Los Ángeles es la segunda ciudad más grande de Estados Unidos y el centro de la industria mundial de cine, lo que hace de esta inmensa urbe ser conocida globalmente. Pero lo que no muchos conocen es que el nombre de la ciudad está inspirado en la Virgen María.
Todo comenzó cuando un 2 de agosto de 1769 el misionero franciscano español Juan Crespí llegó a la región que hoy es la ciudad de Los Ángeles, y que coincidía con la festividad de Nuestra Señora de los Ángeles de Porciúncula.
Según informa Aciprensa, el franciscano, capellán del grupo del Capitán Fernando Rivera, en la expedición de Gaspar de Portolá i Rovira, encontró en la zona un río al que llamó “El Río de Nuestra Señora La Reina de Los Ángeles de Porciúncula”. El Padre Crespí recomendó también que en la zona se estableciera una misión para la evangelización. En la misma expedición, pero en otro recorrido, viajaba San Junípero Serra, considerado el Padre del estado de California.
Años más tarde, el 14 de septiembre de 1781, según cuenta la historia local, 44 pobladores se reunieron en la cercana misión de San Gabriel y, acompañados de dos sacerdotes y un escuadrón militar, llegaron a la zona recomendada por el padre Crespí y fundaron el “Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula”, tomando el nombre del río.
Los Ángeles fue parte del reino español, dentro del virreinato de Nueva España. Con la independencia de Nueva España, en 1821, Los Ángeles resultó anexada al territorio de México. Tras la guerra entre México y Estados Unidos, a mediados del siglo XIX, Los Ángeles y otros territorios quedaron en poder de lo que hoy es el Estado de California.
Actualmente, la Archidiócesis de Los Ángeles, gobernada pastoralmente por Mons. José Gómez, es la diócesis más poblada de Estados Unidos con unos cinco millones de católicos. El río que encontró el franciscano Crespí se llama hoy también “Río Los Ángeles” y cruza la ciudad.
