abren sus puertas.
Esta es la actividad que más trabajo cuesta al principio, pero luego “es la que más gusta”, asegura Marta García, una joven madrileña de veintidós años, estudiante de Biomedicina, que se encuentra este año realizando su quinta misión. Para ella lo más admirable es ver cómo los jóvenes se sorprenden de ser misionados por otros jóvenes.
La espiritualidad mariana es una de las grandes cualidades de Misión País y del movimiento Schoenstatt, de ahí que con los jóvenes vaya siempre “La Mater”, la Madre, Reina y Victoriosa tres veces admirable de Schoenstatt. La Virgen peregrina ofrece tres gracias a quienes la reciben: cobijamiento, de transformación interior y de fecundidad apostólica.
Misión País se lleva a cabo cada año entre enero y febrero, coincidiendo con el fin de los exámenes de los universitarios. Cada año son más los misioneros y los pueblos, algunos de ellos inmersos ya en alguna de las tres etapas y, otros arrancando con la iniciativa. Sin lugar a dudas las localidades que reciben a estos jóvenes no quedan indiferentes, acogiendo su alegría y testimonio de evangelización.
Bladimir Navarro es el sacerdote cubano encargado de fundar Misión País en Cuba en 2015. Actualmente se encuentra en España estudiando la Licenciatura en Teología Moral en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid. Para él Misión País “es una de sus pasiones como sacerdote” ya que le gusta mucho la idea de llegar a jóvenes universitarios y poder evangelizar a través de la juventud.
Carmen Osuna es profesora de religión en el IES Vicente Núñez de Aguilar de la Frontera y destaca de la misión la gran experiencia que ha supuesto para los alumnos conocer, de primera mano, el testimonio de fe de otros jóvenes, así como la alegría que han transmitido los misioneros en las aulas del centro.