Francisco Arellano Oviedo es el director de la Academia Nicaragüense de la Lengua desde 2011 y un lingüista y lexicólogo de primer orden. Se ha especializado en estudiar las particularidades del español de Nicaragua y sus vocablos y es el autor del «Diccionario del español de Nicaragua».
Hace unos meses explicaba que hay en el Diccionario de la Real Academia unas 2.200 palabras «que tienen la marca de Nicaragua; no que se hablen sólo en Nicaragua, sino que también compartimos con otros países cercanos. La última palabra que hemos metido en el diccionario en línea es la palabra ‘enllavar’ en este último congreso”, decía. (Enllavar es «echar llave a una puerta» y se usa en Nicaragua, Costa Rica y Colombia).
Un poeta para la Virgen
Pero no es sólo lexicógrafo, sino que es también una persona creativa, autor de libros de teatro, cuentos y poemas, vertiente que le ha ganado algunos premios. A sus 78 años, presenta ahora un libro de poemas que dedica a la Virgen María, con el título Versos para loar a nuestra Madre, y referencias a Versos a la Reina (poema mariano del también nicaragüense Rubén Darío). El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa en la vecina Honduras, que fue alumno suyo de latín, ha prologado el poemario.
Arellano en su juventud hizo todos los estudios para ser ordenado sacerdote salesiano, pero al final no llegó a ordenarse. El sacerdote y poeta español Rafael Alfaro, uno de sus maestros salesianos, le animó a escribir poesía. “Dios te va a pedir cuentas por el talento que te dio y no lo cultivas”, dijo al joven Arellano.
Y el cardenal Miguel Obando, de Managua, que fue su maestro en el seminario menor y amigo, le dijo: “Eres una persona muy sensible, te vas a amargar y será más difícil después con un error en tu vida de sacerdote”. Nunca se hizo sacerdote, se casó, tuvo 4 hijos, pero siempre se ha sentido «salesiano en el corazón» y siempre ha tenido sus mayores amigos en la vida religiosa.
Ahora pone al servicio de la poesía y de la Virgen su experiencia de una vida y sus conocimientos, que son -dice el cardenal hondureño- resultado de “haberse sumergido en el hontanar de la eclesiología, cristología y mariología”.
Tres vivencias que parecen guiños de la Virgen
Arellano ha explicado al diario La Prensa, que tres vivencias especiales parecen haber confirmado que su obra poética para María cuentan con la aprobación celestial.
Por un lado, en plena pandemia, con la incertidumbre que viven muchas personas de edad avanzada como él, el poeta pidió a la Virgen vida suficiente para escribirle los poemas. Empezó a escribir en junio, dice, «de forma maratónica». Recibió una fuerza e impulso asombrosos.
Otro dato es que, reflexionando sobre misterios del Rosario, escribió un poema dedicado a María como Rosa Mística… y luego descubrió que el día que lo escribió era el 13 de julio, día de las apariciones de la Virgen a la enfermera Pierina Guilli en Italia en 1947, las llamadas «apariciones de la Rosa Mística». En 2019 el obispo de Brescia ha respaldado estas apariciones con un santuario oficialmente aprobado, como explicaba aquí CariFilii.
Un tercer signo es que el día que entró en imprenta el libro de poemas, habló con el cardenal Maradiaga para comentarlo y éste le dijo: “Qué bonita fecha, hoy, día de la natividad de la Virgen”.
Las nuevas letanías marianas del Papa
En el poemario el lingüista reflexiona sobre las letanías de la Virgen, incluyendo las últimas tres que el papa Francisco incorporara al rosario en estos tiempos de la pandemia y de problemas migratorios: “Madre de la Misericordia», «Madre de la Esperanza» y «Consuelo para los migrantes”. Él mismo, como poeta, añade una letanía más, dedicada a la Virgen de Nicaragua.
Los poemas son marianos, pero también bíblicos: a través de María visita el nacimiento de Jesús, la huida de la Sagrada Familia de las manos de Herodes, el martirio de San Esteban, la crucifixión de Pedro, y no faltan referencias al obispo mártir San Óscar Arnulfo Romero.
Versos para loar a nuestra Madre se presentado virtualmente el jueves 24 de septiembre a las 10:30 a.m. (hora de Nicaragua), en el perfil de Facebook de la Academia Nicaragüense de la Lengua, con la presencia del cardenal Maradiaga, y los escritores Pedro Xavier Solís, de Nicaragua; José Luis Vega, de Puerto Rico y Marco Martos, del Perú.