Este domingo 13 de noviembre se vivió en Pamplona un momento emocionante para todos los católicos. Como colofón al Año de la Misericordia más de doce imágenes de la Virgen María de toda la diócesis procesionaron en la Concentración Mariana “Mater Misericordiae” y que reunió a miles de personas.
Para explicar el por qué de este evento, el delegado diocesano del año jubilar, el sacerdote Javier Leoz, resaltó la importancia de María y dijo que “es un icono que, al contemplarlo, nos empuja a ser hermanos, a dar algo de nosotros mismos por los demás. Rezar, celebrar, o cantar a la Virgen implica luego no hacer una dicotomía entre fe y servicio a los demás. El amor, con la Virgen por delante, nunca se cansa: avanza y se multiplica”.
Todas las partes de Navarra, representadas
En el multitudinario evento participaron Nuestra Señora de la Soledad, la Virgen del Camino y Santa María la Real como las tres exponentes de la iglesia pamplonesa. Desde Tudela se sumó Santa Ana la Vieja y de Estella, la Virgen del Puy. También estuvieron presentes Santa María de Ujué, en su réplica de Tafalla, la Virgen de Rocamador de Sangüesa, Nuestra Señora de Orreaga de Roncesvalles, la Virgen de Jerusalen de la parroquia de Artajona, la Virgen del Yugo, llegada desde Arguedas, como desde Azagra se unió la Virgen del Olmo y desde Peralta la Virgen de Nieva. Además, la procesión contó con San Miguel de Aralar.
Las calles de Pamplona se llenaron para ver las imágenes de la Virgen
Orgulloso por este evento mariano para concluir el Año de la Misericordia el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, ha escrito una carta a todos los fieles en la que se le nota feliz por este amor a la Virgen. Escribe el prelado:
“La procesión fue sentida y emotiva. Miraba a un lado y otro en las aceras y estaban llenas de los navarros o foráneos que querían ver las imágenes y que, a la vez, querían dejar sitio en la Catedral para que pudieran entrar los que habían venido de fuera acompañando a su Patrona. Me pareció un gesto hermoso de solidaridad y de misericordia. Cuando entrasteis a la Catedral es como si llevarais en volandas a la Patrona, pero pensé enseguida: ¡No, es Ella la que lleva en volandas a cada devoto, a cada pueblo, a cada comunidad, a cada parroquia…, y a la Diócesis entera! ¡Qué bien sonaban vuestros cantos de los auroros, vuestras bandas, vuestra música!”.
Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y Tudela
"María, mensjera de la Nueva Evangelización"
Tras esta muestra de devoción mariana tan sentida en Pamplona, el arzobispo se pregunta en la carta: “Y ahora, ¿qué?”. Y responde que “ahora empezamos lo mejor. Hemos comprobado que hay mucha fe en Navarra, que hay mucho amor a la Virgen, que somos muchos, que podemos y tenemos que hacer mucho más en favor de nuestros hermanos, en favor de los más necesitados y pobres”.
Además, anima a todos los católicos a “seguir con ilusión y audacia a la Virgen”. “María es la Mensajera de la Nueva Evangelización que queremos impulsar con el Nuevo Plan de Pastoral para toda la Diócesis. ¡Adelante, que Dios está con nosotros y no nos abandona!”, escribe Francisco Pérez