Los apostolados de presencia mariana mediante imágenes y oraciones están en auge. Cada vez son más las muestras de devoción en el ámbito público, lo que se añade a otras muestras históricas de devoción mariana como procesiones o peregrinaciones. En Cari Filii hemos hablado de la presencia de María en el arte urbano, de cómo ha surcado el Amazonas, alcanzado miles de metros de altura sobre el nivel del mar o protagonizado canciones plenamente asentadas en el imaginario colectivo, entre otros muchos ejemplos. Pero había un espacio aún inexplorado a la presencia de María… hasta ahora: el trabajo.
La iniciativa Con María en el trabajo surge de un seminarista chileno, hoy sacerdote, Juan Pablo Álamos, cuando se encontraba en el noviciado en Brasil.
Según explica el portal de la iniciativa, todo comenzó cuando acudió a rezar ante el sagrario dispuesto a emprender «una obra de bien» y desarrollarla en el futuro.
De su oración surgió una idea: la de llevar la imagen de María a los lugares de trabajo e incrementar la devoción y el fervor de los empleados de fábricas, empresas y oficinas. Los beneficios obtenidos en las organizaciones empresariales son abrumadores.
Recientemente ha explicado en el canal El rosario de las 11 pm que tras un viaje a España, pensó en sus padres como en la «matriz» del proyecto, a modo de prueba, pidiéndoles que pusieran una de las imágenes propias de la iniciativa en su empresa.
«Se lo tomaron muy en serio. Vieron el fruto que produjo en esa fábrica tener una imagen visible y cómo cambió el ambiente, era más espiritual y los trabajadores se paraban [ante la Virgen] y dejaban una flor o rezaban. De forma muy espontánea, el ambiente mejoró», explica.
El proyecto Con María en el trabajo, bautizado así por el mensaje de Juan Pablo II a los trabajadores chilenos de 1987, parte de la convicción de que si se reza a María, «ella ayuda en las necesidades espirituales», pero también temporales, de todos los empleados y organizaciones.
Como por arte de gracia, la iniciativa comenzó a despegar. Los padres del seminarista, viendo las gracias que se extendían en su empresa, decidieron proponérselo a una empresa vecina, que la recibió con idénticos resultados. Las empresas receptoras de la imagen de María cada vez eran más, no tardaron en ser decenas y hoy son más de 1900 las imágenes de María repartidas por todo el mundo, en todo tipo de instituciones: colegios, empresas de automoción, constructoras, centros penitenciarios, incluso en entornos y academias militares.
«Todo avanzó de forma espontánea, sin ruido, como son las cosas marianas. No nace de un proyecto pensado en etapas, sino de forma sencilla. No esperábamos que fuese a crecer tanto», admite.
Ofrecer un espacio de oración y presencia cristiana
El sacerdote dispone de numerosos ejemplos que muestran la misteriosa facilidad con que se está expandiendo la iniciativa. Menciona una de ellas, durante el viaje del Papa Francisco a Chile. Como en todo viaje papal, la agenda era apretada y no había tiempo para la improvisación. Sin embargo, cuando Francisco llegó a la cárcel de mujeres de Santiago, le esperaban 30 imágenes de María y los impulsores de la iniciativa, con la esperanza de que recibiesen la bendición papal. Aún hoy el sacerdote recuerda agradecido como Francisco respondió a su deseo de forma improvisada.
En el primer minuto del vídeo se puede ver al Papa bendiciendo las imágenes de la Virgen.
Para el sacerdote, la importancia de iniciativas como esta son cruciales. En el caso de Con María en el trabajo, explica que los frutos no se limitan únicamente a su objetivo principal de ofrecer un espacio de oración en el mundo laboral, sino que se extienden a la evangelización y el apostolado por todo el mundo para revitalizar la fe.
«Hay muchos lugares donde la misa dominical ha caído mucho, pero la piedad popular sigue siendo muy fuerte. Se trata de salir a donde están las personas, en sus lugares de trabajo, y ofrecer un espacio de oración y presencia cristiana«, explica.
También es consciente de que, frente a la grave crisis de vocaciones que sufre la Iglesia, «se necesitan ayudas a todos los niveles» y Con María en el trabajo quiere sumarse a las iniciativas que la hacen frente con frutos que no se pueden prever.
Frutos de un «apostolado invisible»
El sacerdote es consciente de que muchos de ellos se producen ante el «potente impacto» de entrar a un lugar y ver la imagen de la Virgen. Detrás de cada una de las 1.800 que hay en todo el mundo «hay una bendición y oración» que forman lo que él llama «el apostolado invisible«.
«Contabilizas el número de imágenes pero no sabes lo que pasa en las personas. Años después una persona te dice que es devoto de esa virgen al verla y cuando le preguntas por qué esta virgen en concreto, nos dijo que estaba en su trabajo, que no podía tener hijos, y que cuando se lo pidió, su mujer logró quedarse embarazada«, relata.
Por su experiencia, sabe que las familias no son las únicas que «quedan cambiadas» ante la intercesión y presencia de la Virgen. Durante la preparación de la iniciativa, también fue consciente de cómo se establecieron nuevas relaciones humanas y de cómo aumentó la oración, la gracia o incluso la misma fe. Donde hay presencia mariana, dice, «los demonios temen».
Respecto a los planes de futuro, el sacerdote afirma que el primero es «seguir escuchando» lo que Dios y la Virgen tienen que decir, pero se permite soñar con multiplicar la presencia de imágenes en diferentes ámbitos. También aspira a otros objetivos a corto plazo, como el de formar un equipo de jóvenes y con ello, «una familia en torno a la comunidad de Con María en el trabajo«.
«Es bonito soñar. Todo lo que viene de María genera alegría, es especial, las cosas se arreglan y si no, se encuentra un sentido a los sufrimientos. Es madre, es fuerte y es firme, y es refugio de los pecadores. El plan concreto es poner muchas imágenes, crear muchos espacios de oración, que ella nos lleve a Jesús y que podamos llegar al Cielo y evangelizar [también] España«, concluye.
Cómo llevar la Virgen a tu empresa
Desde la web, explican que el dinero no es algo imprescindible para poder beneficiarse de la presencia de estas imágenes de la Virgen: la aportación económica es voluntaria y se destina exclusiva e íntegramente a la confección de una nueva imagen que será donada a instituciones de escasos recursos que la desean. No obstante, las empresas y los particulares que la deseen para sus hogares, pueden colaborar con un aporte de 250.000 dólares (poco más de 230 euros). Para obtener mayor información, la iniciativa pone a disposición de los interesados su página web, sus redes sociales o la dirección de correo electrónico conmariaeneltrabajo@hotmail.com.