Más de 250.000 personas, según la Policía, 60.000 venidas desde fuera de la ciudad, festejaron este domingo en Itatí (Corrientes, Argentina) el 117º aniversario de la coronación pontificia de Nuestra Señora de Itatí, celebrado bajo el lema Miraste con ojos de Misericordia.
La procesión náutica por las aguas del Paraná fue, un año más, el principal atractivo por su espectacularidad en el día de la Virgen del Carmen. A su finalización, la advocación local se encontró con la imagen de Nuestra Señora de Caacupé, patrona del fronterizo Paraguay.
Desde allí, la procesión por las calles de Itatí hasta la basílica, donde ofició misa el arzobispo de Corrientes, el capuchino Andrés Stanovnik, quien en la homilía, y ante el gobernador Ricardo Colombi y los candidatos a sucederlo y otras autoridades, tuvo palabras muy duras contra el narcotráfico, en el que se han visto envueltas algunos funcionarios públicos. Habló de «hordas salvajes» que «piratean por el río y se mueven libremente por nuestras calles, sembrando destrucción y muerte»: «Algunas son más visibles que otras; las hay disfrazadas y seductoras; asestan dardos mortíferos en los más vulnerables, como son los niños y los jóvenes, ofreciéndoles una salida fácil y placentera, pero tan efímera como devastadora”, añadió.
Asimismo hizo una petición a la Virgen por todo el pueblo argentino: “Te imploramos que nos ayudes a los argentinos a construir puentes de fraternidad entre todos: somos como una tierra árida llena de resentimientos, prejuicios y rencores, que clama por una lluvia mansa de perdón, de reconciliación, de verdad y de justicia”. En lo cual la Virgen ha de tener un papel primordial, pues «para sostener una respuesta generosa a Dios y al prójimo, necesitamos que nuestra mirada se encuentre con la tierna mirada de nuestra Madre, descubrirnos sus hijos y hermanos de Jesús, querernos un poco más y darnos cuenta de que lo único que realmente vale la pena en la vida es gastarla en bien de los otros».
María, protección ante el «padre de la mentira»
Monseñor Stanovnik también pidió a María una iluminación especial para los cristianos: «Escucha, Madre, el clamor de tus hijos, protégelos con tu manto maternal y, al mismo tiempo, dales la sabiduría y la luz para ver dónde está el verdadero enemigo de la condición humana, el padre de la mentira, el que engaña con la promesa de alcanzar una vida feliz y segura en poco tiempo y sin esfuerzo alguno… Tiernísima Madre, así como cuidaste a nuestros antepasados, míranos también hoy a nosotros que humildes recurrimos a vos; enséñanos a ser verdaderos peregrinos, a bajarnos de nuestras comodidades, y aprender a caminar uno junto al otro, atentos al que está a nuestro lado, y dispuestos siempre al servicio, especialmente a los más necesitados”.
La basílica de Itatí, a pocos metros del río Paraná, donde fue hallada la imagen y a donde volvía milagrosamente.
La imagen de Nuestra Señora de Itatí, tallada en madera de timbó y con rostro de nogal, fue coronada a instancias del Papa León XIII en el año 1900, lo que se conmemora cada 16 de julio con el encuentro fraternal entre argentinos y paraguayos. La devoción a esta imagen, una Inmaculada Concepción, se remonta a más de quinientos años.
Ya era venerada en Yaguarí, cuando un ataque de indios contrarios a los misioneros la robó y la hizo desaparecer. Fue hallada después en el río Paraná por un grupo de indios que se hallaban pescando y la vieron sobre una piedra rodeada de una brillante luz. El franciscano Luis Gámez ordenó trasladarla al interior de la reducción, pero por dos veces desapareció para aparecer de nuevo en su lugar original, lo que se interpretó como un mandato de la misma Virgen de que se construyese allí un templo en su homenaje. El lugar empezó a denominarse Itatí.
Allí ha habido hasta nueve templos distintos acogiendo a la imagen. La actual basílica, de espectaculares proporciones (81×63 metros, 88 de altura en la cúspide), se construyó entre 1938 y 1950. En él se encuentra el camarín de la Virgen, junto a una pintura que representa la devoción que le tuvieron los indios desde los inicios de la evangelización.
