Una escultura de la Virgen María que quedó carbonizada tras los ataques de islamistas a mediados de mes en Niamey (Níger), ha avivado la fe de los cristianos en este país africano, donde el arzobispo emérito de la capital, Mons. Michel Cartatéguy, animó a los sacerdotes a recoger las cenizas que quedaron de sus parroquias incendiadas para ser usadas en Pascua.
El 22 de enero Michel Cartatéguy reunió a todos los sacerdotes para celebrar una ceremonia en torno a la escultura, que ardió durante los ataques del 16 y 17 de enero.
Según informó el sitio web de la Iglesia Católica en Níger (http://eglisecatholiqueauniger.org), esta imagen de la Virgen que quedó carbonizada “¡es algo muy simbólico! Porque esta estatua, perteneciente a la parroquia de San Agustín, es uno de los raros objetos de piedad que no se consumieron en los incendios que afectaron a las iglesias”.
Los sacerdotes ofrecieron a la Virgen María su sufrimiento y confiaron a la Madre de Dios las esperanzas de la comunidad cristiana, aturdida tras los asaltos contra los cristianos, donde murieron 10 personas y 12 iglesias católicas fueron quemadas [además de numerosas iglesias protestantes. NdeCariFilii].
El Arzobispo Cartatéguy invitó a cada comunidad de sacerdotes a depositar las cenizas recogidas de sus parroquias a los pies de la imagen de la Virgen. “Esta estatua representa a todas las estatuas que fueron quemadas… y son la prueba de que Dios no nos abandona… estas cenizas que tenemos hoy aquí, se usarán para encender la llama de la Pascua. ¡Sí, cenizas, en las que también nosotros nos convertiremos!”, afirmó Mons. Cartatéguy.
Los ataques de los islamistas fueron en protesta por las caricaturas de Mahoma que la revista francesa Charlie Hebdo publicó luego del atentado en París el pasado 7 de enero.
Asimismo, se informó que debido a que las iglesias quedaron gravemente dañadas, las Misas del domingo 25 de enero se celebraron bajo tiendas de campaña, con asientos prestados y altares improvisados. Incluso en algunos casos los sacerdotes debieron celebrar las Misas sin sus vestimentas litúrgicas, ya que también fueron quemadas en los ataques.
Durante la homilía, el nuevo Arzobispo de Niamey, Mons. Laurent Lompo, y Mons. Cartatéguy, animaron a los fieles a alimentar la esperanza y pedir para que no vuelvan a suceder actos vandálicos, cuyos daños -techos destruidos, muros arrasados, y bancos calcinados- se estiman en más de dos millones de dólares.
Fotos de los destrozos y la reconstrucción (artesanal y precaria), así como cuentas para donativos a la misión católica en Níger en el Facebook de la Iglesia en Niger