Ilenia tiene 26 años y desde que era niña ella siempre tuvo muy clara una cosa: quería hacer el bien por los demás y defender la justicia. Y por ello acabó formando parte del cuerpo policial de los Carabinieri hasta que tras un encuentro profundo con la Virgen en Medjugorje se dio cuenta que Dios la llamaba a servir y a llevar la justicia al mundo pero por otro camino. Así fue como dejó el uniforme policial por otro muy distinto, el de religiosa de las Misioneras de la Divina Revelación Divina.
Tras aparecer este cambio de vida en la prensa nacional italiana, Ilenia no quería de momento profundizar en esta llamada vocacional aunque finalmente lo ha hecho público a través de la web del instituto religioso al que ha entrado a formar parte.
Una vocación al servicio desde la infancia
En la carta, esta joven señala que “desde que era pequeña siempre he tenido el deseo de hacer algo por el bien de los demás y eso me empujó a actuar a favor del gran valor de la justicia. Para mí era importante que el bien triunfara sobre el mal y por eso quería dar voz a los últimos, es decir, a aquellos que han sufrido injusticias y no pudieron defenderse”.
En aquel proceso vital se dio cuenta que la llamada hacia “las Fuerzas Armadas me pareció la consecuencia normal de dar una respuesta a este deseo de mi corazón”.
Tras graduarse en el instituto comenzó a preparar el acceso a la vida militar. Empezó a ir al gimnasio, a correr y a aprender artes marciales, lo cual sería útil para su defensa personal en su vida futura.
Los valores del cuerpo que le valdrán para su nueva vida
Ingresó en el Ejército hasta que encontró la armonía total con su corazón a través del cuerpo de los Carabinieri. “Para mí, ser carabiniere era y sigue siendo una forma de ser y vivir en contacto con las personas, creyendo en valores profundos por los cuales uno está dispuesto a sacrificar la vida siempre a través de un servicio silencioso: la defensa del Estado, de los ciudadanos y de los más débiles para que triunfe la Justicia”.
Desde niña, Ilenia era una chica muy creyente por lo que esta decisión de convertirse en monja tampoco ha supuesto una enorme sorpresa para su familia. Una vez ya como policía, esta italiana afirma que su “modelo era la Patrona de los Carabinieri, la Virgo fidelis, la mujer fiel absoluta por su ejemplo de vida humilde y servicial por el bien de la Justicia y la Verdad”.
Desempeñó su labor como agente en la localidad de Caltanisesetta, en Sicilia, atendiendo muchas necesidades de emergencia y auxiliando a los más débiles, a lo que ella aspiraba desde niña. Allí rápidamente se integró en la parroquia. Esta inquietud interior le hizo recorrer toda la isla en su moto visitando iglesias, ermitas y monasterios para tener un encuentro más profundo con el Señor.
Una peregrinación mariana para comprender la llamada de Dios
En medio de todo esto –confiesa Ilenia- “quise hacer una peregrinación mariana para tener un tiempo de silencio y comprender más lo que anhelaba mi corazón, porque esto me preocupaba. Me pareció que, a pesar de todo, me faltaba algo, pero no sabía qué…”.
Entonces, en junio de 2018 se le presentó la oportunidad de poder ir a Medjugorje en una peregrinación en la que participaban un grupo de soldados y policías y que estaría dirigida por el que había sido su capellán militar años atrás.
Ya en el aeropuerto de Roma antes de partir rumbo a Medjugorje conoció a las Misioneras de la Revelación Divina con las que entabló una amistad inmediata. “Me sorprendió la alegría y la serenidad que leí en sus ojos y en su ejemplo de vida”.
El rezo del Rosario en Medjugorje
Fue durante el rezo de un Rosario por la tarde en este santuario mariano Ilenia sintió una llamada a servir y a defender la justicia pero desde otro ángulo.
“Después de la peregrinación comencé a reflexionar sobre la diferencia real entre la vocación del carabiniere y la vocación de las misioneras de la Revelación Divina. Me pareció que había realizado mi sueño, pero estaba empezando a comprender que no vivía en la totalidad lo que mi corazón deseaba. Yo llevaba un arma y ellas la corona del Santo Rosario; yo llevaba un uniforme y ellas un hábito; yo había jurado lealtad a la Patria y ellas al Señor a través de los votos religiosos. Trabajé para defender la Ley del Estado con amor y ellas trabajaban en plenitud de vida para responder a la Ley escrita en el corazón: ¡La ley del Amor!”, confiesa.
Al final comprendió que ser agente de policía “ya no era suficiente” para ella. “Me atrajo la idea de que el Señor pudiera pedirme que aceptara su proyecto y viviera una vida plena y completa a su servicio, como lo había visto con las Misioneras”, afirma.
La vida militar, providencial para su vida religiosa
Ilenia tiene claro que su vida militar “fue una preparación providencial hasta que descubrí que Dios tenía un sueño más grande que el mío. Lo que trataba de hacer como servicio en el trabajo encontró su plenitud en la vida de las Misioneras de la Divina Revelación”.
Y así ha sido como finalmente ha dado el paso y ha dejado el cuerpo de los Carabinieri para ingresar en un convento en Roma.
“Creo que a los 26 años esta es una opción fuerte. Ilenia es una chica que había logrado todo lo que podía desear: un trabajo seguro, un salario fijo, portar el uniforme que ama. Pero el Señor quiso llamarla y espero que pueda comprender cuál es el plan de Dios. Al final, ella seguirá sirviendo a los demás”, afirma el padre Enzo Genova, que la ha acompañado todo este tiempo.
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