Family Theater Productions está preparando para ser estrenada este otoño la película Pray: The Story of Patrick Peyton, que narra la inspiradora historia del Venerable padre Patrick Peyton (1909-1992). Lo cuenta Jim Graves en Catholic World Report:
Family Theater Productions está preparando para ser estrenada en otoño la película Pray: The Story of Patrick Peyton, que narra la inspiradora historia de este sacerdote nacido en Irlanda y miembro de la Congregación de la Santa Cruz, que dedicó su vida a promover la devoción a la Santísima Virgen María a través del rosario. El Venerable padre Patrick Peyton (1909-1992) llevó a cabo su misión a través de la radio, la televisión, el cine y la organización de 540 mítines para rezar el rosario, y popularizó frases como: «La familia que reza unida permanece unida» y «Un mundo que reza es un mundo en paz». También fundó la productora Family Theater Productions en 1947.
El padre Peyton nació en Irlanda en una devota familia católica que rezaba el rosario. Como muchos irlandeses de la época, emigró a Estados Unidos para casarse y hacer fortuna. El único trabajo que pudo encontrar fue de portero en la catedral, lo que le llevó a entrar en el Seminario de la Santa Cruz.
Durante el tiempo que pasó en el seminario contrajo la tuberculosis y, tras pasar muchos meses en el hospital, no se esperaba que sobreviviera. Un profesor del seminario, sacerdote católico, fue a visitarle y le animó a rezar a la Santísima Madre pidiendo por su recuperación. Le dijo que en la medida en que él demostrara fe, así respondería la Virgen. A medida que el padre Peyton rezaba, sentía que sanaba físicamente. Para sorpresa de sus médicos, se recuperó y fue ordenado sacerdote, junto a su hermano, en 1941.
Para demostrar su gratitud a la Santísima Virgen, decidió dedicar su vida a fomentar la devoción hacia Ella, sobre todo en el contexto de la oración familiar. Su deseo era persuadir a diez millones de familias estadounidenses a rezar juntas con regularidad.
El padre Peyton se dirigió a Hollywood para utilizar tanto las películas como la televisión y la radio para promover su mensaje. Se aventuró sobre todo en el mundo del cine y la televisión, obteniendo el apoyo de una serie de celebridades de primer nivel de esa época para hacer pequeñas apariciones: es el caso de Bob Hope, James Cagney, Jimmy Stewart, Jackie Gleason, Bob Newhart, Lucille Ball, Bing Crosby, Jack Benny, Gregory Peck, Ann Blyth y muchos más. A pesar de todo esto, nunca perdió la sencillez y la humildad de sus años de seminario.
En su búsqueda de lugares para transmitir su mensaje, organizó mítines multitudinarios en todo el mundo para rezar y predicar. En uno de ellos, en San Francisco, reunió a un millón de personas. En 1985, en Filipinas, reunió a dos millones. Aunque el padre Patrick era apolítico, muchos atribuyeron a este mitin la caída del dictador Ferdinand Marcos en 1986.
La película incorpora entrevistas con muchas de las personas que conocieron al padre Peyton, incluyendo su secretario, las religiosas que le atendieron en sus últimos momentos, miembros de su familia -incluyendo un sobrino y tocayo, el padre Pat Peyton– y familias que fueron transformadas por el rezo del rosario. Y también el jugador de béisbol de la liga mayor Mike Sweeney y su esposa Shara, que cuentan cómo rezar el rosario salvó su matrimonio.
El rodaje se ha llevado a cabo en los lugares principales vinculados a la vida del padre Peyton, incluyendo el área de Los Ángeles; en Boston, donde está la sede de la Congregación de la Santa Cruz; en Albany, Nueva York, donde lanzó su misión; y en Irlanda, donde nació y creció. Los Padres de la Santa Cruz han colaborado en la producción ofreciendo muchos de los nombres de las personas que salen en la película.
Centrarse en la oración familiar
Megan Harrington es la productora y la coguionista de Pray. Casi no conocía la figura del padre Patrick cuando la llamaron para la película, pero después de realizar docenas de entrevistas se dio cuenta de que era un hombre «muy centrado en la oración familiar, que era su misión, y profundamente enamorado de la Santísima Virgen».
Harrington añade que, debido a su celo apostólico, el padre Peyton «exigía mucho a todos los que trabajaban con él. Él mismo trabajó muy duro y esperaba de los otros la misma dedicación».
El padre Peyton supo desde muy joven cuál sería su objetivo en la vida y lo que Dios quería de él, continúa Megan Harrington, por lo que se convirtió en «un infatigable defensor de la familia, con una profunda fe en la oración familiar«.
Harrington comenta que ella es hija de una familia de once hijos, que también reza el rosario a diario, y la realización de esta película le ha hecho darse cuenta de la importancia que tiene. «De todo lo que le ocurrió en la vida», dice, «el padre Patrick creía que el rezo del rosario a diario cuando era un niño fue lo que cambió su vida de manera significativa«.
La película incluye material de archivo de la vuelta del padre Peyton a Irlanda al final de su vida para visitar la tumba de sus padres y agradecerles este don.
