Elche, en la Comunidad Valenciana, celebra a su patrona, la Virgen de la Asunción con una gran procesión el 29 de diciembre. No importa el frío que haga: la gente sale a la calle y participa en multitud. De hecho, cada año reúne más participantes y crece en vistosidad: este año se han incorporado danzas regionales tradicionales nuevas que han dado más vistosidad a los actos.
La mañana ventosa y fría, sobre todo en los aledaños de la Basílica de Santa María,no asustó a los centenares de participantes en la festividad que oficialmente se llama "de la Venida de la Virgen". En la gran plaza del Congreso Eucarístico y aledaños se iban formando los integrantes de las comisiones de fiestas de la ciudad y el campo, así como de las entidades culturales regionales.
Acompañan a la imagen de la Virgen representaciones de entidades ciudadanas, portaestandartes, cargos electos, abanderado, personalidades galardonadas; los niños vestidos de angelitos, y las presidencias de Camareras de la Virgen, la Sociedad Venida de la Virgen, el nutrido clero y autoridades, para cerrar la Banda Sinfónica de Música de Elche.
El recibimiento a la Patrona en Santa María fue apoteósico, con intervención de cantores del MisteriUna vez el trono en el exterior, se detuvo para que se realizaran bailes típicos que se han recuperado este año, pero con el inconveniente de que los angelitos del trono tuvieron que soportar el viento frío que reinaba en la puerta de la Basílica, hasta que por fin se emprendió la marcha.
Durante el paso por las calles ilicitanas se fueron sucediendo el disparo de tracas, tal y como es costumbre.
Apoteósica entrada en el templo del trono con la Virgen, y tras la consiguientes salve y participación del clero, se cantaron los cantos a María, bajo la dirección del Mestre José Antonio Román con los cantores de la Capella del Misteri, con múltiples vivas a la Virgen, naturalmente con el templo totalmente abarrotado.
Al finalizar el recibimiento tuvo lugar una misa concelebrada por el vicario general y el arcipreste de Santa María con once sacerdotes, y cantada por la Escolanía del Misteri, bajo la dirección de Javier Gonzálvez.
No faltó el parlamento del presidente de la Venida de la Virgen, José Antonio Román Parres, con palabras de satisfacción y agradecimiento para todos cuantos han intervenido en estas fiestas. Y, claro está, también se sucedieron los cantos populares.
La leyenda… y lo atestiguado desde el siglo XVII
Según la tradición popular de Elche, en diciembre de 1370 (una variante lo situa en mayo de 1266) el soldado guardacostas Francesc Cantó encontró en la playa del Tamarit, acercada a la orilla por las corrientes del mar, un arca que llevaba en su cubierta la inscripción Sóc per a Elx («Soy para Elche»). Cantó abrió la caja y descubrió en su interior una imagen de la Virgen y unas hojas con el texto y la música para la escenificación de la Asunción de María. Sorprendido por este encuentro, cabalgó hasta la población con el fin de comunicarselo al Concejo, que publicó un bando para que todos los ilicitanos fueran a la playa a recoger la imagen. Cuando llegaron, un grupo de vecinos de Alicante y Orihuela (a partir de la independencia municipal de Santa Pola en 1835, también se incluyó a sus habitantes) pretendían llevársela a sus respectivos pueblos. Para solucionar la disputa subieron el arca a una carreta tirada por bueyes con los ojos tapados que situaron en un cruce de caminos para que fuesen por el que les pareciese, yendo finalmente para Elche. La imagen encontrada, cuando llegó a la población, fue entronizada en la ermita de San Sebastián.
No existe ninguna referencia en los archivos locales que confirme este suceso, a pesar de la insistencia que muchos investigadores han puesto en su confirmación. Además, la copia más antigua de la música y el texto de la representación, la consueta de 1625, escrita por Gaspar Soler Chacon por encargo de un familiar del Santo Oficio de Orihuela, nada dice respecto a esto, cosa extraña cuando dedica espacio al origen y a los milagros de la Festa. La primera noticia que disponemos de la «Venida de la Virgen» se encuentra en el libro Año Virgíneo de Esteban Dolz de Castellar, de 1687.
