Icono del sitio Fundación Cari Filii

Nuestra Señora de Dachau: la Virgen que consolaba a 2.600 clérigos prisioneros en el campo nazi

El campo nazi de Dachau albergó a 200.000 presos de 30 países, de los que unos 40.000 murieron en el campo.

Dachau fue un caso especial porque empezó como centro de detención de prisioneros políticos y opositores al régimen y después concentró allí a todos los clérigos que los nazis apresaban por Europa, incluyendo los alemanes. En 3 barracones concentraron a 2.600 clérigos católicos, la mayoría polacos, y también a algo más de cien clérigos de otras denominaciones. 

El campo contaba con una capilla y al clero se le permitía acudir para la misa. A menudo conseguían asistir también laicos, clandestinamente. Era una sala "modelo" para enseñar a visitantes como ejemplo propagandista. 


  Misa en la capilla de los sacerdotes en Dachau; la cruz en la espalda señala a los sacerdotes propiamente dichos

En esa capilla del campo había una imagen de la Virgen con el Niño, que fue consuelo para esos sacerdotes. Hoy sigue allí, en una capilla que atienden 18 monjas carmelitas que viven en un monasterio dentro del campo.

Hoy es conocida como Nuestra Señora de Dachau, y los visitantes pueden acceder a la capilla y verla y orar ante ella.

La imagen llegó en 1943 y provenía del monasterio de los religiosos salvatorianos de Breslauer. Al parecer llego junto con los paquetes de comida que las autoridades dejaban que amigos o parientes enviasen a los clérigos, y que ellos solían compartir con otros presos para aliviar el hambre. Algún militar compasivo o despistado debió permitir que se instalara.

Un sacerdote interno escribió de ella: "Es María, que sufre en la huida a Egipto. Está en la persecución, en el exilio… y el Niño Divino es el epítome de todo consuelo al corazón de la madre. La Virgen María nos atraía una y otra vez. En esta mujer maternal poníamos nuestras heridas, le confiábamos nuestros malestares físicos y emocionales".

Ante ella rezaron con fruto espiritual esos 2.600 clérigos… muchos de ellos son mártires y beatos de la Iglesia, o van camino de los altares.

El padre benedictino Dr.Schwake le dedicó en la Fiesta de la Asunción una canción mariana ("Regina Pacis: Ave Domina serena") y en octubre de 1944 el poema "Maria Rast"

Después de la liberación del campo de concentración el 30 de abril de 1945 la imagen se mantuvo unos años en Dachau y participó en una ceremonia con sacerdotes al cumplirse los diez años de la liberación. Después se entregó a una parroquia, pero volvió al campo de concentración en 1964, a cargo de las carmelitas. La versión de color marrón oscuro, la original, fue lijada y hoy se ve distinta. 


 El convento de las carmelitas en Dachau; también hay una iglesia evangélica luterana, una capilla ortodoxa y un memorial judío

Se ha difundido este poema que le fue dedicado por los sacerdotes presos: 

¡Nuestra querida Señora de Dachau!
Aunque nosotros mismos necesitamos ser consolados, te pedimos: continúa tu peregrinación acompañando y confortando a todos los que necesitan tu ayuda.
Estamos en tiempo de guerra y millones son los que día y noche sufren peligros para sus cuerpos y sus almas.
Muéstrate como Madre y confórtales.
Millones son los que han perdido casa y hogar y vagan sin techo entre extraños.
Por el sufrimiento que Tú soportaste en tu exilio de Egipto, sé para ellos refugio y fuerza.
Y por el gran dolor que sufriste al pie de la cruz, conforta a los enfermos y a los heridos, da fuerza a los prisioneros y en la hora de la muerte permanece junto a los que derramarán su sangre y sacrificarán su vida…
Bendice y protege a los obispos en su difícil tarea.
Protege y ayuda de manera especial al Santo Padre, el Papa, cuyo corazón debe estar apesadumbrado porque no puede eliminar la inquietud, aliviar el sufrimiento y traer la paz.
Y cuando Tú, querida Señora de Dachau, te acerques a esos lugares donde nuestros padres y familiares, nuestras comunidades parroquiales y nuestros colaboradores pastorales han rezado por nuestro regreso, diles que Tú velas por nosotros en la vida y en la muerte.
Nuestra Señora querida de Dachau, muéstrate como Madre allí donde la necesidad es mayor".

Un cómic de los Misioneros de Marian Hill explica cómo pudo la Virgen ser instalada en la capilla

Salir de la versión móvil