Las 3 causas por las que 2018 es año jubilar en el Santuario mariano de Covadonga

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En el año 718, siete años después de la invasión musulmana de la Península Ibérica, el conde Don Pelayo y otros líderes astures se levantaron en armas contra el visir Munuza y las autoridades musulmanas, negándose a pagar los impuestos de sumisión que se les exigían. Esa rebelión del año 718, que lleva a la batalla victoriosa de Covadonga en el 722, se recuerda ahora, 1.300 años después, con el Año Jubilar del santuario mariano de Covadonga (www.santuariodecovadonga.com). La victoria fue atribuida a la ayuda de la Virgen de la cueva -las crónicas dicen que un desprendimiento de rocas acabó de derrotar a las huestes musulmanas- y fue considerada el inicio de la Reconquista.

La coronación de la Virgen hace 100 años

Otra efeméride importante es la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga, que tuvo lugar el 8 de septiembre de 1918 con la presencia del rey Alfonso XIII y por gracia concedida por el papa Benedicto XV. Las coronas que lucen la Virgen y el Niño fueron sufragadas con donativos de los fieles y elaboradas en los talleres Granda.

Y una tercera efeméride es que ese mismo año se declaró el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, que en palabras del Papa San Juan XXIII, «es una sonrisa de la naturaleza». El nombre oficial actual del parque es Parque Nacional de los Picos de Europa, e incluye territorios de tres comunidades autónomas: Asturias, Castilla y León y Cantabria.

Encuentro entre Dios, la Naturaleza, la Historia y la Virgen

Adolfo Mariño, abad del real sitio de Covadonga, ofreció el 27 de febrero una conferencia en el Ateneo Jovellanos de Gijón titulada «Covadonga lugar de encuentro«, explicando que quienes se encuentran son «Dios, la Naturaleza, la Historia y una mujer, María, la Santina».

La imagen escondida en la Guerra Civil

Mariño explicó que durante la Guerra Civil el santuario estuvo cerrado, y la imagen de la Virgen escondida en un armario. Posteriormente se llevó a Gijón y un comunista se la llevó a Burdeos para protegerla. Al final de la contienda apareció en la Embajada española de París. En julio de 1939 volvió a Covadonga, recibida con gran alegría por parte de los asturianos.

Dos papas han visitado Covadonga: San Juan XXIII y San Juan Pablo II. También estuvieron allí San Antonio María Claret y San Pedro Poveda. Covadonga forma parte de una de las rutas del Camino de Santiago. El abad insistió en que allí «se respira paz, recogimiento, belleza, y fe». Hasta el santuario llegan peregrinos de toda España, de Europa, y de Latinoamérica. Y este Año Jubilar, sin duda, serán más.

María, Reina de las Familias, ruega por nosotros.

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