El padre David Guffey, CSC, productor ejecutivo de Pray, cuenta que lo que dio el estímulo para la realización de la película fue reconocer que, aunque se han escrito biografías sobre este sacerdote, «había necesidad de algo mejor para el momento actual, algo que resaltara la importancia de la oración como fuente de la unidad familiar, ahora más que nunca».
Fue él quien contrató a Harrington, al director Jonathan Cipiti y al resto del equipo de producción «para capturar la esencia del padre Peyton».
Como el padre Patrick, también el padre Guffey es miembro de la Congregación de la Santa Cruz y coincidió con él en numerosas ocasiones cuando era seminarista. «Tenía una presencia increíble», recuerda. «Cuando estabas con él, toda su personalidad te atraía».
Ahora el padre Guffey trabaja para la Family Theater Productions, la productora de Pray creada por el padre Peyton. A lo largo de los años, esta productora ha estado implicada en proyectos para la radio, la televisión, el cine, vacaciones especiales e incluso un talk show. Actualmente, la Family Theater Productions está realizando proyectos y películas de contenido digital, que pueden verse tanto en streaming como en los cines.
Aunque el padre Guffey conoció al padre Peyton, en realidad poco sabía sobre él antes de que la producción de Pray empezara. Como Harrington, ahora sabe que el padre Peyton era «totalmente sincero; toda la energía de su vida la dedicó a promover la oración familiar. Nunca dedicó tiempo a cosas superfluas, sino que lo dedicó a hacer que las familias rezaran y se acercaran más a Dios y a la Santísima Virgen».
Según cuenta el padre Guffey, el padre Peyton no se cortaba mínimamente a la hora de preguntarle a la gente sobre su vida de oración. «A la gente no parecía importarle que lo hiciera», dice. «Está claro que le preocupaba la vida espiritual de los demás«.
También ha descubierto que el padre Peyton era, en realidad, una persona muy tímida, pero que con tal de llevar a cabo la misión que estaba seguro que Dios le había encomendando hacía lo posible para superar su timidez. Cuando lanzó su primer programa de radio a nivel nacional en el Día de la Madre, en 1945, quiso que una figura importante de Hollywood introdujera el programa para, así, atraer al mayor número posible de oyentes. Le planteó por teléfono la cuestión a Bing Crosby, que aceptó.
El padre Guffey también ha observado que pocas estrellas de Hollywood actualmente hablan públicamente sobre su fe, a diferencia de lo que sucedía en los años 40 y 50. «Muchas estrellas de esa época eran personas de fe«, dice. «Y su deseo era participar en proyectos de los que pudieran sentirse orgullosos. Incluso los no católicos y no religiosos daban su apoyo, porque lo consideraban un servicio público y algo positivo para sus carreras».
El padre Peyton intentaba contratar a los mejores talentos para introducir sus programas y películas, como se esperaría de las estrellas principales.
El padre Guffey cree que muchas de las estrellas actuales siguen teniendo una actitud positiva hacia la fe, pero no quieren ver sus nombres involucrados en producciones religiosas porque «es arriesgado que hoy en día te etiqueten como una persona religiosa. Sucede lo mismo en otras profesiones, ya sea en el ámbito de los negocios o en el intelectual y académico».
Cambio en la sociedad y en la Iglesia
Pray aborda el tema del cambio que sufrió la sociedad y la Iglesia en los años 60 y 70, y cómo se limitaron los esfuerzos del padre Peyton en ese periodo. Prácticas contrarias a la enseñanza de la Iglesia como el aborto y el uso de anticonceptivos fueron ampliamente aceptadas en la sociedad, a la par que crecía la oposición a la autoridad legítima -eclesial y secular-, disminuía la práctica religiosa y la importancia de la oración. En una escena de la película, un anciano padre Peyton responde a una joven que insiste en que no tiene tiempo para rezar.
Harrington declara: «El mundo estaba cambiando de muchas maneras y la salud del padre Peyton era cada vez más frágil. En esa época fue sometido a una operación a corazón abierto».
Según el padre Guffey, otro elemento del declive del ministerio del padre Peyton en Norteamérica y Europa durante los años 70 pudo ser el cambio en la vida de devoción de muchas personas en la Iglesia después del Concilio Vaticano II (1962-65). Se dio más énfasis a la Eucaristía y a otros sacramentos «en detrimento de otras devociones, como el rosario, que desaparecieron durante un tiempo. Era difícil reunir a grandes grupos para la oración, tal como sucedía en los años 50».
Continúa: «Creo que ahora el rezo del rosario está volviendo, por lo que es el momento adecuado para dar a conocer al padre Peyton«.
La película es «para todo aquel que viva la historia de un héroe«, concluye Harrington. «Todos podemos identificarnos con los altibajos que el padre Peyton sufrió a lo largo de su vida».
El padre Guffey espera que también la vean las familias jóvenes y las que tienen hijos adolescentes. «Creo también que puede ser una película que proporcione mucho consuelo a los ancianos», añade. «Se darán cuenta de que las devociones que les transmitieron son muy importantes».
Concluye: «Espero que muchos acepten de corazón el mensaje de este hombre santo».
Traducido por Elena Faccia Serrano.