El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, confía en que la procesión extraordinaria Magna Mariana Regina Mater, que reunirá el próximo 27 de junio a 24 vírgenes coronadas, sea «un acontecimiento grandioso» y que supere al Vía Crucis Magno de la Fe celebrado en 2013, que congregó a más de 150.000 personas.
El obispo, informa Europa Press, recuerda que este evento se realizará «por iniciativa de las propias cofradías«, que él acogió «con agrado», ante la perspectiva de que «el mundo cofrade quiera, con su propio lenguaje, expresar y sacar a la calle pacíficamente aquello que celebramos en los templos». De este modo, explica que «la iniciativa de la Magna Mariana tiene un sentido profundo, pues ha surgido al hilo de la unión de la Iglesia y de María, que está expresada visiblemente en las imágenes», sobre las que abunda que son «preciosas y que, además, son patronas en distintos lugares» de la provincia.
En cuanto al recorrido, este culminará en la Mezquita-Catedral, que abrirá sus puertas para la Magna Mariana, «y será como si la Catedral fuese visitada por María Santísima en sus distintas imágenes», buscando con ello «escenificar la unión de María e Iglesia, con motivo del 750º aniversario de la Catedral de Córdoba«, en cuyo interior culminará esta procesión extraordinaria con la celebración de un acto religioso.
La Magna Mariana, que organizará la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, seguirá el itinerario del Vía Crucis Magno celebrado el pasado año, de modo que las vírgenes participantes saldrán en procesión desde las sedes que se les asigne, en las parroquias más cercanas a la Catedral. Tendrán como punto de encuentro la Cruz del Rastro y desde allí irán rezando el rosario camino de la Catedral. Una vez en el templo catedralicio, se rezará una sabatina, y el Obispo dedicará unas palabras antes de impartir la bendición final. Finalmente, las hermandades volverán a sus sedes correspondientes.
