César Andrés Castellanos: en el origen de una canción a la Virgen que canta todo el mundo hispano

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César Andrés Castellanos, a la guitarra por Nuestra Señora.

Cada año, del 10 al 15 de septiembre, miles de fieles peregrinan a la catedral de Salta, en el noroeste de Argentina, para la Fiesta del Milagro. Desde hace décadas, cantan una canción mariana por el camino -a menudo viajan a pie durante días-, una canción sencilla y emotiva que ha cruzado las fronteras y se ha difundido por todo el mundo hispanohablante.

“La Virgen es mi madre y me ama
con ella nada puedo temer;
la Virgen es mi madre y me quiere,
mi corazón le entregaré.
Cada vez que digo su nombre, María
se llena de gozo el alma mía
y cuando el peligro se me acerca
yo la invoco y ella me auxilia”.

Creó esta canción el salteño César Andrés Castellanos hace más de 4 décadas, cuando tenía 17 años y empezaba a dar pasos comprometiéndose en el movimiento de la Legión de María. Pasado el tiempo, le asombra cómo la canción se extendió, popularizó y se adaptó a varios estilos, siempre para expresar amor a la Virgen. Los peregrinos se emocionan con ella, en sus jornadas de viaje.

En este vídeo, el veterano música César Andrés Castellanos canta el tema que compuso con 17 años y se difundió por todo el mundo.

Entrevistado en el diario argentino El Tribuno, explica que compuso el tema con ritmo de huaino, el popular género andino, alegre, que invita al baile. Pero se puede tocar más melancólico y meditativo. O con otros ritmos.

«En España la grabaron con ritmo flamenco y en México la grabaron como mariachi. Lo mismo hicieron en Perú y Bolivia. Hay gente que le cuesta creer que yo la compuse. Yo tengo 40 canciones para la Iglesia y muchas se cantan, pero como ésta ninguna. Yo creo que Dios me hizo un regalo a mí, pero en el fondo es para honrar a María”, explica el autor, que desde hace 13 años es miembro de la Banda de Música de la Municipalidad de Salta.

Un regalo de Dios a los 17 años

Recuerda perfectamente cómo nació la canción. “Yo tenía 17 años. Estaba por formar un presidium [grupo local de oración y acción] de la Legión de María y el que nos asesoraba espiritualmente era monseñor Carlos Mariano Pérez [salesiano y arzobispo de Salta]. Un día me invitó a rezar el Angelus en la capilla privada que tiene en la curia y después me dijo: ‘realmente Jesús te hizo un gran regalo en darte tu devoción por la Virgen, su madre, que también es tu madre’ y me pidió darle mi corazón”, recordó Castellanos.

El obispo Carlos Mariano Pérez le dijo a César Andrés: “Ella va a ser tu alegría. Cuando tengás peligro, invocala, porque ella derrama su amor como una lluvia sobre la tierra y así lo derrama sobre sus hijos que son devotos. Vos dejá que te empape esa lluvia”.

Esas palabras que le dijo el obispo, resonaban en la mente del joven mientras volvía a casa, y así iban fluyendo los versos:

“Ella derrama sin medida su ternura
sobre mi alma como una lluvia
y yo dejo que me moje suavemente
ella me enciende la alegría».

“Ya tocaba la guitarra en la iglesia. Ya hacia cuatro años. Allí fue que me integré en la Iglesia por medio de la Legión de María, de jóvenes, que es una legión mixta, y como los varones tenían mucha fuerza se me ocurrió hacer un presidium de varones; la canción me nació espontánea, como si ya hubiese estado guardada en mi corazón», recuerda el compositor.

Un regalo a la Madre que emocionó a todos

Organizó el grupo de chicos varones en la parroquia San José Obrero y en la fiesta de la Natividad de la Virgen, como un regalo, el 7 de septiembre, le presentaron como regalo la canción. “Éramos 30 los cantantes. Imaginate que toda la iglesia se lloró la vida porque era emocionante ver al grupo cantarle con tanta fuerza. A partir de allí no se dejó de cantar en ningún lugar. Y traspasó las fronteras», señala.

«En Chile, en el segundo Año Mariano convocado por el Papa Juan Pablo II entre 1987 y 1988, bajo el lema “María, la madre de Jesús también es mi madre”, un muchacho que fue al Convento Lateranense, nos convocó para llevar canciones y él presentó a la mía. La grabaron con un coro impresionante”.

“Nunca me imaginé que está canción iba a traspasar tantas fronteras. Jamás. Y nunca fue la intención. Ni siquiera de hacerla conocida. Fue una respuesta que me nació de las palabras de aliento de monseñor Pérez. Me di cuenta que Dios y la Virgen aceptó esa canción como regalo. Hoy la volví a escuchar cantada por los peregrinos que llegaban de todos los rincones de la provincia y no pude contener las lágrimas”, destacó.

Amor por la religión y María

César Andrés Castellanos admite que ha sido persona religiosa desde niño. “Cuando era chico hacia catecismo en la iglesia de Los Ángeles, el padre Corbalán me puso ‘Sarmiento’, porque a mí me gustaba mucho el catolicismo y yo contestaba todo. Con el tiempo me pidió que fuera monaguillo. Cuando ingreso a La Legión de María me inserto de lleno en la Iglesia. Fui ministro de la Eucaristía, dirigí muchos coros en Salta, en especial en la parroquia de María Reina. Hasta hicimos grabaciones de CD que nos permitió con la venta comprar el equipo de sonido que tiene actualmente la Iglesia de Lourdes”, va explicando el músico.

Conoció a su esposa, Mónica Márquez, en la Legión de María hace casi 40 años y se volcaron con actividades de fe en el barrio Ceferino, que carecía de ellas. “Comenzamos a dar catequesis, armar comisión protemplo. Hoy tiene una reconocida vicaría fuerte. Ella llegó a ser presidenta de la Curia, el estamento mayor que tiene la Legión de María”, señala. Castellanos sigue cantando en su parroquia con su hijo Pablo, y antes también cantaban con ellos su esposa y su hija Gimena.

«La Virgen es mi madre y me ama» es una canción muy popular que se usa en todo tipo de festivales y encuentros de oración y romerías populares (aquí, con toques rock).

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