El reciente estudio “Creencias religiosas latinoamericanas 2014” de Pew Forum sobre las creencias de católicos y protestantes en Hispanoamérica ha dado resultados curiosos sobre muchos temas, pero uno de los más peculiares es el de la pregunta referida a la Virgen María.
A los encuestados de 19 países latinoamericanos se les preguntó si consideraban que rezar (u orar o pedir) a la Virgen María es aceptable en la fe cristiana.
Los católicos responden "sí", pero…
La mayoría de los encuestados que se declaraban católicos dijeron que sí era aceptable, y siempre en porcentajes superiores al 80 por ciento. Pero con diferencias extrañas según el país.
Por ejemplo, los países donde los católicos tenían más claro que es aceptable orar a la Virgen son, según este sondeo, Paraguay (97% lo ve aceptable), Argentina (96% lo ve aceptable), Guatemala, Brasil y Puerto Rico (en estos tres países, un 93% lo ve aceptable).
Por el contrario, los países donde menos católicos veían aceptable orar a la Virgen María fueron Panamá (sólo un 81% de católicos lo aprobaban), México y Honduras (sólo un 82% de católicos lo aceptaban) y Bolivia y Chile (con un 85 y 86% a favor).
Lo que enseña el catolicismo
Por supuesto, la doctrina católica enseña que orar a María (y a otros santos del Cielo) no sólo es aceptable sino conveniente y loable.
El Catecismo enseña que María, “con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna; por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora" (CIC 969).
También explica el Catecismo que “todo el influjo de la Santísima Virgen en la salvación de los hombres… brota de la sobreabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación, depende totalmente de ella [de la mediación de Cristo] y de ella [de la mediación de Cristo] saca toda su eficacia" (CIC 970). Y añade que “desde los tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de Madre de Dios, bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades” (CIC 971).
El beato Pablo VI, en “Marialis Cultus”, asegura que María es “Madre amantísima” y señala “su incesante y eficaz intercesión mediante la cual, aún habiendo sido asunta al cielo, sigue cercanísima a los fieles que la suplican, aún a aquellos que ignoran que son hijos suyos”.
Aparte de estos elogios a María como intercesora, la clave en la propuesta católica es que igual que podemos pedir intercesión a un amigo de nuestra parroquia o a un pariente, también podemos pedirla a los que ya murieron y están vivos en el Cielo ante Dios.
El Catecismo enseña (en el párrafo 956) que “por el hecho que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad… no dejan de interceder por nosotros ante el Padre”.
Que los santos interceden ante Dios en el cielo se puede ver por ejemplo en la Biblia, en Jeremías 15,1 cuando Dios mismo explica o da por cosa sabida que a veces se le ponen por delante Moisés y Samuel (con peticiones en el cielo, se entiende… aunque en esta ocasión concreta Dios no estaría dispuesto a cumplir su petición).
Algunos protestantes sí imploran a María
Pese a que la intercesión de los santos y el culto a María que incluye pedir cosas a María en oración ha sido práctica común de siempre de los cristianos de Oriente y Occidente, en el siglo XVI nació el protestantismo que no admite la petición de intercesión a los santos… en teoría, porque en la práctica cada grupo protestantes puede tener su propia doctrina (contradiciendo unos grupos a otros). Por ejemplo, algunos anglicanos y algunos luteranos “tradicionales” (sobre todo los que siguen cierto calendario litúrgico, con sus fiestas de santos “nacionales” como San Jorge o San Olaf) creen que es correcto pedir la intercesión de los santos… y eso debería incluir a María.
Pero en Hispanoamérica hay pocos anglicanos y luteranos “litúrgicos”, y la mayoría de los protestantes son pentecostales.
Con todo, el estudio de Pew Forum demuestra que muchos protestantes ven correcto orar a María: son uno de cada cuatro protestantes argentinos, uno de cada cinco protestantes de Paraguay y hasta un 38% de los protestantes uruguayos.
Así, los protestantes “más marianos” de América Latina son: los uruguayos (un 38% ven bien orar a la Virgen), los argentinos (un 26% lo aprueban), los paraguayos (un 19% lo aprueban), los chilenos (un 14% lo aprueban), los mexicanos y puertorriqueños (un 13% lo aprueban).
Es curioso que los 3 países con protestantes "más marianos" compartan como patrona a la Virgen de Luján.
Los “menos marianos” son los guatemaltecos y bolivianos (sólo un 7% aprueban orar a la Virgen).
Los resultados son asombrosos cuando se repasan.
México, país del que se dice que es más guadalupano que católico, es según la estadística de los menos marianos: ¡sólo un 82% de católicos ven bien rezar a la Virgen, cuando por doctrina debería ser el cien por cien!
En cambio, Argentina sería el país más mariano de América, pese a tener fama de ser de los países más liberales de Hispanoamérica: muestra una devoción mariana del 96% entre católicos y del 26% entre protestantes… sería el país más mariano de América.
Los países donde católicos y protestantes están más divididos en su devoción mariana serían Guatemala (86 puntos separan la devoción mariana de los católicos de la de los protestantes), Venezuela (84 puntos), Brasil y El Salvador (ambos con 83 puntos de separación.