En Laurentino, un pueblo de siete mil habitantes en el Valle de Itajaí (Santa Catarina, Brasil), se alza esta imagen de Nuestra Señora de las Gracias, que es como se conoce en Brasil a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Con sus 25 metros de altura, es la mayor del mundo de esta advocación y está muy vinculada a la devoción del lugar, pues es obra de un escultor local y la construyeron, a lo largo de dos años, los habitantes de la localidad.