El Proyecto Biblioteca Virgo Maria nace de la necesidad de manejar adecuadamente las diversas fuentes de información en todo tipo de soportes: libros, revistas, CD-Rom, videos, mapas, diapositivas…etc, que hacen referencia explícita o implícitamente a la figura de la Virgen María, y que tienen como objetivo, contribuir y fomentar el estudio y la investigación de los temas relacionados con la Madre de Dios.
https://youtube.com/watch?v=-o36GgUJwHw
Es un proyecto ambicioso que comprende la realización de los pasos siguientes, en un período inicial de 5 años:
Adquisición progresiva de material (por compra, donación o intercambio), traslado y control de los recursos.
Expurgo y actulización del fondo.
Habilitación del espacio interior.
Recepción de los fondos, registro y sellado.
Organización de los materiales y su colocación en las estanterías.
Señalización de la biblioteca.
La Catalogación.
Tesaurus y descriptores.
El préstamo bibliotecario.
Ubicación, horario y personal encargado.
La difusión de los fondos, servicios y actividades.
La formación de usuarios.
La coordinación bibliotecaria.
La asesoría bibliotecaria.
La elaboración de un proyecto para la biblioteca: animación a la lectura, el estudio y la investigación.
La creación de los Premios Cari Filii nace de la convicción de que las Virtudes fundamentales expuestas desde la Antigüedad en la cultura occidental, por los filósofos griegos (αρετή, areté) y las escuelas helenísticas y romanas de filosofía (virtus), ampliadas por la tradición judeocristiana y más tarde ordenadas por la moral de la teología clásica, como exposición de la idea del hombre bueno, necesitan ser enseñadas y ejercitadas en la sociedad española contemporánea, como disposiciones habituales y firmes a hacer el bien en beneficio propio y de la sociedad en la que vivimos (cf. nº 1803 Catecismo de la Iglesia Católica).
En el mundo actual la vida virtuosa se ha traducido por la ética de los valores o los derechos humanos; no obstante, nos proponemos rescatarla y hacerla valer en toda su plenitud.
Virtud es la elevación del ser en la persona humana. Es lo máximo a lo que puede aspirar el hombre, la realización de las posibilidades humanas en el aspecto natural y sobrenatural. El hombre virtuoso es el que realiza el bien obedeciendo a sus inclinaciones más íntimas. La virtud primera y característica del cristiano es el amor sobrenatural hacia Dios y su prójimo (cf. Las Virtudes fundamentales, Josef Pieper, Rialp 9ª ed.).
Objetivos
Crear y desarrollar unos premios anuales que atraigan la atención del mayor número de personas por su temática y finalidad, y que sean una referencia católica en España.
Conseguir que las personas que participen, plasmen en su obra, una reflexión serena sobre la importancia de vivir las virtudes fundamentales y los grandes valores del ser humano.
Presentar la persona de María de Nazaret como mujer virtuosa.
Promover las peregrinaciones a los lugares santos del cristianismo.
Facilitar las condiciones de posibilidad necesarias para que el peregrino pueda experimentar un cambio de actitud ante Dios y el Mundo: la conversión personal.
El Beato Juan Pablo II nos habla en la Carta Apostólica «Mulieris Dignitatem», de 15 de agosto de 1988, sobre la dignidad y vocación de la mujer. La carta han nacido del sentimiento de agradecimiento, de admiración sincera, de respeto de la verdad esencial del ser femenino. Son expresión de un formidable Sí a la mujer y a la dimensión profética de su femineidad.
La Iglesia pide que sean reconocidas debidamente, valorizadas, para que redunden en común beneficio de la Iglesia y de la humanidad.
El Beato Juan Pablo II, nos recordaba la presencia especial de la Madre de Dios en el misterio de la Iglesia que nos hace pensar en el vínculo excepcional entre esta mujer y toda la familia humana.
Este proyecto dedicado a la Mujer de Hoy, desea:
Profundizar en la riqueza del genio femenino en todas sus dimensiones.
Contribuir en la defensa del reconocimiento de su dignidad y sus derechos en el contexto actual de su emancipación.
Reconocer y fomentar su vocación al amor como parte integrante de su humanidad y complementaria con el hombre, engendrando nuevos seres humanos en el seno familiar.
Difundir su Ser Femenino a imagen y semejanza de la Madre de Dios.
Para ello, el proyecto Mulieris Dignitatem, se propone:
Patrocinar estudios, investigaciones y publicaciones sobre la Mujer como persona, esposa y madre.
