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La Virgen del Valle le liberó del alcohol e hizo de él un atleta: con 71 años sigue honrándola

Antonio Rodríguez, o “Tony”, como suelen llamarle, tiene 71 años. Nació en Yonopongo (Argentina) el 25 de diciembre de 1945.  Tras llevar una vida de excesos con el alcohol y el tabaco, Tony, a quien hoy llaman “el atleta de la Virgen” en el ambiente del atletismo, cumple con su promesa de visitar a la Virgen del Valle, de la que es muy devoto y gracias a la cual abandonó los vicios. Y lo hace corriendo.

El 25 de octubre del 2009 -37 días antes del accidente-, Tony, que estaba a dos meses de cumplir 64 años, había participado de la ultramaratón de 24 horas de Trelew (Argentina). Tras una jornada ininterrumpida de competencia sólo 17 cruzaron la meta. El último fue él. “Corrimos todo el día y toda la noche; fue hermoso haber llegado sin ningún problema”, recuerda.

Esa fue la última vez que Tony participó en una carrera de competición, porque un accidente acabó con su ya larga y exitosa carrera deportiva.

El 1 de diciembre del 2009 Tony regresaba de Catamarca, tras cumplir con su habitual promesa de visitar a la Virgen del Valle. Marchaba en sentido contrario de los peregrinos, que por esa fecha suelen dirigirse a la provincia vecina, para llegar allí antes del 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción.

Tony caminaba por el arcén derecho de la carretera, empujando un carrito donde llevaba la imagen de María cuando le gritaron, para saludarlo; y él correspondió. Es lo último que recuerda.

“Luego todo fue muy negro, y como que se me movía todo; mi mente era un torbellino. Todo era ruidaje, no sabía qué me pasaba. De golpe, movimiento y mucho ruido; luego, silencio. Cuando abro los ojos una mujer me dice: ‘¡estás vivo!’; y me cuenta que estaba en el hospital Padilla, porque había sufrido un accidente”, cuenta.

La intercesión de la Virgen del Valle
En realidad, la transformación de Tony tuvo lugar en los años 70, cuando decidió abandonar la vida de excesos que llevaba desde hace varios años. Se considera a sí mismo como un milagro de la Virgen del Valle, sin la cual no hubiese podido salir del infierno en el que estaba metido.

"Fui alcohólico, y un fumador terrible, de tres paquetes diarios; llegué a pesar 114 kilos. Soy un verdadero milagro de la Virgen del Valle; gracias a ella dejé los vicios y empecé a correr”, cuenta.

"Siempre amé la libertad y un día, en un parque, le pedí ayuda a Dios para que me hiciera útil. De pronto, por unos segundos, la imagen de la Virgen apareció delante de mí. Empecé a correr y a correr; fue como una premonición. Y aquí estoy", dice Tony.


La gruta de la Virgen del Valle en Catamarca

Él mismo sabe que lo físico es una parte importante de una carrera, pero que no lo es todo: “Lo mental en este deporte es fundamental. Lo físico juega hasta los primeros 30 kilómetros, luego entra lo mental y la espiritualidad que, en mi caso, es la Virgen del Valle, a quien visita cada año como muestra de agradecimiento portando un carro con la imagen de esta advocación.

La Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle se encuentra en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Su festividad se realiza el 8 de diciembre de cada año, en coincidencia con el día de la Inmaculada Concepción de María, y 15 días después de Pascua.

Esta advocación mariana congrega a miles de fieles marianos, cuyo fervor religioso los incita a realizar peregrinaciones hasta la ciudad de Catamarca desde otras ciudades y provincias del país, muchas veces a caballo o a pie.


Santuario de la Virgen del Valle

En este vídeo de YouTube, Tony, el "atleta de la Virgen" cuenta su historia y su espiritualidad en La Gaceta Deportiva (lgdeportiva.lagaceta.com.ar)

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