“Hay droga en la calle, violencia en todas partes, y la gente me dice: ‘¿Qué podemos hacer?’. Y yo siempre digo: ‘Reza’. Es lo más poderoso que podemos hacer, y todos pueden rezar”. Esto es lo que dijo el sacerdote y párroco de los Santos Inocentes y también de Santa Juana de Arco, esta última situada en uno de los barrios más peligrosos y pobres de toda la ciudad de Filadelfia.
Lo que quizás no esperaba el párroco es que un grupo de feligreses de los Santos Inocentes cogiera rápidamente el guante y se fuera con megáfono en mano a este peligroso barrio para rezar en español un Rosario en plena calle y así luchar contra las bandas callejeras, la violencia y la droga.
El Rosario en medio de la violencia y de la muerte
De este modo, con el equipo de megafonía montado en la furgoneta de un feligrés se hizo presente esta oración mariana en medio de un lugar en el que la que reina normalmente es la muerte y el sufrimiento.
El Rosario al aire libre fue dirigido por la hermana de San José, Linda Lukiewski, que es además responsable de evangelización y de la pastoral para los hispanos en la iglesia de Santa Juana de Arco, situada en este barrio marginal.
Pese a todo, este templo sigue ofreciendo misa en español e inglés donde acuden unas 200 personas los domingos. Igualmente, hay iniciativas de evangelización y también una importante pastoral social.
La impotencia de mucha gente del barrio
Esta religiosa explica que el rezo público del Rosario es una forma de hacerse presentes en un lugar en el que “todos se sienten impotentes”. Por ello, cuando el párroco les dijo que la mejor arma para luchar contra esta lacra era la oración no dudaron ni un solo momento.
El padre Higgins explica a Catholic Philly que estos Rosarios en plena calle son una respuesta a la invitación de Cristo a “orar con más fuerza” al tiempo que “invita a nuestros vecinos a unirse a nosotros por el bienestar de nuestro vecindario”.
El 26% del barrio vive en una gran pobreza y en los últimos seis meses el Departamento de Policía ha contabilizado 1.000 delitos, incluyendo homicidios, violaciones, robos, agresiones…
La fe de estos vecinos y su confianza en la intercesión de la Virgen María es lo que inspiró a la hermana Linda a convocar a este evento. Anteriormente esta religiosa había atendido a comunidades latinas en otros puntos de Estados Unidos así como en Guatemala, donde fue misionera.
«El poder del Rosario»
Sobre la comunidad latina, mayoritaria en este barrio de Filadelfia, la hermana Linda afirma que “su devoción a María y al Rosario, y su creencia en el poder del Rosario ha sido una gran gracia para mí”.
De hecho, afirma que ha llegado “a conocer a María mucho mejor a través de mi trabajo y mi vida con ellos”.
Debido a que los católicos hispanos tradicionalmente han rezado mucho, el Rosario fue una elección natural para este acto en la calle. Con esta oración mariana la religiosa espera que evoque “recuerdos de la infancia o experiencias de vida” en muchos de los transeúntes que ya no practican su fe.
Aunque el Rosario “puede parecer repetitivo”, afirma ella, sin embargo “te lleva a una oración humilde”. Después de todo –agregó- “la gente dice ‘te quiero’ una y otra vez”.
María, Puerta del Cielo, ruega por nosotros
