La Virgen del Rosario se celebra el 7 de octubre, día de la batalla de Lepanto en 1571, cuando una flota aliada de varias potencias cristianas venció a la flota turca musulmana acabando con su poderío naval. Esta advocación es patrona de los religiosos dominicos, de Colombia, de Guatemala, de Ecuador y, en España, de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de la Fuerza Armada de El Salvador, de la ciudad de Cádiz, de La Coruña y de infinidad de poblaciones en todo el mundo hispano.
Aunque la fecha va ligada a esa batalla, los dominicos siempre apuntan a una aparición de la Virgen el 7 de octubre de 1208, cuando la Madre de Dios se le habría aparecido a Santo Domingo de Guzmán, habría enseñado al santo castellano a rezar el rosario (no exactamente igual a cómo suele rezarse hoy) y habría prometido conversiones de pecadores y abundantes gracias.
Su relación con lo militar llegó casi enseguida. Simón de Montfort, que con un ejército pequeño de cruzados derrotó contra toda previsión al gran ejército aragonés de Pedro II de Aragón en la batalla de Muret en 1213 -quien murió en batalla, excomulgado-, lo atribuyó al rosario que rezaban sus tropas. Esta batalla fue la que decidió que Aragón (y España) se extendería hacia el sur, luchando contra los musulmanes, y no hacia el norte de los Pirineos, que quedaría para los franceses.
En CariFilii hemos encontrado 5 variaciones de la devoción a la Virgen del Rosario que queremos señalar.
1. Nuestra Señora de la Victoria: recordando Lepanto
Tras la victoria de Lepanto, el Papa Pío V ordenó que todos los años en el día 7 de octubre se hiciese una fiesta en acción de gracias en memoria de Nuestra Señora de la Victoria. Pero al año siguiente, un nuevo Papa, Gregorio XIII, determino que la fiesta se llamase fiesta del Santo Rosario. En España, el barcelonés Luis de Requesens, que fue el verdadero artífice de la victoria en Lepanto (don Juan de Austria era su pupilo, con sólo 24 años) levantó un convento en Villareje de Salvanés con una imagen de la Virgen del Rosario para celebrar la victoria. En adviento de 2020 empezará un Año Jubilar decretado por el obispo de Alcalá para celebrar esta victoria y esta imagen (CariFilii lo explicó con detalle aquí).
2. Patrona de Guatemala contra los terremotos
En la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en la ciudad de Guatemala está la imagen de la Virgen del Rosario, que es, específicamente, patrona de la Ciudad de Guatemala contra terremotos y temblores. Se le dio este título en 1561 y una coronación pontificia lo renovó (como patrona de la ciudad) en 1934. El edificio se construyó a finales del siglo XVIII y ha sido reconstruido en dos ocasiones: tras los terremotos de 1917-1918 y tras el terremoto de 1976.
Los guatemaltecos en gran multitud sacan la imagen de esta advocación en el día de su patrona.
3. En Colombia, la Virgen «de los Tiestesitos»
Como ya explicó CariFilii, en 1819, se produjo la batalla del Pantano de Vargas, entre las tropas independentistas de Simón Bolívar y las tropas leales al Rey de España. Antes de la batalla, Bolívar se inclinó ante una Virgen del Rosario en el pueblo de Tutazá, llamada «de los tiestesitos», donde fueron bendecidos por los responsables de la capilla. Luego, en la batalla, Bolívar rezó: “¡Virgen Santa de allá!, de ese pueblo donde hacen esos tiestesitos tan bonitos ¡Sálvanos!” Y ganó la batalla. En octubre muchas personas acuden a este pueblo a celebrar.
4. La Virgen contra maremotos, peste y fiebre amarilla en Cádiz
En la costa atlántica andaluza, se mantiene la devoción a la Virgen del Rosario, a la que acudieron en graves situaciones.
En la epidemia de peste de 1646-1649, cuando murieron 14.000 personas, se sacó a la Virgen en procesión por primera vez fuera de su convento «y el azote cedió», dicen las actas del Cabildo catedralicio. En 1730, fue la fiebre amarilla: el pueblo gaditano hizo voto de dar gracias a Dios cada 7 de octubre, fiesta del Rosario.
En 1755 se produjo un maremoto y el agua amenazaba con devorar la ciudad costera. Los frailes dominicos, empujados por los ruegos de quienes se habían refugiado en el convento buscando un lugar más seguro, sacaron a la Virgen por la cuesta de los Negros (hoy calle Plocia), hasta las murallas del norte (hoy callejón de los Negros), y allí, conjuraron al mar: «Señor, solo Tú tienes poder para decirle al mar hasta aquí llegarás y no pasarás». Las mismas palabras que los vecinos del barrio de La Palma, a la misma hora, pronunciaron ante su capilla. Y aquellas olas volvieron a su lugar y el peligro empezó a pasar.
Incluso con el gobierno municipal de la izquierda populista de Podemos en la ciudad, el alcalde y otros concejales no han dejado de acudir a las fiestas y voto de la Virgen del Rosario.
5. Patrona de los mineros en Andacollo, Chile
Con cascos y monos de trabajo acuden los mineros de Andacollo, en Chile a celebrar cada año a la Virgen del Rosario en su santuario. Es la fiesta patronal de la Arquidiócesis de La Serena (Chile) y los sacerdotes y diáconos bendicen a los peregrinos en el Santuario San Sebastián de Yumbel. Es un gran momento para encontrarse con María y los sacramentos y son muy populares los grupos que hacen bailes religiosos.