Desde su estreno en España el 5 de diciembre de 2013, la película "Tierra de María" (www.tierrademaria.com) de Juan Manuel Cotelo, ha llegado ya a 22 países.
El director se maravilla del itinerario que ha ido siguiendo este filme que él mismo admite que es singular. "Es una película difícil de encerrar en un género, porque mezcla ficción con documental, humor con religiosidad, drama con misterio… Es 100% española, pero está filmada en 10 países. Es una rareza de cinta, como raro es su método de distribución", explica Cotelo.
Distribución novedosa… pero eficaz
La productora, Infinito+1 (www.infinitomasuno.org), anunció que la película estaba disponible: quien quisiera verla, que lo pidiera. Cuando suficientes personas en una ciudad mostraban su interés, se contactaba con un sala. "La respuesta de los exhibidores fue, desde el primer día, impresionante, ágil, moderna, abierta a un cauce innovador de distribución: el público es quien programa", asegura.
Un agente investiga a Dios
El filme es una mezcla original de ficción y realidad. Cuenta la historia de un peculiar agente que recibe la misión de averiguar si Dios, la Virgen y el demonio son personajes ficticios, fantasías, o si son reales, y debe hacer una investigación sobre la fe de las personas que creen. En medio de la búsqueda, el agente se topa con testimonios de personas que han vivido por años lejos de Dios y decidieron acercarse a él. Estos testimonios corresponden a la experiencia real de personas de diez países, que además encontraron en Dios y en la Virgen un interlocutor asombroso.
Hay demanda de cine espiritual
Cotelo afirma que hay una gran demanda de cine espiritual para todos los públicos. "Tierra de María" está dedicada, leemos al iniciarse la película, "a los que buscan". "La búsqueda de trascendencia es universal, en todas las personas, pero apenas hay oferta en el cine", apunta.
En España se estrenó en 11 salas. "El público demandó estas películas, a pesar de no contar con ninguna ayuda oficial, ni estar promovida por ninguna televisión, ni tener presupuesto para publicidad en grandes medios, ni contar con caras famosas en su reparto", insiste Cotelo.
De las 11 salas iniciales llegó hasta 135 salas en España, "permaneciendo cinco meses en alguna de ellas, cuando la media de permanencia, en la cartelera española, es de tres semanas".
Después, la película fue llegando a las salas de distintos países hispanos: Chile, Argentina, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Uruguay, Perú, Puerto Rico, Paraguay, Bolivia…
Y más adelante llegó a Polonia, Italia, Hungría, Qatar y Estados Unidos.
Cotelo con el arzobispo Óscar Julio Vian, de Guatemala
En numerosos lugares ha contado con ánimos por parte de los obispos locales. "Tengo fotos con tres cardenales en diversos estrenos, cartas de recomendación de las Conferencias Episcopales de Chile, Colombia, Guatemela… muchos obispos han apoyado la película", comenta Cotelo a Cari Filii.
Estrenar en Estados Unidos… y más proyectos
El desembarco en Estados Unidos le llena de alegría. "Es muy difícil estrenar allí, muchas películas extranjeras se limitan a estrenar en dos o tres salas. Nosotros empezamos en tres y ahora estamos en cincuenta, cada semana aumentamos un par más. Incluso hay una productora de Los Ángeles que nos tantea para comprar los derechos en todo el país", explica Cotelo a Cari Filii.
"En el 2015 se sumarán Canadá, China, Francia, República Dominicana, Alemania, Chequia… Una de las claves consiste en no tener prisa para estrenar. No pasa nada si se estrena en algún país, mucho después que en otro. Realmente, no pasa nada. La paciencia, todo lo alcanza", asegura el director, citando a Santa Teresa.
La experiencia de Cotelo es que un primer estreno puede ser diminuto, y sin embargo ir creciendo poco a poco, algo que aprendió con su anterior largometraje de tema espiritual, La Última Cima. "En Hungría, por ejemplo, La Última Cima empezó con una sola proyección, un sólo día… pero permaneció catorce meses en cartelera, porque la demanda de espectadores fue creciendo, hasta expandirse por todo el país".
Gracias a Dios… y los espectadores
Cotelo expresa su agradecimiento a Dios, "el primer protagonista de nuestras películas. No sólo creemos en Él, sino que le amamos. Sin ese amor, no daríamos un paso, cerraríamos INFINITO + 1 inmediatamente, nunca hubiéramos nacido".
También expresa "agradecimiento infinito a cada espectador, que por voluntad libre se convierte con su apoyo en co-productor, con un grado de implicación que nos abruma. La mayoría nos ayuda, sencillamente, pagando la entrada al cine o el precio del DVD o un visionado on-line, sin recurrir a los cauces piratas. Sin esa aportación económica, cerraríamos. Perdón por recordar esta perogrullada".