El 2 de febrero, el mismo día de la Presentación de Jesús en el Templo se celebra la Purificación de la Virgen. Aunque era pura por nacimiento y libre de pecado, siguió al pie de la letra la ley judía. La Ley de Moisés contemplaba de manera precisa lo que una mujer judía como María debía hacer: «Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días; será impura como en el tiempo de sus reglas. Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio; pero ella permanecerá todavía 33 días purificándose de su sangre. No tocará ninguna cosa santa ni irá al santuario hasta cumplirse los días de su purificación”
De este modo, 40 días después del parto la Virgen cumplió con la ley judía, a la vez que el niño Jesús era presentado en el templo.
La Purificación de la Virgen María es la fiesta mariana más antigua de la liturgia y una de las más antiguas de la Iglesia. En Jerusalén ya se celebraba a finales del siglo IV. Más adelante, ya en el año 542, durante el mandato de Justiniano, comenzó a celebrarse el 2 de febrero, justamente 40 días después del 25 de diciembre, fecha del nacimiento de Jesús. Hasta el siglo VII no se introdujo esta fiesta en Occidente, aunque a finales de este siglo ya estaba bastante extendida. Mientras que en Oriente, al coincidir con la Presentación de Jesús en el templo, la fiesta tenía un carácter más cristológico, en Occidente tenía un mayor acento mariano.
La Candelaria
Este día también se celebra la Virgen de la Candelaria, advocación mariana con especial devoción en España e Hispanoamérica. Es la patrona de las Islas Canarias desde 1599. Dos guanches habían encontrado la imagen de la Virgen en Tenerife en 1392, en la boca de un barranco, décadas antes de la conquista castellana. Su rebaño se negaba a avanzar por donde estaba la imagen y los intentos de apartarla eran ineficaces. El rey local, con su guardia, sí se la llevó a su casa y los guanches se daban cuenta de que obraba milagros.
Cuando la isla se cristianizó, la imagen se colocó en la cueva de Achbinico, un espacio subterráneo que parecía un templo de la naturaleza. La cueva fue el primer santuario mariano en el archipiélago.
Después de la conquista de la isla fue declarada iglesia. En 1497 Alonso Fernández de Lugo celebró en esta cueva la primera fiesta de las Candelas o de la Purificación de la Virgen. En ella fueron bautizados buena parte de los guanches. La Pila Bautismal se conserva en la Basílica. En 1526 se traslada la imagen a su nuevo santuario, levantado en el lugar donde posteriormente se construirá la basílica. Alrededor de 1530, los dominicos se encargaron de este santuario.
Tradiciones de la Candelaria
Existen variadas y antiguas tradiciones vinculadas con esta fiesta. En España en numerosas parroquias se celebra en la fiesta de la Candelaria la presentación a la Virgen de los niños bautizados durante el año anterior. En algunos lugares también se realiza además de la bendición de las candelas una procesión.
En varios países hispanos los devotos llevan a la parroquia su imagen del Niño Jesús. En México existe la costumbre de que quienes recibieron por azar el muñeco de la rosca de reyes, lo deben llevar ese día a la parroquia, vestido y engalanado.
Además, muchas familias tienen la costumbre de guardar las velas que se han sido bendecidas en esta fiesta para encenderlas y rezar con ellas en los momentos de dificultades durante el año.
Oración de la Purificación de la Virgen
Oh Reina y Madre de la Purificación,
Virgen María llena de gracia
que fuiste Madre por obra de Espíritu Santo
conservando tu virginidad,
y, para darnos ejemplo de entrega y humildad,
de obediencia a la Ley y voluntad de Dios,
después de ser Madre, fuiste al templo para purificarte
al mismo tiempo que presentaste al Divino Niño Jesús
como tu muy amado Hijo primogénito para consagrarlo,
y allí fue reconocido como verdadero Mesías,
Luz de las naciones y Gloria de Israel.
Pide por nosotros a tu Hijo, nuestro Salvador y Redentor
para que ilumine nuestras nuestros pasos hoy y siempre
y nos haga dignos de admitirnos un día
en el Templo de la Gloria.
Virgen Santísima, madre nuestra y protectora,
Nuestra Señora de la Purificación,
queremos honrarte y venerarte como mereces;
acudimos a ti con sencillez y gran confianza
para darte nuestras mas sinceras gracias
por ser Tú amable Señora quien nos llena de Luz Divina
y nos levanta el ánimo cuando padecemos.
Oh soberana Reina, Madre Santa de Dios,
llegamos penitentes implorando tu clemencia
y porque eres buena, Pura y compasiva,
te pedimos con inmensa devoción y reverencia
que endulces nuestras penas y tristezas,
llénanos de bendiciones, llénanos de beneficios,
apiádate de nuestros sufrimientos
y muéstrate propicia a todos los que te invocamos
para que nos veamos libres de lo que nos hace padecer.
Nuestra Señora de la Purificación,
lumbre del Cielo y aurora resplandeciente nuestra,
bondadosa Madre de misericordia
que en una mano sostienes al Niñito Dios
y en la otra llevas una candela prendida
para figurar a Cristo como Luz del mundo
Tú que eres abogada en los casos desesperados
sé nuestra poderosa mediadora ante el Altísimo
para que alcancemos sus bpurificaeneficios
y veamos cumplidos nuestros ruegos y pedidos,
sobre todo solicita asistencia para que seamos auxiliados
en tan desesperada y difícil situación:
(decir el problema y lo que se quiere conseguir) .
Virgen de la Candelaria,
Pureza inmaculada, lirio entre espinas
jamás perderemos la esperanza en ti,
que tus maternales desvelos sean nuestra promesa
de compañía, alegría, felicidad, perspectiva e ilusión,
no dejes de ser nuestro mejor amparo y protección
purifícanos, ayúdanos a cambiar nuestro interior
para que Dios nos perdone y salga a nuestro encuentro,
y que tu dulcísimo y grandísimo Corazón
nos de la fuerza y amor necesarios
para transitar con seguridad y claridad
nuestros duros caminos en la vida
y así lleguemos al amor de Nuestro hermano y Señor, Jesús.
Amén.