En la cultura vietnamita "la madre siempre tuvo un rol especial. He aquí porque los católicos del país se dirigen siempre a nuestra Madre en los cielos, María, cuando se sienten felices o tristes. Las dificultades y los desafíos que la vida les pone son siempre puestas delante de la Virgen, a quien amamos y respetamos en la oración". Lo dice a AsiaNews el padre Vincent Pham Trung Thanh, superior provincial de los Redentoristas de Ho Chi Minh City, a dos semanas del 30° Congreso mariano que se realizará en el santuario de la Virgen de la Vang. Durante los tres días de fiesta, del 13 al 15 de agosto, está prevista la afluencia de decenas de miles de peregrinos de todo el País.
El encuentro está todo centralizado en la Evangelización de la Vida Familiar, proclamada por los obispos vietnamitas al inicio del año 2014. Están previstos testimonios, encuentros de oración y celebraciones por parte de núcleos familiares de las provincias y de diversas extracciones. Según el padre Vincent, "el 15 de agosto no sólo los fieles de la diócesis de Hue, sino muchos católicos estarán juntos para escuchar y rezar, por la Iglesia y por Vietnam".
Para prepararse al evento, continúa el sacerdote, "cada semana organizamos lecturas bíblicas y sesiones de oración en las cuales participan padres e hijos. Muchos, sobre todo entre los adultos, no frecuentan tanto la misa y no se acercan al sacramento de la confesión: pero estoy seguro de que mantienen en el corazón la fe y nosotros rezamos por ellos".
Según un estudio conducido por la Iglesia justo entre las familias de Ho Chi Minh City, hoy la situación "presenta diversas dificultades". "La urbanización y el desarrollo galopante obligan a todos los miembros de una familia a correr para cumplir sus varias obligaciones: estudio, trabajo, compromisos domésticos. Ya no tenemos tiempo el uno para el otro, y olvidamos la formación de los jóvenes. Los padres deben partir de los hijos, que son la clave para el futuro de la comunidad católica y de la sociedad".