La familia Halpin ha perdido su hogar en los incendios en Altadena, Los Ángeles, pero se ha hecho viral cantando alrededor de una estatua de cemento de la Virgen María, en su advocación de Guadalupe, que tenían en su jardín y ha quedado prácticamente intacta.
Aunque algunos medios sensacionalistas intentan centrarse en el «misterio» de que la piedra no se quemara (el cemento no arde, evidentemente), el verdadero hecho asombroso es la fortaleza de la fe de la familia, que en lo bueno y en lo malo han querido mostrar que cantarán para Dios por siempre y con actitud de confianza y agradecimiento. Eso ha suscitado un «incendio» de generosidad en donantes caritativos para ayudarles a reconstruir lo perdido.
La imagen de María les llevó al agradecimiento
Es el matrimonio de Peter y Jackie Halpin. La cadena Fox difundió su historia. El primero en descubrir que la imagen de la Virgen estaba en buen estado fue el yerno, que subió la foto a Instagram. Jackie, la madre de familia, dice que entonces fue cuando ella cayó de rodillas emocionada y decidió que debían acudir al lugar y dar gracias a Dios. Allí cantaron con sus hijos el Regina Coeli («Reina del Cielo, alégrate»).
Debido a los incendios, el martes abandonaron su casa, en la que habían vivido desde 1988 y donde crecieron sus seis hijos, ya adultos. Volvieron el jueves, comprobaron que solo se mantenían las estatuas de cemento de la Virgen y de San José, y alguien sugirió cantar.
Una familia muy musical y que canta bien
Según explicó Andrew, de 36 años, el cuarto de los hijos (tres chicos y tres chicas), han sido siempre una familia muy musical, y él mismo es compositor. Cuando era niños, sus hermanos y él se educaron en un grupo católico de homeschooling y formaban parte de un coro dirigido por un maestro profesional. Desde niños tocan instrumentos y ocasionalmente cantan en algún bar como banda familiar, denominada Hay Penny Pigs.
«Tenemos que dárselo todo a Dios», explicó Andrew en la prensa católica. «Y si esta vez eso significa nuestro hogar, confiamos, porque estamos en Sus manos».
«Cuando empezamos a cantar, sentí que todos estábamos siendo fuertes para los demás. Me sentí muy aliviado porque estábamos juntos como familia y éramos capaces de unirnos en torno a ese himno, que significa tanto para nuestra familia», dijo al Register,refiriéndose al cántico mariano.
En declaraciones a EWTN, Andrew explicó que lo han perdido casi todo, y que su madre, que es la coleccionista de la familia y la que conservaba los recuerdos de cuarenta años, apenas pudo salvar, al salir precipitadamente por la cercanía del fuego, algunas fotos, objetos significativos y documentos esenciales. Pero casi todo lo personalmente más valioso se ha perdido. Mientras cantaban, estaban, literalmente, pisando su vida: «Las cenizas de nuestra infancia».
Su hermana Gianna, que vivía al lado de sus padres junto con su hija Beatrice, también ha perdido la casa (y el pater familias, Peter, un camión de su empresa), por lo que iniciaron una petición de ayuda en GoFundMe que les ha permitido conseguir ya más de 125.000 dólares. Anuncian que colaborarán con sus vecinos para ayudar a la reconstrucción.
