Luciano Lollo es un defensa argentino que juega en el histórico River Plate, y que anteriormente lo hizo en el Racing Club de Avellaneda y el Belgrano. Sin embargo, en su trayectoria futbolística ha experimentado lo peor que le puede pasar a un futbolista, el sufrir una lesión grave tras otra.
Hasta tres veces ha sido intervenido quirúrgicamente en dos años, tiempo en el que ha sufrido y ha pensado incluso en la retirada. Sin embargo, Lollo confiesa que en estos momentos duros se ha apoyado en dos pilares: su familia y la Virgen de Lourdes.
En una entrevista en el diario Clarín, el futbolista argentino ha hablado sobre este proceso. “Para un futbolista estar mucho tiempo (parado) es difícil y la familia también lo sufre. Me apoyé en mi mujer Valeria, en mis hijas, Lourdes, de 4 años, y Francesca, de año y medio, y en mis padres”, confiesa Luciano Lollo.
La Virgen como apoyo
Preguntado si había buscado soluciones en algún tipo de terapia o en curanderos, el futbolista respondió de manera contundente: “Me habían recomendado hacer terapia pero no la hice. Siempre me apoyé en mi familia y en el trabajo. La mejor forma de revertir las cosas es trabajando. Y después, soy muy creyente en la Virgen de Lourdes. Mi hija más grande se llama Lourdes justamente por la virgencita”.
El defensor del River Plate habla de las “caminatas para ver a la Virgen. Está ubicada en Alta Gracia y cuando estoy en Córdoba trato de ir siempre. Hice tres caminatas ya hacia el templo desde Córdoba capital. La primera vez fui con mi señora, una amiga y un amigo. Y después, con un amigo solamente. Otras veces, cuando estaba en Racing y en Belgrano, las hice medio corriendo medio caminando. No hice las caminatas después de las lesiones que sufrí porque hubiese sido medio inconsciente y podía complicarse toda la recuperación. Sí fui a visitarla. Cada vez que voy a Córdoba me hago una escapada para estar ahí en la gruta”.
Y a ver a la Virgen va con su mujer e hijas, como ha dejado constancia a través de las redes sociales. “Me da una sensación de paz y tranquilidad. Es un lugar al que nos gusta mucho ir, caminamos un rato. Disfrutamos de ese momento porque uno se desenchufa de todo”, agrega.
María, Reina de la familia, ruega por nosotros