Antonio López, uno de los artistas españoles vivos más importantes, no pintará en la basílica del Pilar de Zaragoza. Su propuesta preliminar, que debía tener por temática a la Virgen del Pilar fue rechazada por el cabildo que administra el templo.
El arzobispado de Zaragoza ha indicado que el argumento principal para rechazar la propuesta es su "inviabilidad" y "la propuesta en sí". Ha especificado que ni siquiera había aún un boceto y que sólo se había presentado "una proyección" de la obra sobre la cúpula donde se pretendía pintar, que "ha desvelado algunas cosas", la principal que "no tiene un signo e identidad mariano".
En esta propuesta la Virgen aparentaba ser una mujer cualquiera, de mediana edad, sin ningún símbolo identificativo.
Podría ser cualquier mujer
La pintura para la cúpula que propone López, se basa en un torso y la cara de una mujer, que bien podría ser "la Virgen u otra persona" y que además no sería visible desde todos los ángulos, como ha explicado el cabildo según publica la Agencia EFE.
En declaraciones a Heraldo de Aragón, Manuel Almor, portavoz de la administración del templo, dijo que la decisión del Cabildo se ha tomado "después de muchas conversaciones" y tras considerar que "no es adecuado para la basílica".
La representación de la Virgen que proyectaba Antonio López como propuesta sobre una de las cúpulas del Pilar
Proyecto inviable, sin signos marianos
El proyecto fue expuesto el pasado 20 de enero en la basílica, a puerta cerrada, por el artista y su equipo al deán y a los numerosos miembros de la comisión que se creó para valorar una actuación artística que se empezó a plantear, por primera vez, hace ocho años al exarzobispo de Zaragoza Manuel Ureña.
Fue por la noche, tras cerrar la basílica sus puertas a los fieles, y "gustó mucho", según han indicado a EFE fuentes de la Fundación Arte y Gastronomía, que impulsó el proyecto y a la que han comunicado mediante una carta la negativa del Cabildo a llevarlo a cabo.
La clave del rechazo está en la falta de simbología que se asocia no ya a la Virgen, sino específicamente a la Virgen del Pilar: el Niño, el manto, la columna… la propuesta del pintor era, simplemente, un rostro de mujer.
Detallan en El Confidencial que el artista había trabajado la imagen a partir de la superposición de ocho fotografías de miembros de su familia, incluyendo a su nieta, según fuentes que asistieron a la presentación a puerta cerrada. Al parecer, el pintor comentó "¿Quién sabe en realidad cómo es la Virgen?" Pero quizá eso hace más necesario identificarla con símbolos.
Desde la fundación han reconocido que esta "andadura" ha terminado, pero no han descartado totalmente que se pueda retomar, incluso en otro lugar, un proyecto que reconoce una nueva imagen de la mujer en la Iglesia.