El padre Elías habla de los «milagros» que ve en Lourdes: el más impresionante no fue físico y evitó un suicidio

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El padre Elías es en este momento el coordinador en lengua española del santuario de Lourdes

El padre Mauricio Elías lleva año y medio viviendo en Lourdes, donde actualmente es el coordinador de lengua española en este santuario mariano. Antes, y durante, las dos últimas décadas, ya acudía cada año a Lourdes un mes o quince días como confesor. Es por ello por lo que tiene un profundo conocimiento de este lugar tan importante para el catolicismo.

El religioso argentino de 57 años y de ascendencia libanesa pertenece a la Eparquía Maronita de Buenos Aires y celebra los sacramentos tanto en el rito maronita como en el latino. Y si algo puede decir de Lourdes es que “el verdadero milagro” que allí sucede es el de las conversiones.

Tal y como recoge Aciprensa, Mauricio Elías asegura que le “ha tocado presenciar algunos milagros físicos” aunque “no son oficiales”, porque no forman parte de los 70 milagros reconocidos por la Iglesia Católica.

Peregrinos ante la Virgen de Lourdes, destino de inmensas movilizaciones marianas desde hace siglo y medio.

Uno de los ejemplos es el de una persona “que ha bebido el agua de Lourdes después de muchos años de no poder quedar embarazada, queda embarazada, tiene algún hijo”. También ha podido conocer a otras que han llegado con “el testimonio médico que lo acompaña” para agradecer por un milagro concedido por la intercesión de Santa María.

Pero más que las curaciones físicas este sacerdote ha sido testigo de otros milagros. “A uno en el confesionario le toca presenciar y experimentar el verdadero milagro de Lourdes, que no se trata de curarse de un cáncer, sino de la sanación espiritual, de la conversión del corazón”.

El padre Elías cuenta que “hace muchos años” mientras paseaba por uno de los puentes que están en la zona del santuario vio a una persona que “después aparece en el confesionario y se confiesa”. El hombre le dijo al sacerdote argentino que decidió seguirlo tras verlo vestido con sotana, pues, “me produjo algo en mi corazón”.

“Se confesó. Cuando terminó me dice: ‘usted no solo me salva el alma, sino que me ha salvado la vida, porque en ese instante yo me estaba por tirar al río’”, afirma el religioso.

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