El año 2022 ha sido algo agridulce en el santuario de Fátima, tan ligado al mensaje de paz en el mundo y a la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón. Hay alegría porque tras la pandemia han vuelto los peregrinos, casi 5 millones (4,93), que es casi 5 veces más que en 2021, año en que el coronavirus aún mantuvo a mucha gente en sus casas.
También han vuelto la peregrinaciones organizadas, algo más de 3.000, el triple que en 2021. Después de Portugal, que organizó unas mil peregrinaciones (1.036, con 334.000 peregrinos), el país que aporta más peregrinaciones es España (556 peregrinaciones organizadas, con casi 32.800 peregrinos en ellas).
Después de España, los países con más peregrinaciones son Polonia (235 peregrinaciones, con 9.300 peregrinos), Italia (216 peregrinaciones con casi 7.000 peregrinos) y Estados Unidos (182 peregrinaciones con casi 6.000 peregrinos).
La tristeza viene dada porque pese a las oraciones y la renovación solemne de la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón la paz no ha llegado a Ucrania. Desde hace un año se matan rusos y ucranianos, dos pueblos muy cercanos, ambos de mayoritaria tradición cristiana ortodoxa (aunque Rusia quedó mucho más descristianizada que Ucrania por el comunismo). La invasión rusa ha causado a lo largo del año más de 8.000 muertos civiles, según Naciones Unidas. Los muertos y mutilados entre soldados son difíciles de contar.
Una multitud de fieles de distintos idiomas acudió a la capelinha del santuario de Fátima para la consagración de Rusia y Ucrania el 25 de marzo de 2022, al cumplirse un mes de guerra. Pero la guerra siguió y se recrudeció.
«Los errores de Rusia»
Por el mensaje de Fátima, en que la Virgen avisó de los «errores de Rusia» se extenderían por el mundo (refiriéndose al comunismo que persigue a la religión cristiana), es interesante repasar la lista de países que han conseguido enviar peregrinaciones.
De Ucrania llegaron a Fátima en 2020 hasta 29 peregrinaciones para orar por la paz, con 3.075 peregrinos (la inmensa mayoría mujeres, ya que los hombres en edad militar no pueden dejar el país). Rusia, bastante aislada a nivel internacional por la guerra, y siendo un país donde los católicos son pocos, no ha podido enviar peregrinaciones a este santuario tan significado para ellos.
De la Cuba comunista y la empobrecida Venezuela no han llegado ninguna. Pero del lejano Vietnam, una dictadura comunista, aunque relativamente moderada con la Iglesia, 31 peregrinaciones. De China, 4, con 52 peregrinos. De Nicaragua, en plena represión orteguista con el obispo Rolando encarcelado, sólo una con siete peregrinos.
En este año complicado, a los hispanoamericanos les costó llegar a Fátima. De Brasil llegaron 174 peregrinaciones (sumando 6.000 peregrinos), de México 38 (casi 1.200 peregrinos), de Colombia 20 (casi 700 peregrinos). Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador y Honduras aportaron entre 3 y 5 peregrinaciones, con algo más de cien peregrinos por país. Otros países hispanos aportaron 2 o 3 peregrinaciones, con entre 20 y 80 peregrinos por país.
Hay que tener en cuenta, de todas formas, que muchos visitantes de Fátima no acuden en peregrinaciones organizadas: simplemente se presentan allí con su familia, se registran en la entrada y rezan.
Una peregrina fotografía iconos de los Santos Pastorcitos en Fátima.
Misas, exposiciones y visitas a la casa de los Pastorcitos
Se celebraron 2.500 misas oficiales en la basílica, la capilla de las apariciones y la capilla de la Muerte de Jesús. Además, 256.000 peregrinos visitaron el museo del santuario y 260.000 visitaron la Casa de los Santos Pastorcitos (la casa de Francisco y Jacinta Marto, que ayuda al peregrino a trasladarse a la época de las apariciones).
La casa de la otra vidente, la Hermana Lucia, no pudo visitarse por estar en obras todo el año.
La exposición Rostros de Fátima recibió 143.000 visitantes. La exposición Rosarium (que duró un par de meses), 11.000. La exposición permanente Fátima Luz y Paz, que reabrió sus puertas a mitad de octubre, recibió casi 9.000 visitantes.
Unos 300 empleados, y otros 300 voluntarios
Para Portugal, los peregrinos tienen también un significado económico, además de espiritual. En un encuentro del sector de hoteles y hospedaje, en el Centro Pastoral Pablo VI, el rector del santuario, el padre Carlos Cabecinhas, dio algunas cifras provisionales: 18,67 millones de euros de ingresos y 17,7 millones de euros de gastos, motivados por la llegada de esos 5 millones de personas a lo largo del año. Aún es menos que en 2019, antes de la pandemia.
El rector de Fátima detalló que «de los 17,7 millones de gastos, 5,41 millones se destinaron a gastos de personal y una parte importante a suministros y servicios externos, cuyos precios se disparan por la inflación registrada durante el año 2022″. El rector explicó a los congresistas hoteleros que «las cuentas del Santuario son equilibradas, auditadas por una entidad externa».
Añadió que «a diciembre de 2022 teníamos 331 empleados, de los cuales 29 eran estudiantes y por lo tanto prestan servicio a tiempo parcial. En la misma fecha contamos con 321 voluntarios. Entre ellos hay muchos trabajadores del Santuario, que también brindan servicio voluntario. En 2022, estos trabajadores hicieron 59.979 horas de voluntariado”, explicó.
Lo que pasará en 2023 con la JMJ
Este año 2023 será peculiar por las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ de Lisboa) que llevarán a cientos de miles de jóvenes a Lisboa, y muchos miles pasarán también por Fátima. También volverán, dice el rector, las peregrinaciones de grandes movimientos eclesiales internacionales, y de congregaciones religiosas.
El santuario preparó 6 itinerarios para jóvenes católicos, con actividades del 27 de julio al 11 de agosto. El rector considera que si los jóvenes peregrinos tienen una experiencia positiva «volverán y serán potenciales peregrinos, en el futuro».
En este congreso con hosteleros, el ponente Marco Daniel Duarte quiso señalar que «la Mariofanía de Fátima es la única inscrita en los documentos del Concilio Vaticano II» y que el santuario recibió visitas de Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco.
José Ornelas Carvalho, obispo de Leiria-Fátima, agradeció el trabajo de todos los implicados en acoger peregrinos, también instituciones y empresas de hostelería. Destacó el carácter mariano de esta JMJ, que muestra a la Virgen María que se levanta y pone en marcha para ayudar a Isabel, como «una Iglesia que cuida la fragilidad».
También relacionó la lucha contra los abusos a menores en la Iglesia y en la sociedad con el mensaje de Fátima, transmitido por unos niños valientes que dicen la verdad.
Y aunque aún no se sabe la fecha exacta dentro de los días de la JMJ en que el Papa visitará Fátima, aseguró que lo daba por seguro, porque el mismo pontífice se lo transmitió personalmente: quiere «venir a Fátima a orar, como peregrino», dijo el obispo.