La Audiencia Nacional ha avalado la concesión de la medalla de oro al mérito policial, máxima distinción del cuerpo, a Nuestra Señora María Santísima del Amor, al entender que el destinatario real del galardón no es la virgen sino la Cofradía de Jesús el Rico, vinculada a la Policía Nacional.
Por tres votos a favor y dos en contra, los magistrados de la sección quinta de la Sala de lo Contencioso han rechazado el recurso que presentó la asociación Europa Laica contra la orden de 3 de febrero de 2014 del Ministerio del Interior por la que se concedió la medalla.
La asociación recurrió esta resolución defendiendo la tesis de que se había concedido una distinción a una figura religiosa que no es persona ni, por tanto, tiene entidad jurídica, pero los tres jueces entienden, en la línea de la Abogacía del Estado, que en realidad se entrega a la cofradía, que sí la tiene.
Para los tres jueces, la entrega de la condecoración a la Virgen se hace «como imagen» y «símbolo representativo» de la cofradía y es esta última «la destinataria de la distinción».
Los magistrados no ven en este caso irracionalidad o arbitrariedad de la administración porque se trata de una función de «recompensa por acciones dignas de emulación, acciones no determinables de forma apriorística y no es, en principio, revisable el ejercicio de tal potestad, salvo que se vulneren algunos de los elementos fiscalizables en toda potestad discrecional».
Defienden por tanto que en este tipo de condecoraciones la administración tiene una potestad discrecional y recuerdan que no es la primera vez que se concede el ingreso en la orden al mérito policial a una imagen religiosa como símbolo representativo de un colectivo, hermandad o cofradía.
La sala reconoce que es «consciente de que la materia debatida suscita enconadas controversias en uno y otro sentido, por razones fácilmente entendibles», pero añade que no es su misión «dar satisfacción a ninguna de ellas», sino una respuesta jurídica.
Su concesión se hizo a propuesta de la Dirección General de la Policía, afirmando que el cuerpo mantiene con la cofradía «una estrecha colaboración, principalmente en actos celebrados durante la Semana Santa, y con la que comparte una serie de valores como la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio».