Una de las devociones marianas nacionales que coinciden con la fiesta litúrgica de la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre es Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela. Además, el 11 de septiembre se celebra su coronación canónica hace 63 años por Pío XII.
Coromoto no es un lugar. Es el indio que vio a la Virgen.
No es frecuente que una advocación lleve el nombre del vidente.
Otra peculiaridad de esta manifestación de la Virgen es que el indio vidente no era persona devota, ni siquiera estaba bautizado, más aún era hostil al cristianismo. La Virgen le perseguía.
Eso conforma un caso muy distinto al de los 3 Juanes que encontraron la Virgen de la Caridad en Cuba o los que encontraron a la Virgen de Aparecida en Brasil o el caso de la Virgen de Guadalupe aparecida al virtuoso y humilde indio católico San Juan Diego.
Cuenta la historia -se ha transmitido sobre todo por tradición oral, aunque bastante detallada- que el hecho ocurrió en Guanare, lo que hoy es el estado venezolano de Portuguesa, un 8 de septiembre de 1652.
Los españoles fundaron Guanare en 1591, y en ese momento muchos indios de la región de los Cospes abandonaron la zona para no someterse a su gobierno, adentrándose en las selvas al norte.
Ese 8 de septiembre de 1652, la Virgen María, descrita por los indios como "una señora muy bonita" se apareció al jefe Coromoto y le dijo que para "ir al cielo" debía bautizarse con su pueblo.
El jefe indio lo comentó con el jefe español de la zona, don Juan Sánchez, quien le conminó a preparar a su tribu para poder bautizarse en 8 días. Efectivamente, varios indios se bautizaron entonces, pero no el jefe Coromoto, porque dejaría de ser jefe al integrarse su pueblo en la estructura de la sociedad española.
Coromoto huyó a la selva… y la Virgen se le apareció otra vez, allí, lejos del territorio español.
Enfurecido con la Virgen, alzó su brazo para agarrarla pero la imagen desapareció, aunque dejó una estampilla hecha de fibra de árbol, que es la reliquia que hoy se venera en el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto.
Fotografía de la imagen-reliquia en fibra de árbol
que ha dado origen a la iconografía de esta advocación
Después, una serpiente venenosa mordió al rebelde indio, que, herido y moribundo, volvió a Guanare. Pensando que iba a morir, pidió finalmente el bautismo. Pero vivió y se convirtió en un evangelizador.
Animó a otros indios rebeldes a bautizarse como él y murió ya anciano con el nombre de Ángel Custodio.
Entre el 8 y 11 de septiembre miles y miles de peregrinos venezolanos acuden a la Basílica Menor Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto, ubicada en el sector Quebrada de la Virgen, a 25 kilómetros de la ciudad de Guanare, para venerar esta advocación. Hay quien considera que con las basílicas de Guadalupe en México y Aparecida en Brasil es una de las tres más modernas e importantes de Hispanoamérica.
En 2006, la historia de Coromoto inspiró una película dirigida por Carl West que se emitió en varios países hispanos: Caracol (Colombia), Radio Caracas Televisión (Venezuela), TV Azteca (México), Wapa TV (Puerto Rico), América TV (Perú), Medcom (Panamá) y Canal 13 (Chile). Además de las apariciones, incluye una historia de amor y otros elementos de aventuras.