La Santa Sede ha publicado este martes la Exhortación Apostólica Postsinodal Christus Vivit centrada en la juventud, y que firmó el Papa Francisco el pasado día 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, en la casa de la Virgen en el santuario de Loreto.
En su extenso escrito en el que analiza el papel de la juventud en la Iglesia, Francisco no se olvida de la importancia que la Virgen tiene en este proceso ni en el ejemplo que supone María para los jóvenes. Es más, utilizando el lenguaje de los jóvenes el Papa la define como la “influencer” de Dios.
Según escribe el Papa en la exhortación apostólica, la Virgen “es el gran modelo para una Iglesia joven, que quiere seguir a Cristo con frescura y docilidad”. Y recordó que “cuando era muy joven recibió el anuncio del ángel y no se privó de hacer preguntas. Pero tenía un alma disponible y dijo: ‘aquí está la servidora del Señor’”.
La fuerza del ‘sí’ de María joven
Francisco asegura que “siempre llama la atención la fuerza del ‘sí’ de María joven. La fuerza de ese ‘hágase’ que le dijo al ángel. Fue una cosa distinta a una aceptación pasiva o resignada. Fue algo distinto a un ‘sí’ como diciendo: bueno, vamos a ver qué pasa. María no conocía esa expresión ‘a ver qué pasa’. Era decidida, supo de qué se trataba y dijo ‘sí’, sin vueltas”.
A su juicio, «el ‘sí’ de María fue el de quien quiere comprometerse y el que quiere arriesgar, de quien quiere apostarlo todo, sin más seguridad que la certeza de saber que era portadora de una promesa”.
Por ello, el Papa pregunta en Christus Vivit a los jóvenes: “¿Se sienten portadores de una promesa? ¿Qué promesa tengo en el corazón para llevar adelante?”. Ante estas cuestiones, el Santo Padre afirma que “María tendría, sin duda, una misión difícil, pero las dificultades no eran una razón para decir ‘no’. Seguro que tendría complicaciones, pero no serían las mismas complicaciones que se producen cuando la cobardía nos paraliza por no tener todo claro o asegurado de antemano”.
La ‘influencer’ de Dios
“¡María no compró un seguro de vida! ¡María se la jugó y por eso es fuerte, por eso es una influencer, es la influencer de Dios!”, recalca el Papa, que añadió que “el ‘sí’ y las ganas de servir fueron más fuertes que las dudas y dificultades”.
En su escrito, explica a los jóvenes que “Ella supo acompañar el dolor de su Hijo, sostenerlo en la mirada, cobijarlo en el corazón. Dolor que sufrió, pero no la resignó. Fue la mujer fuerte del ‘sí’ que sostiene y acompaña, cobija y abraza. Ella es la gran custodia de la esperanza. De ella aprendemos a decir ‘sí’ en la testaruda paciencia y creatividad de aquellos que no se achican y vuelven a comenzar”.
“María era la chica de alma grande que se estremecía de alegría, era la jovencita con los ojos iluminados por el Espíritu Santo que contemplaba la vida con fe y guardaba todo en su corazón de muchacha. Era la inquieta, la que se pone continuamente en camino, que cuando supo que su prima la necesitaba no pensó en sus propios proyectos, sino que salió hacia la montaña ‘sin demora’”
Así, Francisco recuerda que “aquella muchacha hoy es la Madre que vela por los hijos, estos hijos que caminamos por la vida muchas veces cansados, necesitados, pero queriendo que la luz de la esperanza no se apague. Eso es lo que queremos: que la luz de la esperanza no se apague. Nuestra Madre mira a este pueblo peregrino, pueblo de jóvenes querido por ella, que la busca haciendo silencio en el corazón aunque en el camino haya mucho ruido, conversaciones y distracciones. Pero ante los ojos de la Madre sólo cabe el silencio esperanzado. Y así María ilumina de nuevo nuestra juventud”.
María, Puerta del Cielo, ruega por nosotros