Con 34 años es el mayordomo de la Virgen de la Soledad de Valladolid: ¿qué le llevó a dedicarse así a María?

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Jorge Ramírez es el mayordomo de la Virgen de la Soledad de Valladolid

Esta Semana Santa no habrá procesiones pero al menos las iglesias estarán abiertas en España. En su interior las bellas tallas no saldrán a las calles pero sí estarán bien dispuestos en el interior para los fieles que acudan allí a rezar.

Precisamente, para que todo sea digno para la Madre de Dios y para su Hijo están personas como Jorge Ramírez Núñez, un joven de 34 años de Valladolid, mayordomo de la Virgen de la Soledad y miembro de hasta cinco cofradías.

Entre su labor está “cuidar, vestir y preparar para los cultos” a la Virgen. Y en este Semana Santa, un tiempo especial para él, este servicio es si cabe más importante aún. Noticias de Castilla y León ha entrevistado a este joven mayordomo y devoto de María:

-Otra Semana Santa muy diferente por culpa del coronavirus. ¿Cómo la afronta?

-La afronto con paciencia, con entereza, con el consuelo de saber que este año puedes ir al Triduo Pascual, a misa. Con el consuelo también de haber podido cumplir con parte de las cosas que he hecho otros años aunque sea de manera diferente.

-Pertenece usted a cinco cofradías diferentes, dos de gloria y 3 penitenciales. Hábleme de ello.

-La Cofradía de la Piedad llegó a mi vida en el año 2000, aunque me hubiera gustado hacerme cofrade antes pero me costó que en casa que me dejaran. El día que lo hicieron y me apuntaron a la Cofradía de la Piedad fue un regalo porque la conocí a través de mis vecinos que son cofrades de ella y recuerdo las fotos, cuando entraba a su casa, de aquella virgen tan preciosa que me transmitía mucho. Siempre me la quedaba mirando y esto me llamó a hacerme cofrade desde ese año.

Después a mi vida llegó El Nazareno. Recuerdo, por aquel entonces, cómo me gustaba el tema de las cofradías. Mi padre me llevaba en marzo al besapié del Nazareno, el Lunes de Pentecostés a ver a la Virgen del Carmen de Extramuros, el 15 de mayo a San Isidro porque vivía cerca y es una tradición para mí acercarme a la ermita. Subías al camarín, era todo muy especial y bonito.

Me costó hacerme de una segunda cofradía porque no tenía claro si estaba bien o no. Al final he terminado en cinco, espero haber cerrado el cupo porque no me da más de sí el tiempo. Recuerdo también a la Virgen de la Soledad con su manto de estrellas, bordado en plata. Era una virgen que me llamaba la atención, por eso terminé haciéndome cofrade.

En mi casa, por parte de mi madre, hay mucha devoción por la Virgen del Carmen, quería tener mi escapulario y me decanté por la Virgen del Carmen de Extramuros. Se convirtió en una imagen especial en mi vida. Cuando iba a ver a la imagen siempre ocurrían acontecimientos especiales en mi vida. Eso me llevó a ser cofrade y me lleva ahora a dedicar mucho tiempo a la Virgen del Carmen de extramuros y a su cofradía y santuario.

Terminé siendo cofrade de la patrona por una amiga que es cofrade de la misma, para ayudarle a sus funciones y con ella terminamos los dos haciéndonos cofrades de la Vera Cruz. Me gusta mucho su Virgen y siempre que pasaba por Platerías me gustaba entrar a rezar aunque fuera una salve a la Virgen.  Al final terminé siendo cofrade porque además, como la Virgen de los Dolores va a ser coronada canónicamente en 2023, me apetecía vivir de lleno y colaborar en ese evento.

-Es secretario de la Cofradía de la Virgen del Carmen de Extramuros

-Me hice cofrade en 2007 y entré a la Junta directiva como vocal en 2012 y terminé siendo secretario desde 2018. Intento trabajar por la cofradía y por su santuario todo lo que puedo aunque siempre es poco. Con mucha satisfacción, disfruto, e intento que la Virgen del Carmen tenga su sitio en Valladolid. Es un gusto ser secretario de esta cofradía.