Colaborar en el sostenimiento y desarrollo de la vida contemplativa y apostólica de diversas comunidades religiosas de mujeres consagradas a Dios.
Crear y desarrollar una red de mujeres cristianas en España que colaboren con su oración y trabajo a la propagación del Evangelio en el seno familiar, en el ambiente laboral, en la sociedad y en la Iglesia en su conjunto.
Colaborar en proyectos de ayuda social y cooperación al desarrollo que incidan especialmente en mejorar la calidad de vida de mujeres, niños y ancianos.
Art et Fidei
El Patrimonio Cultural de un pueblo está formado por las obras de sus artistas, arquitectos, escultores, músicos, sabios y escritores, por las creaciones anónimas surgidas del alma de un pueblo y por el conjunto de valores que dan sentido a la vida. Comprende las obras materiales e inmateriales que expresan la creatividad de ese pueblo, como lenguas, ritos, creencias, lugares y monumentos históricos, literarios, obras de arte, archivos y bibliotecas.
Cuando hablamos de Patrimonio Cultural de la Iglesia, estamos haciendo referencia a los bienes culturales de la Iglesia, Pueblo de Dios, que creó, recibió, conservó y sigue utilizando para el culto, la evangelización y la difusión de la cultura: catedrales, monasterios, santuarios, templos, archivos, bibliotecas, museos, retablos, esculturas, pinturas, orfebrería y demás objetos para el culto y diversos ministerios, como estrellas sembradas en el firmamento de la bellas artes. La liturgia católica ha sido una de las fuentes más fecundas de arte y cultura. Ha reunido en su liturgia todo lo más sublime que en el mundo se ha ideado para elevar el espíritu y expresar lo indescriptible y lo divino.
El Patrimonio Cultural de la Iglesia está vivo, nace afectada para el culto y la evangelización y es siempre creciente.
(cf. Editorial Revista Ars Sacra, Ángel Sancho Campo, Consultor de la Pontifica Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia y director de Ars Sacra).
A continuación citamos algunos documentos de la Iglesia relacionados con el Arte y los Artistas y de recomendada lectura:
Constitución Sacrosanctum Concilium, sobre la Sagrada Liturgia, 04/12/1963, Siervo de Dios Pablo VI.
Homilía del Siervo de Dios, Pablo VI «Misa de los artistas», Capilla Sixtina, 07/05/1964.
Carta Apostólica en el XXV aniversario de la Sacrosanctum Concilium sobre la Sagrada Liturgia, Vaticano 04/11/1988, Beato JPII
Carta del Beato Juan Pablo II a los artistas, Vaticano 04/04/1999.
La Contemplación de la belleza, J. Ratzinger, Mensaje enviado a los participantes en el Meeting de Rimini, 24-30 de agosto 1992.
La Cuestión de las imágenes, J. Ratzinger, El Espíritu de la liturgia, Cristiandad 2001, pp. 137-157.
Discurso de Benedicto XVI dirigido a 250 artistas de renombre internacional en la Capilla Sixtina, La Belleza, camino hacia Dios, 21/11/2009.
Locis Sanctis
Este proyecto está dedicado principalmente a visualizar en un mapa mundi los lugares santos del cristianismo: desde la Tierra Santa hasta aquellos santuarios marianos donde se han producido fenómenos místicos extraordinarios, o simplemente son manifestaciones de la devoción popular a la Virgen María.
Deseamos crear un atlas de geografía e historia del cristianismo e irlo paulatinamente enriqueciendo, con fichas técnicas, documentos, fotografías y vídeos, que ayuden al usuario de la web a poseer una visión global de la esencia del cristianismo y de las diferentes formas en la que esa esencia, se ha vivido históricamente.
Este proyecto tiene la pretensión de responder a la Nueva Evangelización en la era de las comunicaciones y la tecnología, acercando a Cristo y a su Madre, al hombre y mujer del Tertio Millennio.
Hemos comenzado con la localización de 33 apariciones marianas reconocidas por la Iglesia Católica a lo largo de la historia, que son un botón de muestra de la expresión viva de la fe de millones de personas que directa o indirectamente se han visto afectadas por sus mensajes, imágenes o revelaciones, y que las han ayudado a llevar una vida más religiosa, comprendiendo con más nitidez el mensaje evangélico.