Los ingleses redescubren la devoción mariana y el Rosario, privado y público, tras medio siglo de decadencia

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La Cruzada del Rosario ha sacado a la calle miles de personas a rezar el Rosario por las calles de Londres.

A pesar de la fuerte descristianización social y del peso creciente de la minoría musulmana, la devoción mariana y el rezo del Rosario están ganando implantación en el Reino Unido, tras medio siglo de paulatino retraimiento. Así lo explica Simon Caldwell en Catholic Herald:

A principios de este mes, el arzobispo de Liverpool, Malcolm McMahon, pidió que cada sacerdote de su archidiócesis invitara a sus fieles a revivir la práctica de recitar el rosario de manera regular, si no diaria.

Algunos sacerdotes fueron más allá y dedicaron homilías a explicar a sus fieles qué era el rosario, cómo rezarlo y cómo se beneficiarían de compartir esta devoción de fundamento escriturístico y cristocéntrica. Los católicos pueden rezar el rosario mientras pasean el perro, por ejemplo, o esperan el autobús, dijo un sacerdote a sus fieles; y si no tienen un rosario a mano, pueden utilizar los dedos.

El arzobispo McMahon es dominico, una orden conocida por animar el rezo del rosario. En el norte de Londres, el obispo auxiliar de Westminster, John Wilson, ha hecho un llamamiento similar en una misa en honor de Nuestra Virgen del Rosario, en el santuario de Haverstock Hill, donde dijo a los fieles que recordaran «por lo menos una sola cosa de ese día: rezar el rosario a menudo«.

Puntos del Reino Unido donde el pasado 7 de octubre miles de personas se reunieron para rezar el Rosario por el país.

Como hemos dicho en otras ocasiones en este portal, en Gran Bretaña se está recuperando el rezo del rosario. Esto fue evidente en el «Rosario en la Costa» que tuvo lugar en abril, y que vio a diez mil católicos unidos rezando el rosario en unos 250 lugares distintos. Una gran multitud se ha reunido también a principios de este mes para rezar el Rosario bajo la Cruz, una oración en favor de la vida, la fe y la paz en las Islas Británicas; otras dos mil personas participaron en el Rosary Crusade en Londres hace unos días.

Todos estos eventos indican una recuperación de la devoción mariana en Gran Bretaña después de decaer durante más de medio siglo. Es un camino que tendrá su ápice en 2020, cuando los obispos vuelvan a consagrar a Inglaterra a la Dote de María.

Como ha sucedido con el renacimiento de la Adoración Eucarística, este resurgir mariano está activamente impulsado por la jerarquía y el Papa. A principios de octubre, Francisco no sólo invitó a los católicos a rezar el rosario cada día, sino que les pidió que lo concluyeran con la oración a San Miguel Arcángel, añadiendo a su manera el desarrollo de la devoción de sus predecesores.

Como observó el cardenal Francis Arinze en su libro de 2017, Marian Veneration, el rosario ha sido recomendado a lo largo de la historia por muchos papas, incluyendo a San Pío V, un dominico que instó a los cristianos a recitarlo para que los turcos fueran derrotados en Lepanto, pero también por Pío VI, el Venerable Pío XII, San Juan XXIII y Benedicto XVI, por nombrar a algunos.

El Papa San Juan Pablo II proclamó un año del Rosario en 2002 y añadió cinco nuevas decenas ­-los Misterios Luminosos– a los Misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos que se habían rezado durante siglos.

El Papa recién canonizado Pablo VI también defendía con firmeza el rosario, afirmando en Marialis Cultus, su exhortación apostólica de 1974, que era «una de las oraciones mejores y más eficaces… que una familia cristiana puede recitar».

Fue el Papa León XIII quien consagró el mes de octubre como el mes del Santo Rosario en Supremi Apostolatus Officio, su encíclica sobre el rosario, de 1883.

En Inglaterra, cuatro años antes de que se publicara la encíclica, Teresa Higginson, una mística que recibió los estigmas, empezó a enseñarlo en Bootle, Liverpool, al preguntar al párroco el nombre de la «peor calle de la parroquia». Recitaba quince Misterios adicionales del rosario por las familias de Mordan Street, y escribió que 27 personas de ese lugar fueron a confesarse y volvieron a practicar su fe.

Teresa Higginson (1844-1905) era galesa, aunque se crió en Inglaterra, y padeció los estigmas en manos y pies. Años después de su muerte comenzó a recopilarse documentación para una eventual beatificación.

Los santos han impulsado a menudo el rezo del rosario; entre ellos, San Pío de Pietrelcina y San Luis Maria Grignion de Montfort; la Virgen se sumó al rosario con la oración de Fátima entregada a Portugal hace cien años.

La referida anécdota de Higginson nos muestra un poco qué significa rezar el rosario, que es una oración de petición. Sin embargo, también es una oración meditativa y de devoción, un medio para contemplar la Escritura con la capacidad de «formar cristianos según el corazón de Cristo», tal como escribió San Juan Pablo II en Rosarium Virginis Mariae, su exhortación apostólica sobre el rosario de 2002.

Los obispos de Inglaterra y Gales desean impulsar esta oración por la misma razón por la que convocaron el Congreso Eucarístico Nacional: porque, como la Adoración, recitar el rosario ayuda a los fieles a conocer a Jesús, a acercarse más a Él, a crecer en virtud y santidad, a ser santos.

El contexto de este renacimiento es una sociedad poscristiana en la que, según Sherry Weddell, autora de Forming Intentional Disciples, un éxito de ventas publicado en 2012, «la gente que no cree personalmente no permanecerá» en la Iglesia ahora que los lazos culturales o familiares están desapareciendo. Su fe, dice, tiene que ser «personal, de lo contrario se van».

Actualmente, muchas parroquias cristianas florecen por la presencia de emigrantes católicos. La inmigración es la razón por la que Escandinavia es la única región de Europa en la que crece la Iglesia católica. Pero como observó cardenal obispo de Estocolmo, Andreas Arborelius, en su visita a la Abadía de Buckfast en mayo, este crecimiento será ilusorio si los hijos de los inmigrantes rechazan su fe en una cultura altamente secularizada.

El Papa Francisco tiene la visión de parroquias misioneras. Pero muchas parroquias lo único que desean es sobrevivir. Gracias al redescubrimiento del «inestimable tesoro» del rosario, estas iglesias podrán confiar en que sus oraciones sean escuchadas.

Traducción de Elena Faccia Serrano.

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1 Comentario

  1. Soy española y madrileña y siempre en mi casa con mis padres y hermanos hemos rezado el Santo Rosario, luego con mi marido y ahora yo sóla, por la calle, con amigas, en mi casa etc. es una tradición y devoción muy arraigada; mi marido decía que hay que ser millonario en aves Marías

    dres y hermanos

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