Según informa La Voz de Almería, el Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de Gádor, Antonio Campos, y el párroco de Berja, Juan José Martínez, entregaron al obispo de Almería, Adolfo González, nueve mil firmas en apoyo a la coronación pontificia de la Patrona de Berja.
Nueve mil firmas avalan la petición a la Santa Sede para la coronación de la Virgen de Gádor.
Campos mostraba su satisfacción por la respuesta de los fieles: “Nos hemos visto desbordados por la avalancha de colaboraciones, que nos han llegado desde los más diversos lugares de España (Barcelona, Mallorca, Guadalajara, Sevilla, Granada, Madrid…), e incluso algunas desde el extranjero”.
Se siguen produciendo adhesiones, y aunque éstas ya no se podrán enviar a Roma, constarán igualmente en el Expediente de Coronación. El obispo lo remitirá a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y le adjuntará un informe suyo solicitando la Coronación.
"Tras esto, Dios mediante, el Papa dictará la Bula de Coronación, en la que se fijará la fecha para llevar a cabo el acto”, aclara el Hermano Mayor, quien da cuenta de la importancia del hecho: “La coronación pontificia es a una imagen de la Virgen lo que el Premio Nobel a un científico: no existe distinción más alta. Así pues, nuestra patrona formará parte del reducido elenco de imágenes coronadas pontificiamente, lo que supone el máximo reconocimiento para su advocación”, además de lo que implica para dar a conocer "a nuestra patrona y a nuestro pueblo" ofertando a los peregrinos una visita cultural además de la visita religiosa.
Dos ermitaños y una devoción de siglos
Esta advocación tiene su origen en la llegada a Berja en 1588 de dos ermitaños de remota procedencia, Domingo de San Juan y Juan de Santa María, quienes fundaron con las limosnas recogidas en el pueblo, un santuario sobre las ruinas de una pequeña iglesia que existía en el despoblado paraje de Pixnela, al pie de la sierra de Gádor, a unos tres kilómetros de lo que es hoy la ciudad.
Allí depositaron una “figura de talla de Nuestra Señora con sus vestiduras de altura de poco más de media vara de alto“, a la cual dieron el nombre de Nuestra Señora de Gádor. Los virgitanos empezaron pronto a venerar la nueva imagen, subiendo los sacerdotes de la parroquia de la Anunciación a darle culto en su ermita. En 1592, los ermitaños decidieron abandonar la villa para entrar en una orden religiosa, cediendo mediante escritura pública, la ermita y la venerada imagen al pueblo de Berja, a cambio de una limosna. En este mismo acto de cesión se constituyó la Hermandad de la Virgen de Gádor, con el fin de promover el culto a la venerada imagen, pronto consagrada como patrona de Berja.
Así fue durante siglos, hasta que milicianos del Frente Popular destruyeron la imagen el 29 de julio de 1936, en los inicios de la Guerra Civil española. La que ocupa hoy su lugar es una talla del escultor granadino Eduardo Espinosa Cuadros realizada dos meses después.
Al llegar la nueva imagen de la patrona, las religiosas del santuario confeccionaron un pequeño baldaquino cubierto con tul y flores artificiales, que fue utilizado hasta la confección de las nuevas andas. Éstas se terminaron el 1 de febrero de 1943, siendo las que actualmente utiliza la sacrosanta imagen. La obra de orfebrería está realizada en plata de ley -que fue donada por los vecinos en forma de cubiertos y otros pequeños enseres de plata-, imitando con gran exactitud a las que existían antes de la guerra.
La devoción a la Virgen de Gádor, que se baja al pueblo dos veces al año (las célebres Bajadas), está extendida más allá de la comarca, y abarca las provincias de Almería y sus limítrofes Granada y Murcia. De ahí la extensión geográfica de las peticiones a la Santa Sede para su pronta Coronación.
Para leer más cosas sobre la Virgen de Gádor: Foros de la Virgen.