-¿Qué es para usted la Semana Santa?

-Es la conmemoración de la muerte y resurrección del señor. La semana grande de todo católico ya que se recuerda el Triduo Pascual que es la resurrección de Cristo. De manera más personal, diría que es una época intensa en la que estás cansado pero disfrutas mucho. Es algo maravilloso que hay que vivir y sentir para poderlo explicar. Un momento bonito e intenso que esperas todo el año. Es el culmen de nuestra fe.

-Además, es cofrade del Nazareno y mayordomo de la Virgen de la Soledad.

-Cuando me hice cofrade de El Nazareno, en 2005, ellos sabían que tenía mucho cariño y me llamaba mucho la atención la Virgen de la Soledad. Al poco tiempo de ser cofrade me propusieron ser mayordomo de la Virgen. He dedicado mucho tiempo a ser el mayordomo de la Soledad, cuido y visto a la imagen, la preparo para sus cultos. La Virgen ha salido en los últimos 100 años en una ocasión. Si de forma extraordinaria tiene que volver a salir a la calle yo soy quien manda en las andas, pero no es algo que sea habitual. Preparo también al Nazareno a la hora de salir de procesión.

-Además de vestir a la Virgen de la Soledad, se encarga de coser para la cofradía, de hacer adornos florales y demás. ¿Cómo surgió esto?

-Mi gustó por la Semana Santa, mi amor por la cofradía, mi dedicación y una de mis grandes pasiones que son las cofradías me llevó a ello. Cuando me convierto en mayordomo y tengo que vestir a la virgen necesito ropa así que aprendo a coser para que cada vez que necesite algo me ocupe yo mismo.

Los adornos florales surgen a través de Melchor Gutiérrez San Martín que me enseña a bordar en oro para la Virgen de la Soledad. Como me ve con mucho interés, él en León con Luis Ángel, que se dedican a poner las flores de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, me invitan a ir con ellos y aprender a poner esas flores.

-Pese a que los actos de esta Semana van a ser contados, sigue vistiendo estos días a la Virgen con sus mejores galas.

-Sí. La Virgen apareció el Viernes de Dolores con su retablo adornado para el rezo de su tradicional Salve. Más que a la Virgen como tal, en este caso, a Jesús Nazareno que tiene que ser vestido de flores salga o no para que sus fieles le visiten luciendo con sus mejores galas.

Daré lo máximo de mí porque para es un trabajo que no está pagado con dinero ya que es muy especial y me llena mucho. Cumplo con mi cometido que es dejar al Nazareno de Valladolid de la forma que mejor puedo para que a la gente le ayude a la hora de rezar y contemplarlo.

-Además hace hábitos. Explíqueme.

-Los hábitos surgen cuando comencé a coser por el tema de la Soledad. Como me gustan tanto las cofradías, comencé a trabajar para mis hermanos haciéndolos. Además de para la Cofradía del Nazareno, para la de Las Angustias, La Piedad, la Sagrada Cena y la de la Vera Cruz trabajando también, alguna vez, fuera de Valladolid. Hago sotanas, sabanillas, capas y confecciono todo lo que tiene que ver con las cofradías.

-También confeccionó hábitos incluso para La Macarena de Madrid

-Hago muchos hábitos para las cofradías que te he dicho anteriormente, también trajes de manola para niñas y mujeres y tengo un amigo madrileño, de la cofradía de La Macarena de la capital que me pidió que le hiciera una capa y así lo hice. También he completado los bordados de uno de los vestidos de la Esperanza de Calasparra.

-Un deseo y un objetivo a corto plazo

-Me voy a tomar la licencia de pedir dos deseos. Primero, que pase la pandemia lo antes posible para poder volver a una vida normal entre comillas y, segundo, ver coronada canónicamente algún día a la Virgen del Carmen de Extramuros para que, con ese símbolo, se reconozca la devoción de toda una ciudad a la virgen. El objetivo es vivir lo mejor posible, como lo hacíamos en 2019.

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