Arturo Torró, alcalde de la localidad valenciana de Gandía (casi 80.000 habitantes) propuso que el Ayuntamiento conceda a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, el título de alcaldesa honoraria y perpetua como muestra de respeto y devoción.
La idea no era una suya, sino que el alcalde daba voz a una petición ciudadana llegada de la Asociación de la Virgen de los Desamparados.
Los devotos de la Virgen pedían también una réplica de la vara de mando de la población para la patrona valenciana.
Hay en Valencia una tradición más que establecida de honrar a la Virgen con el título de alcaldesa honoraria. Lo ostenta en 15 municipios valencianos, según el director del archivo de religiosidad popular, Andrés de Sales Ferri. Y no es algo de siglos anteriores: la última vez que se otorgó esta distinción fue en 2010 en la Vall d´Uixó; antes, en Orba, 2001; y en Tavernes Blanques, 2004.
Y ya en el siglo XX, la lista es así: Ibi, nombrada en 1940 y ratificada en 1980; Valencia, 1954; Torrent, 1954; Alcoleja, 1956; Atzeneta d´Albaida, 1960; Xixona, 1961; Vallada, 1964; Mislata, 1973; Paiporta , 1973; Almàssera, 1975, ratificada en 2010; Tosalnou (pedanía de Rafelguaraf), 1977; El Tremolar (pedanía de Alfafar), 1991.
Así que la Virgen, de presidir como alcaldesa pueblos valencianos, sabe mucho.
Pero los concejales socialistas y comunistas impidieron que prosperara la petición popular.
El portavoz socialista, Vicent Mascarell, dijo: «En democracia los alcaldes los eligen los vecinos con sus votos y nunca son perpetuos». No parecía entender la diferencia entre alcalde y alcalde honorario.
La candidata de izquierda radical Lorena Milvaques declaró que Gandía es «laica» (en realidad, como todas las entidades públicas en España, es simplemente «no confesional», y la Constitución pide la colaboración entre las administraciones y la Iglesia Católica). «Es indignante que el PP se apropie de simbología religiosa querida por los católicos y respetada por toda la población», añadió, reconociendo el amor de la población por la «Geperudeta» (la «jorobadita», como llaman los valencianos cariñosamente a esta advocación mariana).
Desde el PP de Gandía, Alberto Moratal preguntó si, en plena campaña de laicismo radical, «¿Lorena Milvaques dejará de asistir a las procesiones, dejará de participar en la festividad de la Semana Santa o en la Ofrenda fallera? Resulta curioso este ejercicio de incoherencia pues durante la legislatura ha hecho gala de ello, estando presente en cada una de las ceremonias religiosas».
Aunque no obtenga la alcaldía de honor, la Virgen de los Desamparados sí tendrá la medalla de la ciudad y la vara de mando, que son signos que entrega el alcalde.