El 13 de mayo es la fiesta litúrgica de la Virgen de Fátima, y decenas de miles de personas han ido llegando estos días al popular santuario mariano portugués. Muchos miles llegaron caminando, la mayoría desde todos los rincones de Portugal, pero también había peregrinos de más de 30 países distintos. Se trata de la habitual Peregrinación Internacional del Aniversario de Mayo.
María, compañera en el «itinerario de la vida»
En la vigilia nocturna del 12 de mayo, con velas en la explanada del templo, hasta 250.000 peregrinos participaron en la oración y celebración de la Palabra dirigida por el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, que por primera vez ha presidido una gran peregrinación en Fátima.
Omella invitó a tomar a la Virgen como compañera y guía en el “itinerario de la vida”. El cardenal dirigió una oración mariana usando una oración del siglo XII de San Bernardo de Claraval, doctor de la Iglesia y gran impulsor de los monjes cistercienses. En las peticiones, los fieles oraron especialmente por la paz en el mundo y «las víctimas de los conflictos en Ucrania y Tierra Santa».
Concelebraron en la vigilia, con el cardenal de Barcelona, su anfitrión, el obispo de Leiria-Fátima, José Ornelas; el obispo emérito, cardenal António Marto; el obispo de Setúbal, cardenal Américo Aguiar, junto con otros 22 obispos y casi 200 sacerdotes.
Una multitud en la mañana de la fiesta
En la mañana del lunes se celebró la misa de la solemnidad de la Virgen de Fátima. El cardenal Omella declaró sentirse conmovido por la multitud devota que desafiaba un cielo inestable. Dejó de lado el sermón que tenía preparado para improvisar y «hablar desde el corazón» a los fieles.
Animó a la oración, al «diálogo de corazón a corazón con el Señor, personal y comunitariamente». En las preces se oró por «la conversión de todo el mundo».
“Pidamos la paz en Ucrania, en Rusia, en Tierra Santa, en África, en América y en Asia. Hay muchos países que quieren la paz, como nos pide el Papa, cuando nos advierte de una ‘guerra mundial a pedazos’”, concluyó el cardenal llegado desde Barcelona.
«Escuchemos la voz de María, que hoy nos ha dicho, como los Pastorcitos, que cuenta con nosotros. Hermanos, ¡ánimo! ¡Vivamos con esperanza! El Papa nos convocó al Jubileo de la Esperanza. Seamos testigos de la esperanza, con nuestro amor y nuestra dedicación», concluyó.
Despidiendo a los peregrinos, el obispo de Fátima, José Ornelas, proclamó: «¡Desde aquí, desde Cova da Iria, hacemos un llamado a la paz! Es inconcebible para el corazón de Dios y para un corazón humano que esto esté sucediendo en el mundo».
Fátima es un lugar de oración por la paz en el mundo desde su inicio. Las apariciones tuvieron lugar en mayo de 1917, durante la Primera Guerra Mundial, en la que participó Portugal. La Virgen en sus apariciones pidió a los videntes «rezar el Rosario todos los días para alcanzar la paz para el mundo y el fin de la guerra». La Gran Guerra acabó un año después. Luego vendría la Segunda Guerra Mundial, aún peor, pero al menos Portugal se libró de esa guerra.
Ornelas saludó a los peregrinos en italiano, inglés y francés, y les animó a construir una Iglesia «que se haga cargo de la fragilidad», agradeciendo su presencia «alegre y entusiasta».
El sentido de peregrinar, y sus cifras
Unos días antes, el rector del santuario explicó en una rueda de prensa el sentido de la peregrinación y sus festejos. El rector del Santuario, el padre Carlos Cabecinhas, en el marco de la fiesta de la Ascensión, explicó que «ser cristiano implica necesariamente este encuentro personal con Jesucristo vivo». Recordó que los santos pastorcillos de Fátima expresaron siempre su deseo de «estar con Él y experimentar su presencia, de manera muy especial en la Eucaristía».
Sobre la peregrinación, detalló que llegaban unos 170 grupos preinscritos, de los que unos 80 llegaban de Portugal, y el resto de otros países.
Además, explicó que en los 4 primeros meses de 2024 han pasado por Fátima más de un millón de peregrinos, que participaron en 3.000 celebraciones, un 26% más peregrinos que en el mismo periodo de 2023. Añadió que aunque las grandes peregrinaciones llegan en mayo, cada vez son más los peregrinos que acuden entre noviembre y abril.
Pedir a la Virgen esperanza, y anunciar con alegría
El cardenal Omella también habló a la prensa, explicando que llegaba a Portugal «a pedir a la Virgen de Fátima que haga que la Iglesia avance con generosidad por el camino sinodal». La peregrinación, dijo, era «una experiencia profunda de renovación de la fe y un momento donde recargar fuerzas para seguir el camino«.
«¿Qué estamos llamados a dar a un mundo tan conflictivo y dividido? La esperanza. Aquí la Virgen también habló de esperanza y fraternidad. (…) Ahora bien, si tenemos a Dios y a la Virgen de nuestro lado, ¿cómo podemos estar tristes? Si no hay alegría, no hay Evangelio”, advirtió el cardenal español.
El obispo José Ornelas recordó a los periodistas que el 12 de mayo se celebraba el Día Mundial de los Medios de Comunicación y evocó la memoria de unos 100 periodistas asesinados en 2023 (muchos por bombas o disparos en Ucrania y Gaza, pero también en otros sitios). Matar a los comunicadores es «una forma de intentar ahogar el grito de quienes sufren la injusticia, la discriminación y la explotación, y la persecución de tantas personas», dijo.
«La guerra, el odio, los ataques y el deseo de represión y dominación sobre las personas y los pueblos están justo en el centro del Mensaje de Fátima, donde tuvieron lugar las apariciones de Nuestra Señora durante la terrible primera guerra mundial. Por lo tanto, las dramáticas situaciones de conflicto armado que existen en el mundo, nunca pueden estar lejos de las celebraciones y de la oración en este Santuario», aseguró el obispo portugués. Y añadió: «María nos desafía a seguir su ejemplo de dar la cara para ser Iglesia peregrina entre todos pueblos y culturas; ser una Iglesia en comunión activa y participativa, para la misión», afirmó el obispo de Leiria-Fátima.
Además, la revista National Geographic ha lanzado un número especial monográfico sobre Fátima, su significado social y las multitudes que mueve la devoción. Su asesor central ha sido Marco Daniel Duarte, director del Departamento de Estudios del Santuario.