El muftí de Estambul enseñó a Francisco un capítulo del Corán sobre la Virgen María: ¿qué decía?

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El pasado sábado 29 de noviembre, el Papa Francisco visitó la Mezquita Azul de Estambul.

En el avión de vuelta a Roma, al día siguiente, explicó cómo el Gran Muftí de Estambul, Rahmi Yaran, le leyó unos fragmentos del Corán que hablaban de la Virgen María y Juan el Bautista.

"Cuando fui a la mezquita no podía decir: ‘¡Ahora soy un turista!’", explicó el Papa a los periodistas. "Vi aquella maravilla, el gran muftí me explicaba muy bien las cosas, con mucha mansedumbre, me citaba el Corán, cuando habla de María y de Juan el Bautista. En ese momento sentí la necesidad de rezar. Le pregunté: ‘¿Rezamos un poco?’ Y él me respondió: ‘Sí, sí’. Yo recé por toda Turquía, por la paz, por el muftí, por todos y por mí… Dije: ‘¡Señor, acabemos con estas guerras!’ Fue un momento de oración sincera”.

Según la agencia Anatolia, el muftí le leyó al Papa algunos versículos del Corán, sobre todo de la sura Al-Imran, versículo 36 y 37, que tratan sobre la infancia de la Virgen María educándose (según el Corán) con el sacerdote Zacarías.

Ahí leemos:

“Y una vez hubo parido dijo: ¡Señor mío! He dado a luz una hembra y bien sabía Allah lo que había parido; y no es el varón como la hembra. La he llamado Maryam [María]: A ella y a su descendencia los refugio en Ti del Shaytán [satanás] lapidado. Su Señor la aceptó con buena acogida, hizo que se criara bien y la confió a Zakariyya [Zacarías]. Cada vez que Zakariyya la visitaba en su lugar de oración, encontraba junto a ella provisión. Decía: ¡Maryam! ¿Cómo es que tienes esto? Decía ella: Esto procede de Allah, es cierto que Allah provee a quien quiere sin limitación”.

Francesc-Xavier Marín, doctor en Filosofía y experto profesional en cultura, civilización y religión islámicas, profesor de la Universidad Ramon Llull, consultado por Aleteia, explica:

El Corán presenta a María no sólo como una mujer relevante, sino como la mejor de las mujeres (Corán 3,42-43), haciendo de ella un ejemplo a seguir por todos los creyentes, porque creyó en la veracidad de la palabra de Dios (Corán 66,12). Por esto Dios la escogió para ser la madre de Jesús, el profeta de la bondad.

De las 114 suras del Corán, sólo 8 llevan en el título el nombre de algún personaje, y la sura 19 está consagrada a María y a narrar sus virtudes. Explica el texto sagrado que la mare de María, Hannah (Santa Ana) se consagró al servicio del templo de Jerusalén, tal como correspondía a la gente del linaje de David. Cuando concibió un hijo, se entristeció porque era una niña y no un varón, pero Dios le reveló que esa niña estaba consagrada a Dios (Corán 3,35-36).

Por esto, el Islam proclama que María y Jesús estaban exentos de pecado.

Es decir, el Islam admite que María fue preservada del pecado, del "toque del demonio", que compartimos todos los otros humanos… Es la doctrina católica de la Inmaculada Concepción, tal como la entendieron los autores del Corán en el siglo VII.

En su libro “La Virgen María en el Islam” escribe la Hermana María de Roncesvalles que el Corán menciona a la Virgen María 34 veces.

Son varios los momentos en los que se insiste en la pureza, protección contra todo mal y limpieza de pecado de la Virgen María.

…los ángeles dijeron; ¡María! Alá te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre las mujeres del universo” (Sura 3, 44)

Ponen en boca de Hannah (Santa Ana) la madre de María: “Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección contra el maldito demonio, y también a su descendencia” (Sura 3, 36).

Los que dudan la virginidad de María “son impíos por haber dicho contra Maria una calumnia monstruosa” (Sura 4, 156) porque se lee en el Corán: ‘Y a la que conservó su virginidad. Infundimos en ella nuestro Espíritu e hicimos de ella y de su hijo signo para todo el mundo’(Sura 21, 91)

“Maria, hija de Imran, que conservó su virginidad y en la que infundimos de nuestro Espíritu…” (Sura 66, 12).

Mahoma escribió a su hija Fátima: “Serás la más bienaventurada de todas las mujeres en el Paraíso, después de María”.

El demonio no tocaba a Mariam… pero sí a Mahoma
En su libro-testimonio "Encontré a Cristo en el Corán" Mario Joseph explica cómo la primera vez que vio monjas católicas, siendo un niño musulmán en la India, preguntó a su madre sobre ellas. Su madre le explicó que eran servidoras de Mariambivi (la Virgen María).

-En el plan de Alá, Mariambivi (María) tenía una misión muy singular -explicó la madre de Mario Joseph a su hijo. -Es por lo que a pesar de ser una niña, Alá la aceptó. Isanabi (Jesús) nació de Mariambivi. El diablo no podía tocar a ninguno de los dos, Mariambivi e Isanabi. Todos los demás que han nacido en esta tierra han sido tocados por Satanás.

– ¿De modo que Satanás ha tocado incluso a Mahoma?- preguntó el niño.

– Sí -dijo su madre.

– Si es así, entonces Isanabi es más grande que Mahoma, ¿no es así? – planteó el niño.

Su madre no le contestó, y Mario Joseph (entonces llamado Suleiman) reflexionó sobre eso de niño… y también muchos años después.

La historia de como llegó a ser un joven imán musulmán y luego se convirtió al catolicismo la explica en su libro "Encontré a Cristo en el Corán", pero todo empezó con la conciencia de que María era alguien especialísima, no tocada por el demonio, inmune al mal.

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