El 1 de noviembre de 1950, el Papa Pío XII proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de la Virgen, y al año siguiente el sacerdote Maurice Proulx dirigió esta película sobre el acontecimiento, con narración de una estrella de la radio canadiense, Ferdinand Biondi. La fuerza de las imágenes traduce la excepcional importancia que revistió el momento para la Iglesia, a la que respondió masivamente el pueblo cristiano.