Treinta y nueve años después de aquel Martes Santo de 1976 la ofrenda «Un clavel para el Rocío» sigue reuniendo a miles de fieles que quieren honrar a la Dolorosa, agradecerle favores o hacerle peticiones.
Cuatro décadas después de aquellos años en los que las cofradías sobrevivían como podían, cuando apenas había dinero para pagar a los portadores, a los aguaores y las velas de los nazarenos, lo que surgió como mera necesidad se ha perpetuado en el tiempo para convertirse en tradición y en una forma sencilla y humilde de regalar a María Santísima del Rocío miles de claveles para su exorno.
El 30 de marzo fueron cerca de 20.000 los devotos que se acercaron hasta la casa hermandad, ubicada en la Plaza de San Marcelino Champagnat.
Durante todo el día fue un ir y venir de gente. De flores, de promesas, de canastillas en honor a la Dolorosa, que se coronará este septiembre haciendo más importante aún más si cabe este Martes Santo de 2015.
Un año en el que muchas instituciones no quisieron dejar de ofrendar flores a la Virgen: colegios profesionales como el de Economistas, Arquitectos o Agentes Comerciales, medios de comunicación, la Federación Malagueña de Peñas, la Diputación de Málaga o el Ayuntamiento.
Todos quisieron hacer un presente a los titulares de la cofradía victoriana, esa que esta tarde tomará el barrio, que como cada año se volcará con ellos para acompañarles y rendirles homenaje por ser sus más fieles cuidadores.
El secretario de la hermandad, Alejandro Reche, reconoció que este año superarán a las ofrendas del año pasado, cuando contabilizaron alrededor de 40.000. «La Coronación de la Virgen ha animado aún más a la gente a venir», reconocía ayer, aunque admitió que esta tradición ha comprometido a particulares e instituciones por igual, que cuando prueban suelen repetir.
«Ha venido mucha gente mayor del barrio, del ambulatorio que está al lado. Incluso han traído a una mujer en camilla desde su casa con el oxígeno puesto», señalaba emocionado el hermano del Rocío, que también recordaba la asistencia de un guardia civil que ha venido expresamente desde Barcelona para hacer la ofrenda y escoltar mañana a la imagen mariana.
Ayer por la tarde, una vez se cerró el salón de tronos de la cofradía, los hermanos se pusieron a trabajar con las donaciones. Con los claveles blancos, piñas blancas para las ánforas, con los rojos, el monte rojo sobre el que reposar el Señor de los Pasos en el Monte Calvario. El resto, en ofrenda a otras hermandades, para los pétalos que caerán sobre las imágenes y para el altar del Jueves Santo en San Lázaro.