¿Qué pasó en Garabandal hace medio siglo? La historia de las apariciones de la Virgen llega al cine

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Para la inmensa mayoría de los católicos la palabra Garabandal no significa nada, no saben qué es. Sin embargo, en junio de 1961 en una pequeña aldea cántabra llamada San Sebastián de Garabandal se produjeron una serie de acontecimientos que atrajeron hasta este pueblo de difícil acceso en la montaña a miles de personas provenientes no sólo de España sino de todo el mundo.

Durante aquellos días y en cientos de ocasiones más hasta 1965, la Virgen se habría aparecido a cuatro niñas del pueblo, Conchita, Jacinta, Mari Loli y Mari Cruz, llamando al mundo a la conversión. Antes de que María les hablase habían recibido la visita del Arcángel San Miguel.

Las niñas caen de rodillas

Cuando jugaban en la calle y tras coger manzanas de un árbol ocurrió algo inesperado. Conchita cayó de rodillas, inmóvil. Las compañeras se asustaron pensando que algo malo le estaba pasando. Querían correr a pedir ayuda, pero cayeron también junto a Conchita. Ante ellas se había aparecido un Ángel.

Foto tomada en Garabandal en pleno éxtasis y ante la presencia de varios sacerdotes

Los hechos transformaron la tranquilidad del pueblo en un lugar de peregrinación e investigación por parte de médicos y sacerdotes. Actualmente, la Diócesis de Santander asegura que “no consta” sobrenaturalidad en los hechos que allí acaecieron, no existen datos suficientes y la Iglesia ni aprueba ni condena lo que sucedió en esta aldea.

Un proyecto para contar un hecho poco conocido hoy en día

Lo ocurrido en Garabandal es incluso más desconocido para los católicos españoles que para los de otros países, donde estas supuestas apariciones siguen teniendo más eco. Y así fue como un grupo de personas unidas en su amor a la Virgen y todas ellas creyentes de los sucesos acaecidos en tierras cántabras decidieron embarcarse en el proyecto de producir una película que cuente todo lo que pasó: las apariciones, las reacciones, las investigaciones, el mensaje de la Virgen…

El resultado es el filme “Garabandal, solo Dios basta”, que se estrena en los cines españoles el próximo 2 de febrero, y que es dirigida por el sacerdote converso Brian Jackson. (Puede ver las salas y las ciudades aquí).

Gran resultado para los escasos medios

Tanto los actores, más de 300 intérpretes, como los 40 miembros del equipo técnico son todos ellos voluntarios. No hay actores profesionales y en el reparto hay desde catedráticos a amas de casa, informáticos, maestros, madres de familia numerosa y hasta sacerdotes… Así por ejemplo, el catedrático de Historia Javier Paredes interpreta al obispo de Santander mientras que el profesor y experto en Masonería Alberto Bárcena interpreta de manera notable al padre Vergara, el sacerdote que más se opone a lo que están viviendo las niñas en Garabandal.

Pero el bajo presupuesto y la escasez de medios queda compensado con la ilusión y buen hacer de los intérpretes, que disfrazan especialmente bien el hecho de ser actores aficionados. Por otro lado, la calidad de la imagen y los planos de cámara son de gran calidad, el ritmo de la película es adecuado y la trama consigue mantener el interés del espectador intercalando momentos emotivos, con otros de gran seriedad e incluso con ciertas dosis de humor.

Tanto al inicio como al final de la película los responsables del filme aseguran que corresponde a la Iglesia hacer un juicio sobre Garabandal y con la película solo pretenden arrojar luz sobre unos hechos importantes y poco conocidos en la actualidad.

Las cuatro videntes y el padre Andreu, uno de los testigos directos de lo ocurrido en Garabandal

La película comienza con el encuentro que en 1966, una vez que ya habían terminado las apariciones, tuvo en Pamplona el obispo de Santander con Conchita sobre la veracidad o no de lo que contaba. Y con una serie de flashback se va mostrando la historia de las apariciones.

El protagonismo del párroco y del guardia civil

Desde el inicio, las cuatro niñas que reciben la visita de San Miguel y luego de la Virgen comparten protagonismo en el filme el párroco del pueblo, don Valentín, y el brigada de la Guardia Civil, Juan Álvarez Seco. Este acontecimiento les desborda a cada uno en su ámbito. Buscan la verdad mientras las dudas les acechan y van pasando poco a poco de la incredulidad a la certidumbre.

La película prosigue con las apariciones pero también muestra el apoyo y el rechazo que reciben las videntes, la popularidad de lo que ocurre en Garabandal y el papel del obispado ante los hechos. Y en este punto entra en escena la comisión de investigación encabezada por el médico y psiquiatra Luis Morales Noriega, totalmente escéptico y que no cree en los hechos sobrenaturales que se ven en la película.

Lectura por parte de Conchita del segundo mensaje de la Virgen, producido en 1965

El mensaje de la Virgen

Mientras tanto, se producen los mensajes de la Virgen, como el del 18 de octubre de 1961, que dice que “hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo muy grande”.

La película discurre en cómo estos acontecimientos van posicionando a unos y otros, a los testigos directos por un lado y a la comisión de investigación por otro, mientras crece la presión sobre las niñas.

Y entonces llega el punto de inflexión de la película, la comunión visible que el arcángel San Miguel deposita en la lengua a Conchita, apareciendo de manera repentina una sagrada forma en su boca. Para unos será la constatación de la veracidad y para otros la confirmación del montaje.

El obispo de Santander, interpretado por el profesor Javier Paredes y el padre Vergara, interpretado por Alberto Bárcena

La marcha atrás del doctor Morales

Pese a los hechos destacados que se vieron e incluso los distintos ‘milagros’ constatados por otros médicos, la comisión liderada por el doctor Morales aseguraría al obispo que en Garabandal no ocurría nada sobrenatural.

El segundo mensaje público de la Virgen se produjo en 1965 levantando una gran polvareda, pues entre otras cosas afirmaba que “antes, la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdición, y con ellos se llevan a muchas más almas”.

La película concluye llevando al público a 1983, casi veinte años después del fin de las apariciones, donde en una conferencia el doctor Morales confirmó que puso trabas a la a las investigaciones para desacreditar lo que ocurría en Garabandal, y confesaba que fueron reales. Previamente, este psiquiatra se había convertido durante la enfermedad de su esposa, que encontró la paz al besar el crucifijo de una de las videntes.

Las supuestas apariciones se produjeron entre 1961 y 1965

Peticiones en 36 países para estrenar la película

Las peticiones para estrenar la película provienen ya de 36 países de Europa, América, Asia y Oceanía y entre las reacciones de los que ya han podido verla está la del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

“Mi sorpresa, mi extraordinaria sorpresa, ha sido comprobar que es una magnífica película, con una música, fotografía, dirección e interpretación que hacen difícil creer, si no supiera que es así, que está producida a coste cero, donde los actores principales y los extras se han pagado hasta sus desplazamientos, alojamiento y manutención. No tengo duda de que esta preciosa película está llamada a hacer mucho bien”, ha afirmado.

María, Reina de las Familias, ruega por nosotros

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