Radio María cumple 25 años en España «cambiando vidas», según la presentación de este aniversario que hace la propia emisora. El día se celebrará con una programación especial que irá repasando la historia de este proyecto y distintos aspectos de su labor evangelizadora, desde las llamadas de los oyentes a la Hora Feliz, pasando por los programas dedicados a música o a los jóvenes.
Siempre, en seguimiento de lo que quiso su fundador, Emanuele Ferrario (1930-2020), esto es, una cadena centrada única y exclusivamente en el anuncio del Evangelio y en la llamada a la conversión a través de una programación explícitamente religiosa, gestionada por voluntarios y sin publicidad.
Él la puso en marcha en Italia en 1987 y desde entonces se ha extendido a ochenta países. A España llegó en 1999, y cumple ahora un cuarto de siglo «invitando a todos a la conversión que nos da la auténtica felicidad», en palabras de Luis Fernando de Prada, el sacerdote que la dirige desde 2012 bajo la presidencia desde 2013 de José Manuel Díez Quintanilla. Todo esto se hace posible a través de más de doscientas emisoras que cubren la totalidad del territorio nacional, una hazaña al alcance de muy pocos proyectos radiofónicos.
En una carta con motivo de este aniversario, Prada destaca la «gran urgencia» de difundir este mensaje «en nuestro mundo secularizado, que sustituye a Dios por tantos ídolos que nunca podrán satisfacer al hombre». El resultado es tangible: «Los numerosísimos testimonios de conversión, formación de sacerdotes, religiosos y laicos, evitación de abortos y suicidios, acompañamiento y consuelo de enfermos, personas solas y tristes, presos, moribundos, ayuda a matrimonios en crisis…, son la mejor prueba de la bendición del Señor y de la Virgen sobre esta radio humilde y sencilla que se une al Magnificat de María para proclamar con alegría la grandeza de Aquel del que desciende todo bien».
Los orígenes de Radio María se remontan al impulso del sacerdote Livio Fanzaga (quien sigue a su frente en Italia) y a su traducción práctica y estratégica por parte de Ferrario, un empresario del sector lácteo que prometió a la Santísima Virgen que si su esposa, enferma de cáncer, se curaba, él se entregaría por completo a este proyecto de evangelización. Ella sanó, y él cumplió su palabra, como el primer voluntario de Radio María, con la intención desde el principio de hacer algo grande que no se limitase a Italia, para lo cual no dudó en recorrer el planeta incluso a medida que se adentraba en los 80 años.
El resultado es una emisora que escuchan en todo el mundo decenas de millones de personas cada día. Para muchos es el sonido de fondo de sus actividades cotidianas, que resultan así acompañadas por una parte importante de la programación de Radio María: la oración, en particular el Santo Rosario.
