De cara al centenerario de las apariciones de la Virgen en Fátima, los periodistas Dario Chimeno y José María Navalpotro, director y redactor jefe, respectivamente, de la revista Mundo Cristiano, han publicado Cien años de luz (Palabra).
“Fátima es un foco de oración que ha llenado de luz a tantas personas. En la historia de las apariciones, la luz es una constante en los relatos”, recuerdan los autores en la presentación del libro. Para ellos, una prueba “del cumplimiento de los mensajes marianos puede observarse en incontables conversiones personales, en los milagros físicos, así como en la Consagración del mundo al Corazón de María, la extensión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María”.
Ambos periodistas explican más detalles de este libro y del extraordinario fenómeno de Fátima en una entrevista con José Beltrán en Vida Nueva:
“Hemos querido hacer un libro sencillo para el gran público y que pueda leer por capítulos, conocer y entender qué pasó hace cien años en Fátima, qué ha dicho y dice la Iglesia y los Papas sobre estas apariciones y qué es el Santuario hoy en día, con sus testimonios, milagros, y datos”, explica con humildad este periodista.
Además, detalla cómo el libro “no es un tratado, ni va a aportar nada esencialmente nuevo de lo que ya otros han escrito con mucho acierto. Pero sí queremos que el lector descubra lo que a nosotros no deja de asombrarnos: que cuanto más sabes de Fátima, más te sorprende la Virgen y, evidentemente, Dios mismo”.
Fátima, foco de devoción popular mundial
Precisamente desde ahí, Chimeno presenta a Fátima como un “foco de devoción popular “muy arraigado, y no solo en Europa, sino en todo el planeta. Allí te encuentras desde coreanos hasta rusos, pasando por vietnamitas o argentinos”. Prueba de ello son los cinco millones de personas que se reciben cada año: “Fátima es un verdadero foco de paz, de amor a la Virgen, de amor a Dios en definitiva. Y eso el Papa lo sabe y quiere dar su bendición –subraya Chimeno-. Antes se menospreciaban estas formas de devoción popular y ahora cada vez más va gente de todo nivel intelectual y social, muy especialmente familias”.
El riesgo de lo extraordinario
Desde este halo de misterio que puede rodear a esta devoción, los santuarios ligados a apariciones marianas pueden correr el riesgo precisamente de quienes acuden queden atrapados por lo extraordinario. ¿Cómo dar un salto más allá para que, lejos de deslumbrarse por el “espectáculo” al que puede incitar, se traduzca en un impulso para una fe madura?
«En general nos gusta lo extraordinario y todo aquello que reluzca con brillos de apocalipsis, nos atrae. Sin embargo, la luz de Dios y de la Virgen es distinta. Es más cálida, protectora, acogedora. Es maternal. Por eso hemos querido titular el libro como Cien años de luz. La luz de la Virgen siempre está ahí. Es cierto que la Virgen quiso revelar a unos niños –revelaciones privadas– un secreto en tres partes. Y que su contenido es fuerte (el infierno, las guerras mundiales, el comunismo, la persecución de la Iglesia, el atentado del Papa…)”, reconoce Darío Chimeno.
A renglón seguido apostilla que, “como ya explicó la propia Sor Lucía ‘el objetivo de todas las apariciones era el de hacer crecer siempre más en la fe, en la esperanza y en la caridad. Todo el resto era solo para conducir a esto’”. De ahí que el coautor del libro, se muestre convencido de que “los peregrinos en Fátima no destacan por grandes emociones o manifestaciones exageradas, lo que destacan todos es el ambiente de paz y de oración. No es secundario que la explanada se llame ‘recinto de oración’”.