El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, ha prestado «gustosamente su conformidad» y reconocido los «signos de una acción del Espíritu Santo» del Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila (Badajoz), que podrá obtener ahora el «nihil obstat» del obispo de la diócesis, José Rodríguez Carballo.
Lo hacía a través de una misiva aprobada por el Papa Francisco en respuesta a otra emitida por el obispo español el pasado 28 de julio sobre los hechos acecidos en el santuario.
Tuvieron lugar el 27 de mayo de 1945, documentándose varias apariciones de la Virgen María bajo la advocación de la Virgen Dolorosa a dos niñas, Marcelina Barroso Expósito, de diez años, y Afra Brígido Blanco, de diecisiete.
“Marcelina -escribe el cardenal Fernández- narró que, al principio, veía una forma oscura en el cielo, que en otros momentos se fue perfilando más claramente como la Virgen de los Dolores, con manto negro cuajado de estrellas, sobre un castaño. La experiencia profunda de esta muchacha, más que la visión, fue haber sentido el abrazo y el beso que la Virgen le dio en la frente».
Cercanía afectuosa de la Virgen
Fernández continúa afirmando que «esta seguridad de la cercanía afectuosa de la Virgen es quizás el más bello mensaje. Si bien con el paso de los días, tanto ella como Afra identificaron la figura como la Virgen de los Dolores, lo que más se destaca es una presencia de la Virgen que infunde consuelo, estímulo, confianza. Cuando la Virgen pide a Marcelina caminar de rodillas por un tramo de erizos de castaño secos, espinos y piedras cortantes, no lo hace para provocarle un sufrimiento. Al contrario, le pide confianza ante ese desafío: `No temas, nada te sucederá´”.
El cardenal subraya que el llamado de la Virgen a la confianza en ella concedió a la niña «pobre y sufrida una esperanza y una experiencia de sentirse dignificada. Ese sencillo manto hecho de cañas y hierbas con el cual la Virgen protegió las rodillas de la muchacha, ¿no es una hermosa expresión de la ternura de María?».
Al mismo tiempo, agrega, «fue una experiencia de hermosura, porque la Virgen se presentó rodeada de constelaciones luminosas, como las que podían admirarse por las noches en el límpido cielo de los pequeños pueblos de Extremadura».
Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila (Badajoz).
Respecto a las muchachas, destaca que llevaron «una vida discreta y sin estridencias«, dedicándose «a obras de caridad, especialmente atendiendo personas enfermas, ancianas o huérfanos, y transmitiendo así, a las personas sumidas en el dolor, aquel dulce consuelo del amor de la Virgen que ellas habían experimentado».
«Nada que se pueda objetar a esta hermosa devoción»
Por el momento, el cardenal continúa refiriéndose a lo sucedido como «supuestas visiones«, de las que sin embargo reconoce que «no hay nada que se pueda objetar a esta hermosa devoción», protagonizada por «la misma sencillez que podemos ver en María de Nazaret, nuestra Santísima Madre».
Para Fernández, «son muchos los aspectos positivos» presentes en el episodio y no duda en afirmar que indican «una acción del Espíritu Santo» en los peregrinos, «tanto de España como de Portugal, en las conversiones, curaciones y otros signos preciosos en este lugar». En consecuencia, mencionaba, «este Dicasterio presta gustosamente su conformidad para que usted proceda a la declaración del ‘nihil obstat’ propuesto
Por último, el cardenal recuerda el Jubileo de 2020 con motivo del 75 aniversario de las experiencias espirituales en Chandavila, un año jubilar reconocido por el entonces arzobispo de Mérida-Badajoz “como una bendición para la diócesis”.
La primera declaración de la Iglesia
Como señala el arzobispado de Mérida-Badajoz y replica el portal del santuario, esta es la primera declaración oficial de la Iglesia, en sus más altas instancias, acerca del Santuario de Ntra. Sra. de los Dolores de Chandavila, después de más de 75 años en que surgió esta devoción en el entorno de La Codosera, a partir de las experiencias espirituales de estas dos mujeres sencillas y tras décadas en que se ha consolidado esta popular devoción a la Virgen, que ha convertido este lugar en un verdadero foco de peregrinaciones.
La carta de Fernández se sucede en el marco de las Normas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales publicadas el pasado 17 de mayo. En ellas se declara que con el nihil obstat, «aunque no se exprese ninguna certeza sobre la autenticidad sobrenatural del fenómeno, se reconocen muchos signos de una acción del Espíritu Santo«, por lo que «se anima al obispo diocesano a apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual, incluso a través de posibles peregrinaciones a un lugar sagrado», mientras que se autoriza a los fieles a dar «de manera prudente su adhesión».