El arzobispo de Seúl consagra Pyongyang a la Virgen de Fátima para que un día Corea del Norte vuelva a rezar «en paz y alegría»

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El cardenal Andrew Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl, explicó a través de un comunicado de la diócesis que la razón de consagrar formalmente la diócesis de Pyongyang a la Virgen de Fátima en la festividad de la Asunción es su «esperanza de que, con la protección y auxilio de Nuestra Señora, la Iglesia de Corea del Norte pueda un día rezar al Señor de nuevo en paz y alegría«.

El acto formal de este 15 de agosto en la catedral de Seúl es continuación del que tuvo lugar el pasado 29 de junio, con una dedicación similar. El cardenal Yeom es el administrador apostólico de Pyongyang, aunque nunca ha podido ir allí. Se calcula que en Corea del Norte, que sufre un régimen comunista, puede haber unos diez mil católicos, que no tienen un solo sacerdote para darles los sacramentos.

El purpurado afirma que tomó la decisión de esta consagración tras «intensa oración y discernimiento», y la quiso hacer coincidir con el 75º aniversario del abandono del país por las tropas japonesas, que tuvo lugar en la Asunción del año 1945, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Es la única fiesta común a las dos Coreas: «Espero que llegue pronto el día en el que podamos compartir la alegría y la felicidad de la Asunción con nuestros hermanos de Corea del Norte«, dijo, y añadió que había pedido al Papa Francisco una bendición especial para la diócesis norcoreana.

Yeom recordó que durante la Guerra de Corea todas la catedrales del Norte fueron cerradas y los monasterios clausurados, y sacerdotes, religiosos y laicos «fueron detenidos sin piedad, torturados y asesinados» por los comunistas.

Ese sufrimiento continúa hoy y se ceba especialmente sobre las mujeres disidentes, víctimas de tortura y violencia sexual y forzadas a abortar. Así lo documentó, informa Catholic News Agency, un informe de la ONU del 28 de julio basado en el testimonio de algunas que lograron escapar a través de la frontera china con la ayuda de una red informal de grupos cristianos y ONG.

El cardenal Yeom recordó que no hay ningún sacerdote activo en Corea del Norte: «Creo que es necesaria una gracia especial de Dios para solucionar esta desgraciada realidad… Por eso pedimos a Nuestra Señora, Reina de la Paz, auténtica paz para nuestra sociedad».

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